Por una apuesta || Woosan

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—Woah, te ves terrible— Yunho levantó una mano dirigiéndola hacia el feo moretón dibujado en su frente, sacándole un quejido —Jung Wooyoung en serio te dio una buena paliza.

San soltó un bufido, cruzándose de brazos y encogiéndose en su lugar, avergonzado al recordar como se había golpeado.

—No fue Wooyoung...

—¿Y entonces?— esta vez Jongho cuestionó curioso, llevando uno de sus dulces a la boca y sintiendo los brazos de su novio rodear su cintura, el mentón de este dejándose entre el hueco de su hombro. Se hallaba sentado entre sus piernas, los tres de nuevo en la azotea del instituto.

—Me caí cuando quise salir...

—¿Y cómo?

Se quedó en silencio por unos segundos.

—Tropecé con mis pies.

—¿Y Wooyoung qué hizo?

—Me ayudó a levantarme, pero después no pudo aguantarse y se río de mí— sintió sus mejillas arder al recordar las risas burlonas de Wooyoung después de haber hecho el ridículo, volviéndose a sentir molesto con el menor.

Jongho río, echándose hacia atrás y logrando pegar su espalda en el pecho de Yunho, quien aunque no reía, lo miraba burlesco. San arrugó un poco más el entrecejo y mirándoles con ojos enojados, volvió a bufar. Que Wooyoung se burlara de el había sido tan vergonzoso, pero que sus amigos lo hicieran era molesto.

Acomodó su gorro de lana hasta lograr cubrir sus ojos, intentado esconderse de las burlas de sus amigos, hasta que estos se callaron de pronto al escuchar las bisagras de la oxidada puerta de hierro abriéndose lentamente.

—Hola— sintió su rostro arder aún más al escuchar aquella voz que lo hizo estremecer -Eh... Bueno...

—Esta bien, nosotros ya nos íbamos— dijo Yunho

—No es cierto— Yunho le dio un codazo sin dejar de sonreírle a Wooyoung, levantándose e ignorando las quejas dolorosas de Jongho, quien sobaba sus costillas —Si, ya nos íbamos. Adiós San.

—Nos vemos.

—No tenías que golpearme tan fuerte ¿sabes?— escuchó la queja de Jongho y la risa burlona de Yunho alejándose.

Cuando ambos salieron y cerraron detrás de ellos la puerta dejándolos solos, fue cuando San escuchó los pasos acercarse. Todavía sin atreverse a quitarse el gorro de los ojos, imagino que Wooyoung se había sentado frente a el. Ambos en un silencio corto.

—¿Cómo sigue tu moretón? ¿Puedo verlo?— iba a negarse cuando Wooyoung ya se había acercado para quitarle el gorro, dejando descubierta su frente lastimada y sus oscuros cabellos alborotados. San observó la bonita sonrisa que le brindó y sin querer se sintió nervioso -Conozco un remedio para que ya no te duela tanto.

—¿Cuál?

Sin responder, Wooyoung se inclinó un poco, dejando un suave beso en su frente y riendo un poco cuando al separarse, su rostro se encontraba tan rojo al igual que sus orejas, haciéndole ver realmente adorable.

Lo miró desviar la mirada unos instantes de sus ojos hacia su boca, observándolo mientras se acercaba lentamente, inconscientemente anticipó la sensación de los bonitos labios besándolo nuevamente.

Pero de pronto, la puerta se abrió de golpe causando un fuerte estruendo junto al sonido de las voces quejándose y maldiciéndose, haciendo que brincaran ambos por la sorpresa. Yunho se hallaba en el suelo con Jongho sobre el, ambos con muecas avergonzadas.

—¡Yunho quería espiar!— gritó Jongho

—¡No es cierto! ¡Fue tu propia idea, estúpido!

—Si, pero tu tampoco te negaste, imbécil.

San los fulminó con la mirada, escuchando la preciosa risa de Wooyoung.

¡Arruinaron su momento!