cap 62

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la mañana pasa rápido con demasiado trabajo, luego de varias semanas de vacaciones decidí hacer algo porque estaba muy atrasado con papeles para firmar y proyectos nuevos que renovar, ahora me tocaba estar en una reunión que obviamente decidí hacerla en casa por cuestiones obvias no me quise ir, no quise dejar a ari sola ya que Amanda estaba enferma ahora ella estaba enfrente mío en mi pequeña oficina, estaba con su ropa de dormir y una taza de té en mano ya que se había preocupado al no verme en la cama, sus ojeras hacían resaltar sus lindos ojos, y me encantaba

-puedes irte si quieres, no es necesario que te quedes -le sonrió con amabilidad-
-te da vergüenza? estas nervioso? -murmura-
-no, claro que no, yo nunca estoy con vergüenza y menos nervioso -toso-
-no puede ser -chilla- el señor Lucas schmidt con vergüenza, nunca creí verte así -rie y su risa hace eco por la habitación y si fuera otra persona me enojaría, pero ella estaba riendo y su risa me encantaba-
-no estoy nervioso -le repito y trato que mi voz salga con furia, y al parecer si sale como lo pensé porque su risa se corta y hace silencio por un par de minutos, termina su taza de té justo cuando mi reunión empieza, ella se va enseguida y en silencio, quiero decirle que vuelva y ría nuevamente para calmar la tensión que sentía, pero mi trabajo va a ser siempre mi prioridad, la vulnerabilidad y el perdón en ese momento no era lo mío o por lo menos eso creía

Ella estaba sobre el sofá, tenía ambos senos descubiertos y que le estaba dando leche a los bebés _____ parece no querer más y empieza a chillar, ella trata de ponerlo ahora sobre su hombro y pecho para darle palmaditas, como no puede me apresuro y lo alzo, _____ se duerme con facilidad en mis brazos y _____ todavía sigue pegado al pecho de ari, subo a nuestra habitación y lo dejo sobre su cuna con cuidado, vuelvo y su mirada solamente está sobre el, en ningún momento alza su mirada hacia mi, estoy apoyado en la mesada de la cocina y ella está enfrente mío, el silencio incómodo que hay no se compara con ningún otro,
mi mente dice que me acerqué a ella, pero mi otra personalidad fría y mi orgullo, me hacen quedarme al borde de la situación, ahora estamos enfrentados sin ningún bebé de por medio ya que ella lo llevo a la cuna, por primera vez después de varios meses, el mal clima y las malas acciones volvieron
Ambos estamos acostados a cada punta de la cama, el clima frío me hace querer acercarme a ella, abrazarla y llenarle la cara de besos, pero no puedo

-lo siento, si te llegue a sentir incómodo en tu propio ambiente -murmura-
-no te disculpes pero ya sabes como soy, no por haberte casado conmigo y darme dos hijos, tienes que entrar en mi lugar, ya hablamos de esto una vez -murmuró, ella no dice nada solo se da vuelta y me da la espalda, lo único que se escucha en la habitación son las respiraciones de nosotros cuatro-

A las siete de la mañana estoy sentado delante de mi escritorio con una pila papeles que seguro son aproximadamente más de cien, antes de salir de casa me aseguré de hacer cada movimiento en silencio y haber hablado con los padres de Ariana para que estén con ella en el día, estar en la oficina con la puerta abierta me hace poder ver a cada empleado y empresario de la compañía, mi nueva asistente está aún en prácticas por lo que entendí, la preocupación entra en mi cuerpo al ver lo pequeña que es, varios moratones llenan su cara y piernas, ya que la falda que tiene hasta las rodillas dejan verme sus piernas, a las cinco de la tarde pido que venga conmigo ya que en ese horario la mayoría de los empleados ya no están, la muchacha llamada Valerie, ve la gran oficina con los ojos abiertos y con miedo, está sentada en frente mío pero cada vez que la veo cierra los ojos, me asombra con el cuidado que habla como si, tal vez la fuera a lastimar
Ella entre murmuros me cuenta la verdad a través de sus golpes, que son ocasionados por su pareja, ella termina el día en mi auto en frente de su casa, ya que por el horario decidí llevarla a unas calles antes de su casa, son las siete y la noche ya esta aquí, el trayecto a casa se pasa rápido y en mi cabeza pasaron todas las palabras que Valerie nombraba.

El silencio, las luces apagadas y el frío de casa, me recibieron, el único ruido que se escucha a lo lejos es el de la televisión de nuestra habitación, dejo mi saco y zapatos al lado de la puerta y voy a la habitación y ahí estaba ella, con la televisión prendida, hecha una bolita en la cama y pegada a nuestros bebés, tomó a cada uno con cuidado y los voy dejando en sus respectivas cunas, luego me saco rápido el pantalón, apago la tele y me acuesto pegado a ella para abrazarla, su calor me hace bien y se que yo le hago mal, ella solo se da vuelta en mi dirección y apesar de que este durmiendo le empiezo a murmurar palabras de disculpas, mi cabeza da vuelta toda la noche pensando sobre ella, Valerie, mi padre, mi hermano, mi hermana y de cuanto extraño a ambos, me duermo en algún momento abrazada a mi esposa que es donde se que pertenezco t prefiero disfrutar mucho porque tal vez, no queda mucho tiempo

daddyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora