Capitulo 42

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Cada cosa que pasa en tu vida tiene una consecuencia, ya sea para bien o para mal, así evitemos que eso ocurra siempre nos hará cambiar como persona, o nos hará actuar de una manera determinada de acuerdo a cada situación. Era inevitable controlar cada emoción que estos chicos sentían, perder a su madre frente a sus ojos no era para nada fácil y menos a la edad que tenían, como dicen cada quien lleva su duelo como puede, pero estos chicos aún necesitaban a su madre, eran jóvenes necesitaban que cuidaran de ellos, su padre no estaba para nada bien y eso les afectaba aun más, provocando situaciones como la de esa noche, donde la rubia casi se desnudaba frente a todos y el pelinegro simplemente casi mataba a uno de los chicos de futbol a golpes.

La fiesta se terminó al momento que llegaron las serpientes, es cierto hubo caos al principio pero era mejor que ellos intervinieran a que llegara la policía. Gutierrez fue quien pudo controlar a Jughead, pues el chico estaba furioso por lo que habían estado haciendo con Betty y la vez estaba enojado con la rubia por hacer ese espectáculo, y enojado con sus amigos por no evitar que eso ocurriera, simplemente estaba furioso y si no fuese por el mayor que llegó con él nadie lo hubiese podido controlar.

—Suéltame! Los voy a matar a todos! —grita gruñendo el pelinegro, mientras que Gutierrez lo tenía agarrado de los brazos de una posición que no podía soltarse

— Basta Jughead! Se acabo! —soltándolo para mirarlo de frente— Temprano estuviste en detenido! No cometas otra estupidez!

— No viste como esos imbeciles tocaban a Betty! —dice alterado

— Si lo vi! Pero justamente Betty te necesita ahorita! —lo toma de los hombros para que voltee donde esta la rubia— Mira el grado en que esta! Esta muy mal Jughead, ambos lo están pero se necesitan

La rubia quien vomitaba sin parar solo llevaba su ropa interior y el abrigo de Tabitha que le había puesto encima de sus hombros, ya que la ropa que esta había llevado quien sabe donde había parado. Estaban frente a la casa de Mantle, ya casi todo el mundo se había ido, solo quedaban ellos ya que la rubia no paraba de vomitar.

— Deja de pelear y concentrate en Betty, ella necesita de ti —termina de decir el morocho

—suspira calmándose un poco para caminar hasta donde la rubia y tomarla de la cintura— Hey Betts, te sientes mejor? — le dice al oído

— Juggie —con ojo brillosos de lágrimas por vomitar lo abraza

— Pueden venir a mi casa, es cerca de aquí, los puedo llevar Jug

— Esta bien Tabitha, igual no creo que pueda llegar muy lejos con Betty así —la carga de princesa, la morena asiente y empiezan a caminar hasta el auto

— Juggie... por que eres... tan... bueenoo —dice arrastrando las palabras— Yo soy... una basura

—sus ojos se cristalizan al escucharla— No digas eso Betts —besa su frente para subir al auto— Para mi eres todo —la acomoda en su regazo para abrazarla

Le dolía verla, Hall se había encargado que ella misma se despreciara, que ella misma se echara la culpa de las atrocidades que había hecho, que se alejara de todos, dolía ver como poco a poco la culpa la consumía, se estaba muriendo por dentro y no sabía como evitarlo, porque mientras ella lo hacía él también lo hacía porque le partía el alma verla así.

Al llegar a casa de la morena ya Betty se había quedado completamente dormida por lo que Jughead decidió acostarla en la habitación que Tabitha le había indicado, le coloca su camisa para que no estuviese completamente desnuda y así durmiera mas cómoda que con la chaqueta que esta tenía.

—sale de la habitación donde había dejado la rubia y choca sin querer con la morena— Ehm lo siento Tabitha —dice pasándose la mano por la cara

Hermanos - BUGHEADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora