❤ 09 ❤

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[...]

Aquí seguía escuchando a su hermana, lo cierto es que solo podía pensar en cierto azabache, su hermoso cabello, sus ojos tan oscuros, su fina y recta nariz, sus labios ...

- anata.

- ¿eh?

- es la quinta vez en un minuto - Hinata sonrió con una gota en la nuca, si era verdad, hoy estaba muy distraída, más que de costumbre.

De seguro por lo que pasó en la tarde ...

La mayor de los tres hermanos Uchiha se encontró extremadamente incómoda, estaban almorzando, todo era risas proveniente de la mayoría, digo mayoría porque cierta pareja conformada por una rubia y un azabache perezoso se les había unido.

- ¿Qué pasa Sira Chan? - pregunto la por ahora hyuga.

- es que - todas las miradas se posaron en ella - mi cumpleaños es en agosto - soltó un susurro.

- ¿y eso que? Faltan como nueve meses - dijo el emo vengador, perdón, Sasuke.

Ino le dirigió una mirada a la niña que decía '¿estas diciendo lo que creo que estas diciendo?' ella solo asintió haciendo chillar a la rubia.

- ¿y ahora que? - se quejó el cabello de piña, sus tímpanos seguían asiendo 'ti'.

naceré el próximo año.

El uchiha mayor escupio su bebida en una, ahora, molesta yamanaka.

- ¡oye! - se quejó la rubia, que era ayudada a secarse por su adorado novio.

- te refieres a que ...

- si.

Después de eso no tuvieron más tiempo para hablar ya que la rubia empezó hacer un escándalo por su blusa mojada, etc.

- ¡¡hinata !!

- ¿eh? ¿Qué Paso?

- seis en un minuto.

- si, lo se, lo siento.

- bien, que te parece si ...

- ¿si? - la ánimo a hablar.

- hay una fiesta en la casa del amigo de un amigo.

- no, sabes que mañana tengo que ir a tu ya sabes donde.

- si, lo se, lo se, pero solo serán unas copas, estará Ino y no se que otros de tus compañeros, por favor, lo necesito, y no quiero ir sola.

- papá no nos va a dejar.

- no tiene porque enterarse.

- es el complejo hyuga.

- si, y somos las princesas del byakugan.

- no puedo creer que tu me estás ofreciendo esto, ¡tu!

- por favor, te lo imploró - suplico, mientras juntaba sus manos con el piso, en un intento desesperado.

- bien, pero si algo pasa, será tu culpa.

- hmp.

Así ambas herederas escaparon a mitad de las noches, sin que nadie se percatara, saltaron por los techos hasta llegar a una residencia morada.

No hay lugar como el hogar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora