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[...]

¿Y si?

¿Por  que a veces la vida puede llegar a ser tan dolorosa?

¿Cómo conllevas a saber que haz podido dejar el pasado sin mirarlo y sonreír?

¿Por que acobardarse estando tan cercas de la victoria?

Es porque la victoria nunca es segura, pero la derrota, tarde o temprano, es inevitable, o te vence alguien o te vence la muerte, pero siempre terminar perdiendo contra la vida, la cuestión es esforzarse y saber que cuando tu ya hayas perdido la batalla, dando todo lo que tenias en la arena, haber hecho lo imposibles, haber llorado, sangrado y sufrido, una vece que todo acabe ... para ti, otros ganaran la guerra, y es que esa no será solo su victoria, o u punto hecho en tu nombre, sino que también serás un vencedor, uno caído, pero lo seguirás siendo.

A aquellos que mueren sin haber podido disfrutar de la paz, saben que dejaron esa paz para las personas que aman, y entonces disfrutan de esa paz, amor y nuevos frutos, en muerte. 

Siendo eternamente imborrables , porque dime ¿Acaso puedes eliminar la muerte? es algo irreversible que si o si ocurrirá, pero aquello que sentimos durara, y te acompañara hasta en las penumbras, incluida la muerte. 

~La vida es, es un instante, de maravilla, que nos hace cambiar, y el tiempo se va en los instantes, los instantes no se van, lo que haga mal se puede corregir, más no voy a olvidar aquello que sentí~ 

Ambos azabaches estaban tomados de la mano, la mano de ella estaba fría y la de el helada, aun estaban consientes, tumbados en el suelo con una sonrisa en el rostro y lagrimas en los ojos, esparcidas en sus mejillas, aun agonizantes sabían que no podrían criar a sus hijos, lo habían dado todo en batalla, todos lo habían dado todo, pero ellos habían hecho viajar en tiempo a mas de tres personas, y aun así, sin descansar fueron a luchar, totalmente heridos, más el desgaste de chakra, ya no había más que hacer.

Habían ganada, o al menos lo haría en unos momentos, Sakura y Naruto se encargaban de la vitoria, al igual que el resto de shinobis. 

Sus respiraciones se iba apagando, por lo menos había podido despedirse, quiza algo en sus cabezas sabían que ir era una misio suicida, de ante mano tenían en mente que la posibilidad de volver era baja, pero una parte de ellos quiso creer que lograrían vencer sin tener que morir, pero que ilusos habían sido. 

Usaban la nula fuerza que tenían para acercarse al otro, se habían resignado, donde hay muerte, siempre ha muerte, una frase dicha en una película, pero que de hecho tenia más peso que el que se pueda imaginar, en aquella ocasión Siradari había llorado con el final y ellos se habían reído, excusando que era ridículo. 

Pero, quiza era porque a sus cerebros les hacia falta sangre, les resultaba tan real la frase, sacándole significado por la muerte y resurrección de su hija, si este era el precio por dejarla vivir, ellos estaban más que dispuestos a pagarlo, sabían  que al morir se convertirían en un manto sobre su familia para esconderlos de la muerte hasta que sus hijos estén listos para reunirse con ellos, y esperaban con todo el alma reunirse con ellos en un futuro muy lejano.

Dejaron de mirarse un momento para mirar el cielo, el cual ya no era oscuro, sus sonrisas se ensancharon más, habían vencido, el futuro para sus hijos estaba libre, ellos podrían tener una vida plena y tranquila, sin sacrificios ni dolor. 

— ¡Hinata , Sasuke! — intento gritar la Uzumaki, más la voz no le fue suficiente, el llamado se quedo en un susurro lejano, mientras que en los oídos de nuestros protagonistas, cada llamado se hacia más borroso hasta el punto en que ya no oyeron nada.

No hay lugar como el hogar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora