Palabras firmes.

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Capítulo veinte.

  ─Los días transcurrieron muy rápido, pero para Matt, quien permanecía acostado en una cama era como si estuviera sumergido en la eternidad, aunque su barba estaba ya mucho más larga a como estaba antes. A pesar de esto, el castaño solo se quedó ahí. Mirando el techo. Sin aspiraciones, como cualquier ser humano perdido.

Matt: La vida es más que esto... Pero se me ha olvidado de que se trataba. Quizá tenía algo que hacer, pero ya no me importa. No quiero seguir siendo un fenómeno. ¿Como se supone que volverá mi vida a la normalidad en este estado? No puede haber nada normal en un mutante. No volveré a ver nada normal.

El castaño siguió murmurando mientras se lamenta, lo que no sabía era que Dazept, su otra persona estaba allí presente y escuchando al hombre de barba larga. Lo cierto es que se le acerca, allí es donde llega el silencio. Matt nota la presencia de la fémina de cabello turquesa, así que se da la vuelta para darle la espalda.

Matt: Qué quieres...

La sobreviviente se cruza de brazos y continúa mirando a su otra persona.

Dazept: ¿Ya notaste que el brazo ya volvió a su estado normal?

Matt: Ya me dijeron que de igual manera volverá a brotarse. En cierto momento, se me subirá la adrenalina. Allí será cuando volveré a verme como un monstruo. Quizá no en un espejo, pero si podré ver mi sombra. Seré igual o peor que los bichos que hoy nos acechan.

Dazept: ¿Y eso qué? Ya veo que no piensas nada con claridad. Se que se pueden cambiar las cosas, pero yo creo que el Díos creador no se equivocaría con algo tan importante. Tu eres el elegido. El hombre más idóneo para asumir una tarea de este tamaño. Yo apino, como mensajera que deberías levantarte de ahí. No sabes lo patético que te ves echado en esa cama llorando tus "penas". Levántate, y deja de hacer que mi resurrección y llegada a esta dimensión se vea inútil. De verdad, prefiero haber quedado entre los escombros de mi mundo a estar presenciando algo igual. De hecho, ya... Me voy de esta mierda. Me dá igual lo que suceda de aquí en adelante. Si tú no quieres continúar, pues no sirve de nada que yo me quede.

Con esa despedida, Dazept se da la vuelta y sale del lugar con gran impotencia, dejando sus palabras clavadas como estaca en el robusto pecho de Matt.

Matt: O puede ser que esto esté pasando por algun motivo... Quizá me estoy precipitando a tomar una decisión equívoca.

Precisamente llega Marco Andrew a su acostumbrada visita. Fue raro, pero el moreno sintió ganas de preguntar sobre los ánimos de Matt con toda la confianza.

Andrew: Amigo. Necesitamos que regreses. No puede ser que apenas comenzando te des por vencido. ¿Te encuentras bién?

Lentamente, Matt se da la vuelta para quedar mirando nuevamente al techo.

Matt: Te aseguro que me encuentro mejor que en mucho tiempo... Un ángel estuvo por aquí y me hizo cambiar de opinión. Creo que lo que necesité desde el principio era eso.

Andrew: ¿Angel? No vi a nadie salir de aquí.

Matt: Ha de ser por que salió con prisa. Dazept se fué enojada por que pensó que nada había cambiado. Pero, sus palabras fueron firmes y punzantes. Justo ese regaño que llega cuando necesitas para comenzar a abrir los ojos.

Andrew: Ahhgg... Menos mal. Por que pensaba hacerlo en esta ultima visita. Gracias a eso tendrás que pasar de conocer mi lado regañón.

Matt: Ni por que hubieras llegado armado. No podrías hacer algo igual. De hecho, no te queda.

Andrew: Jah... Tienes toda la razón. Hasta yo mismo me veo más como el amigo incondicional.

Matt: Aunque no hayas tenido los huevos para hablarme de la forma que necesitaba. Pero no importa. Dile a mi esposa que por favor venga. Necesito ropa para salir de aquí.

Andrew: Pues claro. No querrás aterrorizar a todos los refugiados con ese par de nalgas pálidas y peludas.

Matt: Deja de fastidiar. Solo ve por algo para cubrirme el cuerpo.

Andrew: Entonces solo espera. Voy a traer algo en lo que estuve trabajando a lo largo de esta semana.

[...]

Así transcurre media hora, hasta que Andrew llega nuevamente a la sala médica.

Andrew: Aquí está la ropa que llevarás de ahora en adelante.

El joven moreno muestra un traje de tela flexible, protecciones especiales en la superficie correspondiente a casi todos los músculos y espacio libre para cuando llegue el momento del brote del brazo mutante. Ósea, sin manga derecha. Lo mejor de todo para el castaño era el color. Un negro suave característico de este tipo de telas deportivas.

Andrew: Este traje de dos piezas, pantalón y camibuso está hecho con costura entrelazada de alto nivel. Hecha de esta forma para resistir los roces contra el suelo y raspones. Tienes protección garantizada en rodillas, batatas y pantorrillas. Ademas de en el pecho, abdomen, espalda y y hombros. Vestido así y con tu brazo transformado te verás como un auténtico titán destructor. Solo hace falta una cosa. Bajar un poco tu melena y barba. Si quieres comenzar a trazar tu verdadero camino tendrás que hacerlo de verdad y por completo. Renovado como el águila.

El castaño levanta el torso para quedar sentado a orilla de la cama.

Matt: No sabes lo agradecido que estoy contigo. Desde el principio no has hecho más que demostrarme que realmente no estoy solo, que nunca lo estuve. ¿Y sabes qué? Tienes toda la razón. Como lo dices tú... La gente en este refugio me aprecia como a un héroe. Además, tu. cuándo no estaba mi familia no te separaste de mí. Sé que me ves más fuerte, por que sigues repitiendo eso que dije el mismo día en que nos conocimos. Que soy un auténtico tanque... Pero tu has llevado esa fortaleza a un nivel estable. Además de que me has ayudado a calmar mi ansiedad. Es por eso que tú también eres mi héroe... ¿Y sabes qué? Vamos a terminar esta pesadilla junto, con la gente que nos necesita. Como una auténtica familia.

Andrew: Y eso es todo... La vía ya está hecha, solo hace falta ponernos a trabajar. Y para eso, hasta las herramientas las tengo. Tu equipo de defenza está preparado. Te alegrará mucho más al ver como han quedado tus armas. Esa hacha nunca más será vista como un hacha ordinaria.

Matt: Ya lo tengo mas que claro... Mi amigo el negro se ha vuelto completamente loco. Hay que ver todas esas maravillas que me esperan en aquel laboratorio.

Matt se levanta y pone su puño cerrado al frente esperando con una leve sonrisa a que Andrew responda con el mismo gesto, que no se hace esperar.

Continuará...

Al Borde De La Extinción ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora