Narra Alexandra :
Siento algo caliente en mi cara y es lo que me hace despertar.
Al abrir los ojos me doy cuenta que ayer me deje la ventana abierta junto con las cortinas y me giro hacia la mesita de noche para mirar la hora en mi teléfono, eran las 8:30 de un domingo, entonces supongo que mi padre estará todavía dormido.
De un momento a otro todos los recuerdos de ayer por la noche se me vienen a la mente y en seguida me siento mal, se me vienen a la mente todos los momentos en los que el estuvo ahí y ayer cuando quiso hacer lo mismo le hablé mal y me puse a gritarle.
Me pongo de pie y voy hacia la que se qué es su habitación sin hacer ruido y como he supuesto seguía durmiendo, me acerco a su cama poco a poco y me acuesto y lo abrazo, escondiendo mi cabeza en su cuello y me siento de nuevo en paz, me siento de nuevo en casa.
Enseguida me devuelve el abrazo y me pega más a el, no se cuanto tiempo estuvimos así pero fueron los mejores momento en meses.
Cuando me siento preparada hablo.
- Siento como te hablé ayer, es la primera vez en meses que lo ago y no supe reaccionar - dije en un tono bajito y levantado un poco la cabeza, con miedo a romper el momento que nos envolvía
- Lo entiendo, yo siento el haberlo echo tan pronto, se que tenía que hablar contigo pero tendría que haber esperado con todo lo de la mudanza el trabajo y todo son demasiadas emociones - dice con el mismo tono
- Entiendo que lo querías hacer y supongo que me ayudaría hablar de ello con alguien pero no se si sera muy pronto - y a continuación de decir eso me vuelvo a esconder en su cuello
El me empieza a acariciar la espalda con su mano derecha.
- Desde lo que pasó, fui a varios psicólogos y me dijeron que tenía depresión - dice soltando varias lágrimas
- Alex, cariño no tienes que hablar si no quieres - dice mi padre cogiéndome la cara - lo podemos hacer en otro momento
- Papa lo quiero hacer ahora - digo poniendo mis manos encima de las suyas - después de todo no me lo creía, pero cuando empecé a no querer quedar con la gente cuando se empezó a poder, el que me costará dormir o que tuviera problemas con la comida me lo empezé a creer, pero ya era muy tarde, ya no podía salir -
Después de eso se izo un silencio, pero no de esos incómodos, no sido uno de esos en los que te sientes acompañado y tranquilo.
Después de desayunar con mi padre, estuve un tiempo sacando todo y organizando tanto la ropa, como libros y aparatos eléctricos.
Sobre las 2 nos pusimos a comer, que comimos tortilla de patatas y fideos, aunque aya estado seis años fuera de españa le sigue saliendo igual, pero en ningún momento hablamos de nada de esta mañana.
Por la tarde sobre las 5 me despedí de mi padre y fui a dar una vuelta para despejar me.
Entre en varias tiendas que me resultaron bastante raras e interesantes y sobre las 8 y algo después de haber estado por varias partes de la ciudad entre a la parte donde decían que habían de los mejores restaurantes y bares de cuidad, la calle Nieuwe Binnenweg.
La calle donde vive mi padre.
Entre a uno de sus restaurantes que había visto que tenía buena valoración, que es de comida italiana.
Ya había avisando a mi padre que no cenaria en casa y a él le pareció una buena idea.
Al entrar vi varías mesas y unas lámparas que colgaban del techo muy bonitas, la iluminación le daba un buen ambiente y por el aspecto que tenía me iba dando buena pinta.
Al entrar me sentaron en una mesa, me pedí una Coca-Cola y para comer me pedí unos raviolis.
Mientras esperaban como mi mesa daba a la puerta iba mirando a la gente que entraba, eran de todas las edades, tanto matrimonios de gente mayor tanto grupos de 12 personas que no pasarían los 40.
De repente la puerta se vuelve a abrir y yo como había estado haciendo los últimos momentos volví a dirigir mi mirada allí.
Era un grupo de cuatro personas que rondaría mi edad sin fijarme mucho me di cuenta que eran 3 chicos y 1 chica, y de repente me fijé ese pelo negro lo había visto en otro sitio y era el chico que me ayudó en el avión, era los representantes de Italia en Eurovisión.
Me fijé en sus acompañantes la chica era la más bajita y tenía el pelo rubio e iba vestida con un traje que pude ver que iba a conjunto del de sus compañeros, el que estaba a su lado era un chico más alto, con el pelo castaño oscuro, y que se le veían varios tatuajes, al lado de este estaba otro chico con el pelo rubio, que estaba mirando su teléfono y al lado estaba el, con un traje negro y una camisa de color azul oscuro, iba muy guapo y cuando volví a mirar su cara me perdí es sus bonitos ojos.
Salí de mis pensamientos cuando el camarero me puso el plato de raviolis en la mesa y cuando fui a volver a fijarme en ellos en la puerta me di cuenta que no estaba, intenté buscarlos con la mirada pero no los encontré.
Ojala no sea la última vez que los vea, ese fue mi último pensamiento antes de ponerle la vista al plato y comer mirando el teléfono.
***
Se empieza a saber poco a poco más la historia, voy a intentar hablar de los problemas psicológicos y alimenticios que tuvo, si veis que algo estuvo mal porfavor comentármelo.Espero que os está gustando como está yendo la historia.
Que tal os está yendo la semana?
Besos.
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Casualidades de la vida
FanficDespués de este año de mierda y que después de años aya tenido que volver a vivir con su padre Alex Miller será una de las periodistas elegidas para ir a rotterdam para que presente todo el festival de Eurovisión durante la semana que dura y las dos...