Abrió una lata de Red Bull y se la tomó completa. Para luego estrujar la bebida y tirarla al suelo. Sus músculos estaban tensos, en especial los bíceps, pero que bien se veía igual. Guapo. Guapísimo. Traía los pantalones a la cadera, algo que le hacía sentir relajado, justo como necesitaba sentirse en ese momento. Caminó de un lado para otro, tomándose la última lata de Red Bull, hasta que por fin la puerta de ese descuidado departamento, que había rentado por unas horas, empezó a sonar.
Chase, Jackson y Vinnie entraron al departamento. Cada uno con una cazadora de cuero puesta.
- ¿Dónde están? – le preguntó Jackson al castaño. Payton señaló la primera puerta del pasillo de habitaciones. Sin siquiera hablar. Los tres hombres que habían entrado caminaron hasta la habitación, en donde cuatro chicas se encontraban inconscientes. – vaya, vaya...- rio Jackson, al observar a las cuatro mujeres sobre el suelo. Guapas. Sensuales. Jodidamente provocativas. Una de ellas sobre todo, le llamó la atención. - ¿a cual me llevaré? – preguntó riendo de nuevo, y el sollozo de una de ellas se escuchó fuertemente. – Shh...- dijo colocando su dedo índice sobre sus labios.
- Tú escoge. – le indicó Payton.
- La quiero a ella. – señaló con el dedo a una de las dos rubias que sobresalían entre las cuatro. Todas empezaron a sollozar, completamente asustadas. Payton la ayudó a pararse y se la entregó a Jackson.
- Yo quiero a la última. – señaló Chase. Payton la ayudó a ponerse de pie, y se la entregó igualmente a Chase. Quedándose con solamente dos mujeres.
- Yo a ella. – sentenció Vinnie, señalando con la punta del dedo índice a Amelie. Fijándose minuciosamente en el bonito escote que tenía en su blusa.
- No. – negó Payton. – ella es mía.
- ¿Y desde cuando tú eliges?
- He hecho la mayor parte de esta jodida misión. Lo justo sería que yo me la llevara. – le dijo Payton. De alguna manera su sentencia tenía fundamento, pues Amelie manejaba más cuentas bancarias que las demás.
- Vale, vale...- contestó Vinnie, fastidiado. – me llevo a la otra.
Y al cabo de dos minutos, tres hombres tenían a tres mujeres junto a ellos. Tres secuestradas. Con la intención de hacer que cada una de ellas, roben a sus propias familias accediendo a las cuentas bancarias de estas. Cada hombre se iría con una de ellas a distintos lugares del mundo. Para no poder se encontrados jamás. Y volver con las manos llenas de dinero, con las secuestradas...muertas.
Payton cerró la puerta, su destino era Paris. Partiría de Las Vegas esa misma noche, antes de que se hiciera pública la desaparición de Amelie y empezaran las investigaciones. Se volteó, ahora se escuchaba tan solo el apacible silencio entre los dos. Sentía los bonitos ojos de Amelie sobre él, observándolo... observándolo todo el tiempo. "¿Qué más quieres mirar nena?" Sonrió "Tal vez más abajo..."
- ¿Qué miras? – le preguntó. No obtendría respuesta, pues Amelie traía la boca tapada. Se acercó a pasos lentos hacia ella. Pudo darse cuenta de lo asustada que estaba cuando sintió que empezaba a temblar, cada vez que se le acercaba más y más. - ¿Por qué el miedo? – le preguntó, y soltó el pañuelo que ataba sus labios. Amelie soltó un respiro.
- ¡Déjame salir de aquí imbé...
- Hey, hey... - posó sus manos sobre los labios de Amelie. Ella, al no poder defenderse solo se quedó callada. – no se insulta al jefe guapa...
- No me llames guapa. – le pidió ella. Enojada. Payton sonrió. "Bonito carácter..."
- ¿Y como te llamo? - aprovechó que aún se encontraba atada de manos y pies. - ¿fea?
- Van a encontrarme. – le dijo ella. Y eso pareció molestar a Payton más de la cuenta, cambiándole por completo el ánimo.
- ¿Te piensas que es fácil muñeca?
- No me llames muñe...
- Te estoy hablando. – le dijo firme. Amelie se quedó callada. – no lo es conmigo ¿vale? Acostúmbrate. Ningún estúpido policía va a encontrarte mientras estés conmigo. Estás con el mejor. – de pronto una leve oleada de deseo invadió a Amelie al escuchar esas palabras. Observó a Payton, embelesada por esos enormes ojos mieles que recién empezaba a ver. Al igual que su cabello castaño, una combinación perfecta con su piel. Unos bíceps ligeramente cubiertos por capa de sudor. Unos labios rosados, deliciosos con solo verlos. – el mejor secuestrador de todos ¿me has oído? – la miró a los ojos. – y te irá mejor si no intentas nada nena, no querrás conocerme de verdad... - le advirtió. - alístate... – le dijo por última vez. - nos vamos a Francia...
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Secuestrada - Payton Moormeier (1)
Fiksi SejarahAmelie Wasserman es una hermosa joven de familia rica, siempre había vivido tranquila pero desde hace unas semana sus amigas, también de familias adineradas, habían desaparecido sin dejar ningún rastro ¿que había pasado? y ahora ella tenia miedo..."...