¿Te quedas conmigo? (EDITANDO)

capitulo 35

Luego de que el chequeo médico terminará el sheriff comenzó a realizar diferentes preguntas cognitivas de lo ultimo que recordaba. Obviamente obtuvo cosas que pasaron hace millones de años, Noa se encontraba en la habitación donde estaba su hijo. Estaba asustado... Tenia miedo de que él jamás despertara, ya había perdido a Claudia y no quería perder a su hijo; no otra vez.

En la habitación de a un lado estaba Inferus mejor dicho Alfred, el hombre de apariencia madura estaba recostado en la camilla tratando de recordar lo sucedido con su hermano y madre, cuando logro escuchar como la puerta de su cuarto era abierto, cansado miro a su alrededor buscando al intruso viendo a un hombre de tez oscura tomar asiento aun lado suyo.

- ¿Dígame en que le puedo ayudar, o solo viene a ver a un hombre herido?

- No se preocupe. No vengo a molestarlo, vengo a querer saber quien es usted. Se que al doctor ya le dijo que era de Bautismo de Polonia y mas cosas por el estilo; pero estoy aquí para saber lo que usted no le dijo a ese hombre. ¿Dígame con exactitud qué es usted?

- Mira desconfiado y curioso al hombre frente suyo - ¿Por qué debería?

- Porque al igual que usted. Yo y al menos otras veinte personas que están allá afuera, son algo a lo que llamarían ficción o falso.

- ¿Cómo se que no me esta mintiendo?

- Soy un druida de casi ciento cincuenta años. Y ahí afuera hay al menos siete licántropos, dos vampiros, dos coyotes, una banshee, un sabueso del infierno y un ex cazador buscando respuesta de quien o que eres, y lo que le sucede al chico de a lado y el porque aun no despierta; y si no me dices a mi no dudo que quiera entrar uno de ellos a conseguir la verdad por sus propios medios - menciona serio y amenazante. -

- Mira detenidamente al hombre frente suyo pensando en su respuesta - bien, me convenció. 

- Lo escucho.

- Bueno. Mi familia no es del todo... Humana. Mi padre era un elfo oscuro y mi madre una dríada; pero a pesar de lo que se cuenta o cree de ambas especies, ellos jamás cometieron ningún acto maligno, de hecho eran seres muy amables y pacíficos, mi hermano y yo controlamos a muy temprana edad las magias y accidentalmente descubrimos muchos tipos de magia tanto oscura como blanca, cuando teníamos doce años aprendimos a teletransportarnos atreves de los árboles y manejábamos a la perfección el dominio del fuego en todo su esplendor - menciona con orgullo y devoción - podíamos prenderlo o apagarlo a nuestro gusto, podíamos moverlo, subir o bajar la intensidad de sus llamas, éramos capaces de crearlo y mantenerlo vivo aun estando en la lluvia... Era tan maravilloso...

- Eran unos niños prodigio, he de suponer que también dominaban el manejo de otras lenguas. ¿No es así?

- ¿He?  - se aclara la garganta - Ah si, si. Mmn hablábamos al menos quince lenguas, entre ellas el silencioso de los elfos oscuros. Nuestro padre nos enseño a conjurar y después de eso, Casiano y yo comenzamos a hacer hechizos y conjuros por nuestra cuenta.- hace una breve pausa para disminuir el tono de su voz y perder la mirada en la nada - Así fue hasta que tuvimos veinte años y nuestro padre falleció... Casiano y mi madre quedaron devastados.

- ¿Qué hay de ti? ¿Eran gemelos? ¿Por qué tu hermano te maldijo?

- Yo era cinco años mayor que Casiano, todo lo que sabia se lo enseñe a él; lo ultimo que él debía de ver era que su hermano mayor estaba devastado y derrumbado. Tome el mando en la familia, comencé a generar interés en los humanos de mi alrededor, motivo por el cual él comenzó a molestarse. Había conseguido tener una pareja y estaba dispuesto a casarme con ella... Lo ultimo que recuerdo es una tormenta devastadora, como ultimo hechizo, le dije a mi prometida que la encontraría sin importar que o quien fuera en nuestras próximas vidas... Después de eso comencé a sentirme mareado y perdí la conciencia. De ahí en mas son solo rostros borrosos hasta hace poco que logre ver con claridad un rostro... MI rostro; al despertar me encontré atado - mueve bruscamente la mano haciendo sonar la esposa contra el metal - y encerrado en este lugar que hacen llamar hospital y con hombre extraño gritándome por su hijo - menciona lleno de furia. -