Historia de Mikey x lectora, Si quieren saber que pasa leanlo muajajaj
A excepción de la familia de la rayis (y tal vez algun extra) losneprsonajes no me pertenecen
Actualizaciones inpuntuales o cada 2 días :v gozenlo
—eehhh~ con que esta es una imagen de la pandilla de Shin-san — observé con cuidado el marco entre mis manos. En ella había 3 personas de pie y en el centro de ellas estaba Shinichiro, sentado como indio, en medio de las calles. — Una de las personas detrás de él parecía ser Omi-Omi. Ya le preguntare— Mikey! ¿Puedo tomar una foto?
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—¿para qué quieres una foto de una foto? —el Rubio me contestó poniéndose una camisa.
Hace apenas media hora había llegado a casa de Mikey. Tenía miedo de que se olvidara que habíamos quedado o que se quedaría dormido. Cuando llegue efectivamente, estaba dormido.
Mikey comenzo a quitarse el pijama. Mientras se vestía me dediqué a mirar alrededor por respeto (aunque ganas de observar no me faltaban) , en una de las estanterías, pude divisar la imagen de los fundadores de los black dragons. Shin-san se la había dejado mientras le explicaba a Manjiro sus "increíble " hazañas.
—listo, vamos donde siempre! —ya estaba vestido y listo para salir. Le pase una pequeña mochila suya que tenía regada por el suelo, como siempre, desordenado — y esto?
—para guardar la sorpresa~ jeje! Me alegra de que hoy haga fresco o sería mortal ~
— Hum —asintió —date prisa, quiero llegar el primero!
—y eso? —normalmente Mikey no se preocupa por estas cosas
Ambos salimos del cuarto para llegar al pasillo, caminamos haciendo crujir las tablas de madera en el suelo todo el camino hasta la entrada.
—¡El líder tiene que ser el primero en llegar!
—claro, lo que tu digas~ vamos o llegaremos tarde. —lo más seguro es que solo quieras llegar antes que Ken-chan
Salimos de la residencia Sano a paso tranquilo.
Aún siendo mediados de verano, el día era fresco y se agradecía el aire que corría en las calles. Nos reunimos con todos en la cafetería que solíamos frecuentar. Tienen un helado increíble y aire acondicionado.
Era un local pequeño, y por lo tanto, bastante tranquilo. Igual que el propietario, un viejito bastante amable y afable de quien sabe cuantos años. Ya nos conocía así que no se enfadaba cuando hacíamos ruido o cuando Baji y Draken se encendían.
Manjiro caminaba a mi lado, él rodeaba mi mano con la suya, agarrándola con firmeza y entrelazando sus dedos con los míos.
—Manjiro, porque agarras mi mano? — había comenzado a hacer este tipo de gestos no hace mucho, tal vez un par de meses. Poco a poco, su comportamiento se hacía más dulce al pasar de los días . Ahora, recientemente, había comenzado a agarrarme de la mano.
