Capitulo 30

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Los meses habían pasado desde que la rubia había sido dada a Hall Cooper, llevando ahora su apellido. Se sentía tan depresiva, que tus padres te hayan vendido a un hombre tan horrible como Cooper la ponía mal, porque eso era Hall un ser cruel, malvado, sin sentimientos, pero que hacía todo por Alice, pues al parecer lo había dejado completamente hipnotizado, aunque esta lo rechazara constantemente, él alegaba que se debía a las hormonas del embarazo.

Lo único que mantenía cuerda a Alice a esas alturas era el embarazo, se había enterado que tendría gemelos y la hacía muy feliz, sobretodo pensar que eran fruto del amor que se tuvieron ella y Fp, y como extrañaba a ese hombre, se preguntaba como se sentiría, ella simplemente se fue sin darle explicación alguna, seguro pensaba que ya no lo amaba pero la realidad era que ese amor que sentía por él nunca se borraría.

Ademas del embarazo, Alice había hecho un lazo muy fuerte con el pequeño Chick, el niño prácticamente Hall lo maltrataba constantemente solo porque era hijo de una de las empleadas y porque él no quería un niño de hijo, siempre había querido una niña. A Chick lo golpeaba, lo insultaba y lo hacía sentir menos, pero siempre le daba alguna recompensa de algo al final del día, dándole pequeña ilusión que este lo quería, pero la verdad es que Hall solo lo quería para negocios.

— Esta tarde iremos a la oficina, necesito que empiezas aparecer allá como mi mujer que eres

— No gracias paso —dice comiendo su almuerzo

— No te pregunté si querías ir o no, iras y punto porque eres mi mujer y necesito que sepan quien eres, esta claro?

—bufa molesta— No entiendo para que quieres que me vean, tengo meses aquí y no necesitabas eso antes por que ahora? Porque justo cuando se ve mas el embarazo?

— Te quiero lista a las dos, sino habrá consecuencias y sabes bien quien las va a pagar —se retira de la mesa

Si había algo que no hacía Hall era lastimar a Alice, pero en sentido físico porque en el psicológico ya con el hecho de tenerla encerrada todo el día en aquella enorme casa era suficiente, además sabía que no podia retarlo porque en varias ocasiones el pobre de pequeño Chick recibía los maltratos como "castigo" hacía ella, pues sabía que esta había hecho un gran vínculo con el pequeño.

Ese día Alice no estaba preparada para ver que tan sucio era trabajo que hacia Hall, porque si este además tener sus negocios "legales" todo el dinero que tenía no era a costa de eso, sino de la mafia que este hacia en toda Europa, sobretodo negocios con los italianos.

— Aun no entiendo para que me trajiste y porque debías traer a Chick —dice caminando de la mano con el niño

— Ya te dije Alice, deben conocer mis negocios, ya sabes los de la empresa, restaurantes y bares míos. Ahora iremos al verdadero trabajo

— No entiendo porque Chick debe venir, no es necesario que el niño sepa lo despiadado que puedes ser —acariciando el cabello de pequeño

— No me molesta Alice, yo quiero ver que hace mi papá! —dice entusiasmado el pequeño— Así me deja ver a mi mamá

— No le dejas ver a su madre!? —grita enojada— Estas loco o que!?

— Guarda silencio maldita sea! Iremos a verla ahorita no se preocupen

Habían llegado a una espacie de muelle, a las fuera de la ciudad, ya era de noche y todo estaba oscuro en ese lugar, era evidente que allí es donde Hall recibía sus cargamentos de droga para luego distribuirlos por todos los bares y discotecas de Londres. A penas entraron al lugar, estaba rodeado de puros hombres armados y se veían que no era nada amigables, la rubia tenía miedo es cierto pero temía mas por Chick pues aun no entendía que hacía el pequeño en ese horrible lugar.

Hermanos - BUGHEADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora