Capítulo XXII

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Me despierto sobresaltada de una pesadilla en donde la protagonista era Susan, donde nos volvia a abandonar, pero esta vez, se llevaba a Cath con ella y a mi me dejaba sola en la penumbra. Observo confusa a mi alrededor mientras intento calmar mi acelerada respiración.

-¿Estas bien?--pregunta Alex. Si, insistió en quedarse hoy en mi casa.

-Yo...si, fue solo un estúpido sueño--digo balanceando los pies fuera de la cama y poniendome en pie. Solo llevo un shortcito diminuto con una blusa de tirantes blanca. Veo como Alex me recorre el cuerpo con la mirada, yo chasqueo los dedos en frente de el.

-Hey, hey, que tanto me ves--le digo en broma, Alex se incorpora en la cama y se abalanza sobre mi, me toma de la cintura y me avienta sobre la cama. Yo chillo por la sorpresa e intento escaparme de sus prisioneros brazos.

-¡Sueltame!--no puedo parar de reír, si sigo a este paso voy a morir.

-Oh, no, Alicia--y entonces empieza a hacerme cosquillas sin piedad. Oh no. No. No. No.

-¡Basta!--me retuerzo debajo de el, intentando en vano que me libere. Cuando por fin lo hace, tengo a mi novio justo encima de mi y nuestras respiraciones están aceleradas. Entonces nos miramos directo a los ojos, y su mirada se oscurece, y es como si tuviera una conexión directa con mi entrepierna, se inclina lentamente y empieza a besarme el cuello, succiona y besa por toda la superficie de mi piel, y va dejando un reguero de ardor por donde su boca ha pasado. Pongo las manos en su pecho y empiezo a desabrochar su camisa, mientras que él sigue besando, sube por mi clavícula hasta mis labios, y me besa apasionadamente, yo suelto una especie de gemido lo que le da completo acceso a mi boca.
Mete las manos por mi camiseta y va subiendo hasta mis pechos.

-Creo que no necesitaremos esto--murmura con su voz ronca, yo me siento para que pueda sacarme la camiseta con facilidad. También le saco su camisa a él por los hombros y toco su perfecta espalda, sus músculos son tan definidos. Nunca lo había notado.
Tengo que parar. Me digo a mi misma.
Pero no puedo. Y no quiero.

Alex se deshace de mi pequeño shorcito, así que ahora solo estoy en ropa interior, frunzo el ceño porque el todavía tiene los pantalones de pijama puestos. Lo abrazo con las piernas y con ayuda de mis talones y pies le intento sacar los pantalones, aunque sn mucho exito. Él se rie y se aparta un momento para quitarselos junto con los boxers.
Ahora esta completamente desnudo. No es exactamente delgado, puedo notar bajo mis manos que esta en buena forma y condición. Alex me roza las piernas con las yemas de los dedos hasta llegar a mis caderas, introduce el dedo índice y el pulgar dentro de mis calzoncillos y me acaricia dulcemente el clítoris...y yo estoy a punto de arder por combustión espontánea. No se entretiene demasiado en mi parte íntima, si no que me saca rápidamente los calzoncitos de encaje por las piernas, dejandome necesitada por un breve momento.

-Eres tan hermosa--comenta. Yo me ruborizo de alegría. Se vuelve a inclinar sobre mi y puedo sentir su erección, dura.
Diablos, lo necesito dentro de mi. Ya. Quiero que se deje de los preámbulos y se pierda en mi, así como yo me quiero perder en él.

-¿Dónde están los condones?--su pregunta me deja un momento descolocada, luego recuerdo y le señaló el buró. Él se estira y toma una caja de condones de donde saca un paquetito plateado. Me observa con lujuria mientras se lo enfunda.

De repente, no se porque me viene a la mente el día en que perdí mi virginidad, fue tan dulce, aunque después de unos meses el chico fue un completo imbécil.

Aparto el pensamiento de un manotazo y me concentró en lo que me pregunta Alex.

-¿Estas lista?--pregunta con esa sonrisa pícara en la cara y con la voz ronca.

-Si--mi voz apenas es un susurró. Entonces me penetra suavemente y comienza a hacerme el amor dulce y tierno.

Hola. Disfruten este capítulo donde se aprecia el amor que hay entre Alicia y Alex.
Besos. :*

Enamorada de mi Mejor AmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora