Amelie apretó el móvil entre sus manos. Agitada. Pero no lo daba a notar. Soltó un suspiro. Sus tres mejores amigas habían desaparecido en lo que iba la noche y si el instinto no le fallaba...ella podría ser la siguiente en desaparecer.
- ¿Quién eres? – preguntó al teléfono. Nadie le respondió. - ¡joder, me has estado llamando toda la puta noche! – gritó desesperada. Tenía 16 llamadas de ese número y ni siquiera sabía de quien se trataba – tú...tú las has secuestrado...- farfulló Amelie, refiriéndose a sus amigas.
- Se donde estás ahora – le respondió él. Tan mecánico y relajado. – te estoy viendo. - Amelie solo logró ponerse más nerviosa al oír esas palabras. Miró a ambos lados de la habitación, estando completamente sola – así que...escucha, necesito que salgas de la habitación en donde estás.
- No lo haré. – respondió ella. Nerviosa.
- Nena, tienes dos minutos para salir de tu preciosa habitación ¿vale? O si no me tocará a mí tener que sacarte de ahí... si es que no nos quedamos un rato a probar la cama...
- ¿Vas a matarme? – susurró Amelie. Apunto de derramar las primeras lágrimas de la noche.
- Sal de la habitación. – le dijo serio. Sin escrúpulos, como siempre. – o esta vez te juro que mato a una de las putas que me he traído. – y rio por el teléfono. – no, no...quiero decir: tus amigas.
Amelie salió fugaz de su habitación. Casi corriendo, jadeante y con el pánico en la garganta.- Eso es...- susurró Payton, por el teléfono. – ahora ve a la cocina.
Y entonces, una ligera idea se instaló en la mente de Amelie. Colgó el teléfono y corrió con todas sus fuerzas hasta la puerta principal de la enorme mansión de sus padres en Las Vegas, pero cuando intentó abrir la puerta...ya era demasiado tarde.
- Ah, ah. – negó él. – te dije que vayas a la cocina. - Amelie sintió las manos de aquel hombre apretarle la cintura, sintiendo el contacto de su piel con la suya, tibia, temblorosa, suave, un desliz jodidamente provocador y sensual, pero que a la misma vez la sumía con salvajismo entre los brazos de él. Payton le tapó los labios a la misma vez que obstaculizaba su respiración. Y antes de que ella pudiera caer desmayada, Payton le susurró algo en su oído. – resultaste más guapa que las demás, eso... - delicadamente se hundió entre el cabello de Amelie, entre su apetecible olor, la estaba dejando sin conciencia, y poco a poco se sentía dueño de ese cuerpo que ella manejaba. Ese, que empezaba a ponerle al cien. – me gusta...
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Secuestrada - Payton Moormeier (1)
Historical FictionAmelie Wasserman es una hermosa joven de familia rica, siempre había vivido tranquila pero desde hace unas semana sus amigas, también de familias adineradas, habían desaparecido sin dejar ningún rastro ¿que había pasado? y ahora ella tenia miedo..."...