Stay With Me [SasuSaku] (TERMINADA)

Capitulo 34

La conocí en un día de junio, sin duda alguna estaba agradecido con el estúpido de Naruto por la idiotez que hice para que yo la conociera.

Y es que, no me di cuenta en que momento, ni qué pasó, solo cuando veía su ceño fruncido y esos ojos jades lleno de molestia viéndote, se volvió mi todo en tan poco.

Sentía como mi corazón latía a toda velocidad cuando la veía, sentía miles de emociones en conjunto, y ninguna podría describir lo que en verdad sentía.

Cuando la vi correr, joder. Supe en ese momento que ella estaba destinada para mi, quería que ella me enseñara a hacer esas curvas, pero mi orgullo de hombre se negó a pedírselo. En parte fue buena y mala suerte el día que ella fue por primera vez a donde yo corría, quería que ella me viera correr y hacerle ver que yo era el único que podía hacer que su corazón se acelere con cada vuelta, con cada chirrido de las llantas y con el humo que salía.

Quería decírselo a todo el jodido mundo, que Sakura Hatake era la mujer de mis sueños y la mujer de mis pesadillas.

Cuando pedi su mano, sentía que en ese momento me iba a volver loco, Kakashi no era como lo hacían parecer, era mucho mejor que cualquier persona que hasta el momento había conocido, sin duda alguna veía en sus ojos la protección que quería para su hija, y yo siempre se la daría.

- ¿Qué piensas?.- ví como Naruto se acercaba a mi y yo negaba con la cabeza

- Quiero pedirle que sea mi novia.-

Encontrar las palabras adecuadas para la ocasión fue lo más difícil que he hecho en mi vida, estuve practicando con Naruto unos cuantos días y Hinata nos veía con cara de: Ustedes prosigan.
Y por supuesto que no seguimos, me daba vergüenza de tan solo pensar en que Hinata pensara que Naruto y yo estábamos haciendo otras cosas que no deberíamos de hacer.

Me encanta todo de ella, me encanta verla dormir y escuchar los pequeños ronquidos que saca a los pocos segundos de quedar dormida me preguntaba siempre que la veía dormir como se sentiría verla al despertar a su lado.

Yo quería un futuro a su lado, quería verla en todas las facetas y las que aún me faltaban por conocer, quería sentirla conmigo, tocar su piel de porcelana y ser cuidadoso con ella teniendo miedo de que ella se fuera a romper en cualquier segundo.

Quería protegerla de todo lo malo que le fuera a asechar, quería yo echarme al fuego antes de que ella lo hiciese, porque lo último que quería en esta vida y en las demás, era verla llorar.

Quería escuchar sus risas cada vez que yo decía alguna estupidez, quería verla sonreír, ya sea de manera burlona o sincera, joder. Su sonrisa era lo más hermoso en ella, no...

Lo más hermoso de ella era su rostro serio, soy un idiota, caí rendido ante ella antes de que me diera cuenta, la odiaba y la quería por las cosas me hacía sentir. Si me preguntaran si daría la vida por ella, primero me reiría por la pregunta, porque daría eso y más por ella.

Cuando se volvió mi novia, quería hacer miles de cosas con ella, quería saber que era lo que ella quería hacer, quería miles de cosas.

Y es que, su alma me habló a través de su mirada pero me beso con ella. Y sin duda alguna, sus besos eran lo más hermoso que había sentido en mi, sentía los nervios en cada parte de mi, y era una gran sensación, lo que una sola persona puede ocasionar en ti.

Y cuando nos volvimos uno solo, quería guardar ese momento, quería mantenerlo oculto ante los demás, porque era una cosa de ambos, no sólo mío, sino de los dos, y joder que me perdone el tiempo porque quería detener ese momento único. Verla sonrojada, y verla lagrimear era la mejor escena de todo el mundo, nadie podría igualarla, y no importaban las palabras ahí, importaban las acciones que se quedaban impregnadas entre nosotros.