Pretty Boy Toxic ;; Sanzu Haruchiyo 1 [ORIGINAL]

2. Posesividad o amor

Aburrida. Así me encontraba en ese momento. Estaba sentada en una silla de escritorio mientras me movía de un lado a otro. Mikey estaba sentado en unas cajas mientras comía varios Dorayakis mirando a la nada. Koko contaba varios manojos de billetes con Kaku mirándolo aburrido. Takeomi estaba asomado en la ventana fumando, ignorandonos completamente, estaba muy ocupado con sus pensamientos como para tener tiempo en nosotros.

Aún no llegaban a quienes quería ver. Bostecé abiertamente demostrando mi cansancio y aburrimiento. Después, absolutamente todos lo hicieron. Reí bajo ante esa acción.

— Juguemos algo o moriré de aburrimiento. — dijo Mikey levantándose de las cajas.

— Uhm, ¿póker? — sugirió Kaku quitando la vista del dinero.

— ¡Oh por dios, no jueguen sin mi! — gritó alguien en la puerta.

Sanzu había llegado.

Detrás de él visualicé a los hermanos de cabello morado y me levanté hacia ellos. Mientras caminaba a su dirección, Sanzu me dió un empujón con su hombro.

— Que bueno que llegaste bien, Rei-rei. — me dijo y sólo siguió de largo.

— Puedo sentir su estúpida tensión sexual hasta aquí — dijo Mikey.

— ¡¿Verdad?! Ay, Reiko, ¿lo ves? Todos sienten como nos amamos — dijo Sanzu.

Los Haitani rieron y caminaron a mi lado. Durante varios segundos hubo mucho silencio hasta que una voz chillona y desesperante se escuchó muy cerca.

Estaba completamente segura que se trataba de Aoi. Una muchacha que estaba muy enamorada de los chicos, más bien obsesionada pues solo quería follar con todos y ocupar mi lugar. Era la ex-asistente de Mikey.

— ¡Ya llegó a quien más extrañaban! — ninguno de nosotros le dió importancia — ¿Qué no querían verme? Yo si quería verlos, más a ti Haruchiyo-kun.

Sanzu sonrió y mordió su labio mirando a Aoi de arriba a abajo.

— No voy a negar que hoy te ves muy sexy — ella se sentó en sus piernas y él acarició su cintura.

¿Que es eso que sentía? Tenía tantas ganas de golpearla. Básicamente no quería aceptar que eran celos locos.

No pude aguantar. Me senté en las piernas de Rindou y me metí hacia su cuello, besándolo. Sabía que Sanzu y Aoi estaban mirando y eso me causaba satisfacción. Rindou suspiraba mientras me pegaba más a él, pude sentir como su erección crecía, ¿realmente me lo iba a follar por celos? si esos dos idiotas lo hacían, yo también.

— ¿Nos vamos, Haruchiyo-kun? — preguntó Aoi, pero yo seguía en el cuello de Rindou.

— Por supuesto, podemos ir a mi auto — decía él sonriendo y ella asentía frenéticamente.

Me enojé.

Me acerqué al oído de Rindou y le susurré —: ¿Un hotel?

— Claro — ambos nos levantamos, él le hizo una seña a Ran y también se levantó.

— No queremos mocosos de diferentes padres — Koko nos arrojó unos condones —. Disfruten.

— ¡Gracias! — dije divertida.

Al salir del edificio vimos el auto morado de Sanzu y como estaba a medio moverse, ventanas empañadas y los asquerosos e insoportables gemidos de Aoi. 

Así se sentían los celos. ¿Comos es que Sanzu soportaba a esa bruja?

Entramos al auto de Ran el cual estaba estacionado a un lado del de Sanzu aunque ya no se escuchaban los estúpidos ruidos de Aoi. Extrañamente los tres subimos en los asientos traseros, y ahí comprendí.