Secuestrada - Payton Moormeier (1)

15

Y esa fue la última palabra que hizo que Payton no se lo pensara dos veces. La cogió de los muslos y la cargó, haciendo que Amelie entrelazara sus piernas tras su espalda. La toalla quedó subida hasta el último punto de sus muslos. Payton la cargó hasta el diván, para luego acostarla sobre él. Amelie lo miró desde abajo, sus ojos fueron a parar en la erección de ese hombre tan estupendamente salvaje que le ponía tanto. Él no dudo en bajarse los pantalones y el bóxer, sin previo aviso, los ojos de Amelie se nublaron por un momento, estaba viendo demasiado, empezaba a mojarse, sentía la esa fina humedad en su sexo. Él estaba en frente suyo, completamente desnudo. Le parecía un sueño. Era perfecto. En cada rasgo. Cada centímetro. Cada parte de su cuerpo, incluyendo su gigantesco pe.ne. Ahora sí estaba mojada. Lo necesitaba dentro de ella, moviéndose en su cuerpo, llenándola con esa enorme po.lla...

- Fóllame duro Payton, duro. – él se inclinó sobre su cuerpo, se sostuvo de los codos para no aplastarla, aunque tampoco aguantaría mucho. Las palabras de Amelie tenían su miembro más erecto que nunca. Solo bastaba un solo jo.dido contacto y derramaría todo su líquido sobre sus piernas.

- Eso haré nena... - le afirmó él. Bajó la cabeza para quitarle el pequeño nudo a la toalla que Amelie tenía, con los dientes. La abrió, un lado a la izquierda y otro a la derecha. De pronto tenía el cuerpo de Amelie desnudo frente al suyo, empezó a agitarse, jadeante, volvió a inclinarse para besarle los senos, abriendo su boca y comiéndose ese delicioso caramelo, para luego morderlo con delicadeza.

- Ah... - gimió ella. Se estremeció por completo. – Mnh... -volvió a decir. Se movió de pies a cabeza. Payton volvió a morderle un pecho. – oh, si...sigue...

- Voy a hacerte esto y mucho más preciosa...

- Dímelo... - le rogó ella, antes de que él pudiera inclinarse para saciarla mucho más. - dime lo que me harás...

- Te sorprenderías...

- Quiero escucharlo. – susurró ella. Payton sonrió. Que buen sexo tendría esa noche. Con una mujer de su talla. Jo.der, lo disfrutarían al máximo

- Abre las piernas. – le ordenó. Amelie lo hizo, mientras él posicionaba su pe.ne en la entrada a su sexo, lo rozó suavemente por sus labios vaginales, sintiendo que Amelie le apretaba la espalda, deseosa por tener adentro de una vez. - ¿quieres saber lo que te haré muñeca?

- Sí... - dijo ella, exhausta. Quería escuchar palabras eróticas de la boca de Payton. Que la excitara más, aunque no estaba segura si podría estarlo más.

- Te voy a follar preciosa, te la voy a meter tanto... tan dentro que vas a gritar... - Payton tomó impulso, su miembro entró con fuerza al sexo de Amelie, esta entreabrió los labios y soltó un respiro. – y vas a pedirme más y más , hasta que tu co.ño se acostumbre a mí...a mí y a lo que te voy a dar...