9. el misionero

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Al entrar a aquel club; la música está estaba al tope, aunque, también se escuchaba los gritos de hombres y mujeres lanzándoles cumplidos sucios a las bailarinas de tubo.

Se sentó en una mesa apreciando el show desde lejos, un camarero apareció vestido de manera formal pero jodidamente sexy. Pregunto por si deseaba algo como: bebidas alcohólicas, privados, etc.

"Tengo un pase v.i.p" menciono con un semblante serio, mientras sacaba de sus bolsillos una tarjeta;  por un lado, dorada y por la otra tenía un estampado relacionado alas pinturas de fuera de aquel club "quiero un privado premium"

{I have a v.i.p pass/ i sant a premium private}

"De acuerdo, la habitación estará lista dentro de 10 minutos" hablo cortésmente alejándose de ahí e irse a alguna otra parte.

Mientras pasaba el tiempo Usa veía alguna de las tantas bailarinas, aquello le era aburrido. La única razón por la cual iba a aquel sitio era por las bailarinas exóticas que daban los privados.

[...]

"La habitación ya está lista" hablo el mesero para comenzar a guiar al contrario hacia allá.

El estadounidense lo siguió, aveces volteaba hacia los lados, viendo algunas personas se menoscaban observando a las bailarinas.

Entro ala habitación, la luz era roja tenue, ahí solo estaba un sillón y un tubo. Se fue a sentar en aquel sillón; esperaba pacientemente ala bailarina.

Comenzaba a pensar que lo habían timado, se vio interrumpido al escuchar una puerta ser abierta.

La bailarina se subió ala plataforma donde estaba el tubo, lo agarró con ambas manos para comenzar a menear su cadera de forma lenta y sexy.

Bailaba de forma exótica, Usa admirada el baile sin quitar su vista alas grandes caderas de ella. No sé dio cuenta cuando México se acercó de manera lenta y moviendo excesivamente su cadera. Al llegar al frente de el contrario, se subió encima de su regazo.

[...]

La ropa de el estadounidense comenzaba a desaparecer por la mexicana quedando solamente por la ropa interior. La contraria bailaba de manera seductora; mientras, se quitaba aquella ropa de encaje.

Respiraba de manera agitada y nerviosa, por alguna razón, se sentía más caliente que otras ocasiones. Con lentitud se quitaba su boxer para, ahora si, quedar completamente desnudo.

Ambos se miraron fijamente, apreciando la mirada de el otro. se acercaron con lentitud para luego fundirse en un beso profundo. al paso de los segundos se separaron, México se sentó en el sillón abriendo sus piernas dejando ver su vagina, con su mano derecha comenzó a masajear su clítoris de manera suave, mientras que, gemia suavemente.

"Mmh~ oh vamos que esperas para meterlo~" canturreo de manera seductora dejando de auto masajearse para ver la cara de el contrario quien tenia un gran sonrojo en su rostro.

Al ver como la mexicana se masturbaba se sonrojo notoriamente, no sabia el por que, no era su primera vez pero se sentía como si fuera sumiso e inferior, se armo de valor y se acerco hacia la contraria.

México sonrió lujuriosamente, para después mover sus caderas de manera lenta y tentosamente. abrió mas sus piernas al ver que, Usa ya estaba al frente suya.

con algo de nervios agarro las piernas de la tricolor cuidadosamente, las sostuvo en sus hombros para luego, dirigió su miembro hacia la vagina de la mexicana sin llevar a meterla, solo rozándola. México gemía un poco mas fuerte, mas se desesperaba al no sentir que el contrario la metiera. con pena, comenzo a entrar de manera lenta.

la tricolor solto gemidos de placer, sin esperar que el estado unidense entre completamente movio sus caderas hacia el contrario; asi, creando un choque se pieles algo obseno, dando animo a Usa para que comienze.

Animandose a meter su miembro a la entrada de la contraria, con lentitud, daba embestidas sin algún ritmo fijo, algunas veces podía ser rápido u otras bastante lento.

Aquello le encantaba a México, sentir y ver la inexperiencia de el estadounidense era toda una experiencia. Movió sus caderas hacia el contrario, haciendo que, el choque de pieles sea más notoria.

"Aah~ ¡Más rapido!" Exigió cegada por aquel placer.

Trato de acatar aquellas ordenes, más se sentía cada vez más intimidado por aquella chica. Mientras daba embestidas llegó a su clímax, causando que se corriera encima de él condón que traía puesto.

Su respiración se aceleró bruscamente, con ambas manos se dejó las piernas de la tricolor con cuidado en el suelo para luego  separase de manera rápida, así, causando un último gemido de la contraria.

"Ay, no aguantas nada" menciono burlona la mexicana, para luego tomar sus prendas de encaje e irse de la habitación, dejando a aquel estado unidense solo.

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Oigan yo continuaré la historia, por si están desde el principio de la historia sabrán que esta fue 2 veces abandonada ^^'

la historia le pertenece originalmente a -Ixabel-

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