cap 65

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la mañana siguiente me desperté por culpa del ruido de agua de la ducha caer
mis manos están inquietas y las paso por cada parte de mi cuerpo y siento como cada tacto me excita peor, mis manos quedan apoyadas en el borde de mi braga, con una mano corro esta misma y introduzco uno de mis finos y largos dedos dentro mío, dentro de mis labios vaginales, la otra mano está sobre mi seno apretandolo y estimulandolo cada segundo
mi espalda que está apoyada en el colchón se arquea por el placer que mis dedos me están dando, muerdo mi labio con fuerza para que mis gemidos no se escuchen por fuera de la habitación y a medida de que mis dedos se mueven más rápido, empiezo a sentir el gusto a sangre en mi paladar, al escuchar el ruido de la puerta del baño mi corazón se acelera cada vez más pero mis movimientos no paran, él, esta parado en el borde de la puerta del baño con la toalla por la cintura y con un montón de gotas al rededor de su pecho, su mirada está clavada en mi o mejor dicho, en donde mis dedos están puestos, la tensión de sus ojos se marcan por todo mi cuerpo haciéndome estremecer, el fuego y dolor se hace presente en mi estómago avisandome de que mi orgasmo estaba llegando y así fue segundos después, luego de eso el se acerca a mi y en cuestión de segundos esta sobre mi besándome y con sus manos en mi cintura tratando de pegarme lo suficiente para que nuestra piel esté en contacto constantemente, su miembro roza mi intimidad al mismo tiempo en el que el se mueve cada segundo, me doy vuelta dejando que su mirada caiga sobre mi espalda y cuello, mi trasero se mueve con necesidad en busca de una sola cosa y eso obtengo minutos después, mis ojos se ponen blancos cada vez que el entra en mi, nuestras manos están juntas y apretadas, el sudor empieza a aparecer en cuestión de segundos como el dolor en mi estómago, el sale de mi sin ningún cuidado obteniendo un gritito de mi parte, sus labios pasan por toda mi espalda para luego separarse de mi

-no te muevas -murmura en mi oído antes de irse y volver un minuto después con un pote de salsa de chocolate y una corbata con cuatro pedazos de soga que me ata en manos y pies, por el momento me quedo apoyada en cuatro sobre mis rodillas y estoy con los ojos vendados.
empiezo a sentir el frío chocolate por toda mi cintura y trasero, su lengua pasa por aquí haciéndome estremecer soltando un jadeo de placer, muerdo mi labio pero su dedo se apoya en este abriendo mi lengua

-quiero escucharte, quiero que todos escuchen lo mucho que te encanta que te haga mía -murmura con la voz ronca, una sonrisa se plasma en mis labios al escuchar sus palabras, le hago instantanamente y dejo mi boca entreabierta para poder soltar cada mínimo grito de placer, su lengua me acaricia y succiona cada parte de mi cuerpo, me doy vuelta sin importarme que este atada solo quiero que el chupe otras partes de mi cuerpo y eso hace, leyendome la mente, el líquido de la salsa de chocolate anda por mis senos y, el los chupa y los muerde haciéndome gemir, su lengua baja luego a mi vagina haciendo movimientos que nunca antes había hecho, mi espalda se arquea cada minuto que su lengua se mueve dentro mío, el pone un poco más del chocolate pero esta vez sobre mi boca besándome sin parar cuando al mismo tiempo entra en mi sin ningún problema estaba bastante húmeda para que me llegue a doler la estocada, el se mueve sin parar un segundo, la cama rechina cada vez que el se mueve rápido sobre mi, ambos lo estábamos disfrutando a lo máximo que hasta no quería parar más o tal vez quería volver a hacerlo, al llegar al punto máximo mis piernas se quedan temblando y mi respiración se queda acelerada como nunca antes la había tenido, el me saca la corbata de los ojos y hace lo mismo con las sogas de manos y pies, el me saca de la cama y me hace ponerme de rodillas en el suelo, hago caso sin ningún problema y levanto la mirada al tenerlo cerca mío, su miembro erecto roza mi boca y el a lo alto me tira el líquido de chocolate que cae en mi cara y en su miembro que placeramente chupo como si de una golosina se tratase

daddyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora