La muerte de Dream

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Gorge había llegado a la ciudad después de un día de camino, al llegar se dirigió directamente a la prisión, necesitaba buscar el libro antes de que alguien más lo encontrara, antes de que Quackity lo encontrara.

Pasaron unas horas ya estaba oscureciendo y George sacó la brújula, apuntaba a su cabaña oculta, hacia Dream.

De repente una luz alumbró su espalda, por inercia ocultó la brújula.

-¿Quién está ahí?- dijo una voz a su espalda, estaban alumbrando lo con una lámpara.

Gorge volteó lentamente, la luz no lo dejaba distinguir hasta que se puso de pie y pudo ver un ojo negro y uno azul casi blanco con una cicatriz desde la ceja, era Quackity sin duda.

-¿Qué quieres?- Dijo George empujando la lámpara, logrando ver mejor después de unos segundos el rostro del torturador de Dream.

-Quiero saber que haces aquí-

-No es obvio, estoy buscando a Dream-

-Es un poco sospechoso que no lo buscaste el día del derrumbe, pero aquí estás dos días después como si no te preocupara nada-

-Estoy buscando a Dream justo ahora... porque justo ahora llegué a la ciudad, y encontré la prisión así, pero espero equivocarme, seguro ustedes lo evacuaron antes del derrumbe, ¿no es así?- dijo George serio.

-No hubo evacuación- fue lo único que respondió Quackity, y en un momento George comenzó a llorar, eran lágrimas pequeñas pero podían verse incluso en la oscuridad de la noche.

Las nubes que habían se dispararon y la luz de la luna le permitió ver mejor a George, no había duda, estaba llorando.

-Y..yo...-Quackity no sabía que decir -George, por favor no llores- decía intentando calmarlo.

-Dream puede estar muerto aquí abajo, no me digas tonterías, además yo sé lo que le hacías ahí dentro, ¿cómo sé que tú no provocaste esto?- decía George gritando y gimiendo mientras golpeaba los hombros de Quackity haciéndolo retroceder.

-No fui yo, te lo prometo- Respondió Quackity.

George no paró de llorar, en cambio se dejó caer despacio hasta quedar hincado en el suelo.

-No te quiero ver, solo quiero a Dream de vuelta-

Quackity lo miro triste, es cierto que odiaba a Dream, pero no quería que esto pasara y que George lo terminará odiando.

-¡Largo!- grito George sin levantar la cara, Quackity no pudo decir nada más y se fué.

Una vez estuvo solo George y el frío de la noche se levantó tranquilo y se limpio la cara, una actuación perfecta para distraer a Quackity, tenía que planear bien una excusa para los demás.

-esa fue una actuación increíble, casi caigo-

George volteó rápidamente, La enorme figura había observado todo.

- si alguien sospecha de mi no voy a poder encontrar el libro que quieres- respondió George. -¿por qué no me ayudas a buscarlo?-

-no no no no, yo no puedo tocar ese libro, no puedo verlo siquiera, pero te voy a ayudar a que no te molesten mientras lo buscas-

-¿Vas a encerrar a todos en un sueño profundo o me darás una capa de invisibilidad?- propuso George un tanto divertido.

-algo así- El Dios lo miro divertido -creo que ya es tarde, es hora de dormir- cuando George levanto la mirada notó que estaba solo de nuevo, esa costumbre de desaparecer era algo a lo que George podía acostumbrarse.

El Dios del engaño (DNF)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora