El pueblo sufrió un gran ataque de monstros llevándose la vida de los padres del pequeño de aquel entonces 4 años, dejándolo sin nada en esta vida, nada para continuar, ni un guía para aprender a vivir.
Por lo que, el patriarca Burak, al no poder concebir un hijo en su vida, decidió acoger al pequeño Revali sobre su ala, con la esperanza de poder curar su mirada llena de dolor y su corazón roto. A pesar de sus buenas intenciones lastimosamente las cosas no salieron como él esperaba, su trabajo como líder de la aldea le dificultó criar al joven, impidiéndole pasar una buena cantidad de tiempo con él y brindarle el suficiente calor de un hogar, impidiéndole ser un buen padre. Actualmente, su mayor arrepentimiento es no haber podido ser un mejor padre para Revali.
Mientras el joven Orni crecía, su destino se empezó a forjar. A sus 5 años su afición por la arquería comenzó al ver a los fuertes guerreros que llegaban a la aldea todos los días, pero hubo un día en especial donde la forma de ver el mundo cambio para Revali.-Oye ¿Tú padre ya llegó? Ayer vi como atacaba a una gran orda de monstros en las afueras de la aldea ¡Quería saber cómo lo hizo, fue increíble! -Le preguntó un pequeño Revali, completamente emocionado, al hijo pequeño del increíble guerrero orni que vio el día anterior, del cual había quedado fascinado, y había decidido ir a verlo a su casa.
-Sé que fue increíble, es mi padre después de todo. Pero lamento decirte que él no tiene tiempo como para hablar con bebes como tú. -Respondió el otro niño con odio en su voz-Esta muy ocupado entrenando como para responder tus preguntas, así que te aconsejo que te des media vuelta y regreses por donde viniste, tonto. El pequeño tenia plumas y ojos de un resaltante color café.
La voz de Revali no pudo evitar volverse temblorosa- No puedes decirme que hacer. -Cruzó sus brazos en busca de protección.
El otro niño, de nombre desconocido, sabia quién era Revali, sabía que todos los adultos de la aldea le tenían cariño y lo mimaban por alguna razón que sus padres no le habían querido decir por ¨ser muy pequeño para entenderlo¨. Aunque no lo admitiera, sentía grandes celos hacia él. Esta era la oportunidad de hacerlo pagar.
-¡Te dije que te fueras!-El niño empujó al piso al joven de plumas azules.-No permitiré que veas a mi padre nunca. Ahora vete a llorar con tu padre. -Se fue del lugar dándole la espalda a Revali mientras se reía.
El pobre niño llegó a su hogar esa noche con su ropa sucia, la cara llena de lágrimas y adolorido. En su camino, todos lo habían visto correr hacia su casa y eso lo hizo sentir completamente avergonzado, pero aunque él no lo supiera, ningún adulto juzgaría a un niño por llorar, intentaron acercarse pero el pequeño los alejo. Al llegar, el patriarca Burak lo vio en tal estado y dejo todas sus tareas de lado y acompañó al niño hasta que terminara rendido ante el sueño, sin poder haber obtenido la razón de sus lágrimas.
En ese día, Revali juro para sí mismo que nunca dejaría que nadie lo volviera a lastimar, ni lo volvieran a ver cómo un débil.
Nunca más.
Tiempo después, Revali comenzó su entrenamiento de tiro con arco. Todos sus esfuerzos lo llevaron a cada día mejorar más y más. Hasta llegar a ser lo que es en la actualidad, ser conocido como el Campeón de los Orni y ser el piloto de la sagrada Bestia Divina Vah Medoh.
Pero lamentablemente, en el proceso de convertirse en lo que es ahora, hubieron malas miradas.
Algunos sintieron celos y envidia del rápido aprendizaje de Revali. Muchos soldados idiotas disfrutaban ir a las sesiones del joven guerrero a recordarle todas las cosas que están mal en él, solo para que Revali les venciera de una forma humillante en un duelo, y verlos irse con una mirada que mataría.
Esto pasó en casi todos los entrenamientos de Revali.
Pero en especial, había una pequeña piedra en el zapato del arquero no se podía librar
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Volviendo a la mañana del presente día.
Revali y Link despertaron al salir el hermoso sol sobre Hyrule, y después de una muy necesaria (y privada) sesión de abrazos, Revali fue a cumplir con sus deberes diarios, mientras Link satisfacía a su curioso espíritu aventurero explorando la aldea. El orni le comento a su amante que volvería a la aldea antes del atardecer, dicho esto, partió hacia su destino.
Link quiso acompañarlo, pero Revali le dijo que no sería buena idea, ahí habría una presencia indeseada para el orni, y no querría que el ánimo de su espadachín se viera afectado, pero prefirió omitir eso y solo le dijo que mejor se quedara en la aldea.
El arquero se dirigió hacia la Zona de entrenamiento, donde ese día su misión como Capitán de la Guardia Orni sería practicar con los demás soldados y entrenar a los novatos. Todo este se realizaría con armas sin fijo y flechas sin hoja, para prevenir accidentes.
La mayoría de las veces ese lugar solo lo ocupaba el Revali para entrenar su Furia, pero con el tiempo se había vuelto un segundo hogar para él, un lugar donde se siente seguro y relajado, alejado de todos los demás. Tal vez fue por eso que su mente había decidido llevar a Link ahí el día en que confesaron sus sentimientos...
Pero hoy ese lugar sería utilizado para el propósito por el que fue construido, entrenar a novatos y mostrarles nuevas habilidades en el combate, así como expectar una pelea entre dos soldados avanzados.
Cuando el orni de plumas azules llegó media hora antes de la fecha acordada, ya había unos pocos novatos, algunos se dedicaron a preguntar sobre cómo es ser el campeón de los Ornis, entre otras cosas.
Todo iba bien para Revali, hasta que llego... él.
Zatko.
Zatko...
Él aterrizo en la plataforma exterior de la cabaña, con su petulante aleteo de alas que era propio de él. Con solo sentí el espeso aire chocar con sus alas, la sangre del campeón hirvió.
Todos voltearon a ver al recién llegado orni de plumas y ojos cafés. Su presencia intimidaba, pero Revali nunca dejo ver que le afectara.
Aunque en el pasado lo hubiera hecho.
-Buenos días caballeros-Se presentó-Espero que estén preparados para ver una batalla increíble-Dijo mientras movía sus alas con jactancia, con su mirada puesta en Revali.
En busca de demostrar su autoridad: ¨Saludos Zatko, pero lamento decirte que aún no sabemos quién peleara contra quien, por si no sabías, nosotros no seremos los que decidieran quienes pelearan al final del día darán la demostración, los veteranos escogerán a los que demuestren más destreza y habilidad en el entrenamiento¨ Habló Revali mientras caminaba hacia él con el pecho alzado.
-Y ese seré yo- Susurro el de plumas cafés solo para la escucha del campeón.
-Ya veremos eso- Respondió. Los dos se miraron con fuego en sus ojos, con el ceño fruncido en molestia, no separaron hasta que uno de los veteranos de la guardia llego a cortar el mal ambiente formado. Los novatos miraron la escena con incomodidad y confusión, no entendían porque los dos guerreros se llevaban mal, pero lo dejaron pasar.
La hora de empezar las actividades llego, los veteranos del ejecito orni llegaron y junto a Revali y otros guerreros se dedicaron a entrenar a los novatos hasta la tarde (con sus debidos descansos). Algunas veces Zatko se dedicaba a criticar el estilo de pelea de Revali, y éste en respuesta le devolvía el tiro.
Revali quiere a Link, pero si él estuviera aquí, probablemente Zatko acabaría el día sin poder volar.
Todos demostraron cuanto podían hacer durante del día, y el momento de decidir a los combatientes había llegado.
Todos tenían curiosidad de quienes serían lo que darían la pelea de demostración y saber quién era el mejor guerrero de la aldea.
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disculpen la tardanza jajatuve un bloqueo de escritor, pero pronto vuelvo a actualizar
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Te volveré a abrazar algún día - Revalink
FanfictionLink y Revali se aman, pero a la calamidad no le importo destruir un amor tan hermoso Gracias a @peta_perico por el dibujo de la portada, pueden ir a su twitter Los personajes pertenecen a Nintendo