Prólogo

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FRAN

Diez horas antes

Creo que estoy cometiendo una locura, lo creo, pero no termino de entenderlo porque todo es confuso para mí ahora mismo. ¿Quiénes son las personas junto a mí y por qué mi mejor amiga no deja de reírse como una bruja?

Mi madre me dijo que para ser una buena esposa no debo hacer muchas preguntas y por eso guardo el silencio. ¿El vestido que estoy usando de quién es? ¿Por qué siento la boca tan seca? Dios, quisiera tener al menos una respuesta.

Llevo una mano a mi cabeza y la sostengo para que todo deje de girar. El muchacho desconocido a mi lado me mira con preocupación; sin embargo, él entiende menos que yo, de ser eso posible. Sus ojos chocolates lucen brillosos y un tanto rojos, no puedo evitar preguntarme cuánta marihuana fumó antes de terminar a mi lado.

—¿Estás bien? —quiere saber, inclinándose ligeramente hacia mí.

—No lo sé.

—¡Ustedes estarán bien! —nos grita una chica que conozco vagamente a nuestras espaldas—. Solo digan que sí.

Y para mí esa parece una excelente idea. ¿Decir que sí a qué? Ni idea, solo sé que nada malo puede salir de decir sí de vez en cuando. Esa ha sido mi filosofía desde que me admitieron en la Universidad Phoenix hace tres años.

Sí a las fiestas.

Sí a enrollarme con chicos que no conozco.

Sí a los grupos de estudio con personas que saben menos que yo.

Sí a la gran billetera del padre de mi mejor amiga.

Sí al alcohol.

Sí a las locas bromas de fraternidad.

Sí a perder mi dignidad con algunos idiotas.

Y vuelvo a decir sí al señor que está frente a mí y espera una respuesta.

Todos gritan entusiasmados al oírme y escucho al hombre repetir la pregunta a mi acompañante. Él también dice que sí y otro coro de gritos nos rodea.

—¡Felicitaciones, bebé! —me grita Milan y puedo sentir el olor al alcohol en su alientoꟷ. Estoy muy orgullosa de ti y sé que tu mamá también lo estará. ¿Ya decidiste qué regalo quieres?

Niego con la cabeza porque no comprendo de qué habla, aunque termino riendo con ella porque todos parecen muy felices y me contagian su buen humor.

He dicho que sí.

Él ha dicho que sí.

Todos nos felicitan.

Y creo que quiero vomitar.

Y creo que quiero vomitar

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De una boda y otras mentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora