Pretty Boy Toxic ;; Sanzu Haruchiyo 1 [ORIGINAL]

4. La llamada

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El doctor ya estaba en la habitación, estaba demasiado asustado, era comprensible pues parecía haber entrado al mismísimo infierno, lleno de narcotraficantes y armas que lo amenzaban.

— Él no morirá. — dijo terminando de revisar el cráneo de Kokonoi y metiendo sus cosas rápido.

— Gracias por su ayuda, doctor. Mi amigo Mikey le pagará. — Koko señaló al mencionado y éste a la vez rodó los ojos.

Me relajé y también guardé mis cosas para irme.

— ¿Te vas? — me preguntó Sanzu.

— Ahm, si. Él ya está bien y dijiste eso de la cena, realmente me gustaría hacerla. — Sanzu sonrió y asintió.

— Arréglate bonita, Rei-rei. Pasaré por tí.

Esa misma noche ya estaba en mi casa arreglándome para la cena que Sanzu me había prometido. Cuando terminé simplemente me senté a esperar su llamada, media hora, una hora, un hora y media y...

— Rei-rei, surgió un imprevisto. Ahora estoy con Mikey. Si terminamos rápido iré por tí. — decía a través del celular.

— ¿Es en serio? — él hizo un sonido de afirmación y se escuchó un ligero sonido como si estuviera limpiando algo afilado — ¿Usarás una de tus katanas?, ¿a quién matarán? — pregunté.

— Un tipo que nos robó algunas armas, nada de que preocuparse. — dijo.

— Tengan cuidado. — mencioné para ya casi terminar la llamada.

— No incluyas a Mikey en esto. Dímelo solo a mí, anda, dilo.

— Ten cuidado, Haruchiyo. — dije sonriendo.

— ¿Y qué más? — preguntó con una voz coqueta.

— Te quiero.

— Maldición, algún día lograré sacarte un “te amo mucho, ahora follemos”.

— Te quiero mucho, algún día de estos follemos. — bromeé y él rió.

— Te llamo apenas termine. — y colgó.

Me tiré en el sillón suspirando pesadamente. Eché mi cabeza hacia atrás encontrándome con una foto de mi madre.

— ¿Escuchaste eso de follar? — pregunté cómo si la fotografía fuera a responderme — Es una lastima que me echaras de la casa, serías rica, madre. — reí al recordarlo — ¿Qué estarás haciendo ahora? ¿tú, mi padre y mi hermana? — me cuestioné — Como ves yo ahora soy una criminal, estás realmente decepcionada, ¿verdad? Pero como te lo prometí, no me he drogado, casi nunca — reí —. Debería llamar a mi madre. — dije decidida al darme cuenta que hablaba con una foto.