Capítulo 8

83 7 0
                                    

—Deberíamos alejarnos —sugerí—.

—Sí. —apoyó Eren—. Ellos todavía están observando, esperando ver que pasará después. La guarnición no puede ver nuestros movimientos por el momento pero probablemente atacarán de nuevo —volteó a ver el esqueleto gigante—. Después de mostrar eso, dudo que podamos salir de esta solo hablando. Pero recodé una cosa —mencionó sosteniendo en su mano la llave que siempre llevaba colgada en su cuello—. El sótano, el sótano de mi antigua casa. Mi padre me dijo que podría entender todo si iba ahí, él es la razón por la cual soy así. Si logro llegar al sótano, tal vez también descubra la verdad sobre los titanes —soltó una maldición y golpeó un hueso del esqueleto que nos cuidaba—. ¿Por qué lo mantuvo en secreto? Es la información que el Cuerpo de Reconocimiento ha estado buscando, costando cientos de vidas ¡Es la última esperanza de la humanidad! ¿Él la estaba manteniendo encerrada en el sótano? ¿En qué demonios estaba pensando? ¿Dónde ha estado durante estos últimos cinco años, después de abandonarnos?

—Eren —habló Mikasa tocando su hombro—. Tenemos asuntos más importantes que resolver

Nos movimos hacia un lado, omitiendo como los huesos comenzaban a caerse causando más murmullos del otro lado vapor que nos cubría. Nos arrodillamos en el suelo, Eren estaba con un semblante serio.

—Voy a dejar este lugar —declaró tomándonos por sorpresa

—¿Hacia dónde? ¿Cómo? —preguntó Armin—.

—Por ahora cualquier lugar sirve. Entonces, tendré que pasar el muro y buscar el viejo sótano. Antes de eso, necesitaré convertirme en titán de nuevo

—¿Puedes hacer eso?

—Ni siquiera se como funciona, pero creo poder lograrlo —dijo apretando su puño—. Al igual que no puedes explicar como se mueven los brazos, pero lo haces. Antes solo me centre en bloquear el fuego del cañón. Es por eso que mi cuerpo no tenía ninguna funcionalidad real o durabilidad —empezó a respirar agitadamente—. Esta vez, probare algo más fuerte. Algo así como el de quince metros que destrozó a todos esos titanes

—Eren —interrumpió Mikasa—. Estás sangrando de la nariz

Paso el dorso de su mano por su nariz para limpiar la sangre observando al la sangre con confusión.

—Estás muy pálido. Tu respiración es demasiado pesada —habló Armin—.

—Al no hacerlo bien pusiste demasiada tensión en tu cuerpo —mencioné viéndolo—.

—No me importa si estoy en mal estado en estos momentos. Tengo dos ideas, si ustedes no tratan de cubrirme no los matarán 

—Eren ¿Crees que vamos a dejarte? ¿En que rayos estás pensando? Idiota —hablé exasperadamente—.

—Ya les he causado demasiados problemas. De ahora en adelante, haré esto solo

—Eren. Yo también voy

—No

—Si no puedo seguir contigo, entonces no te preocupes por mí. Pero no tengo que hacer lo que dices

—Deja de decir idioteces. No soy tu hermanito o hijo

—Quien dice idioteces eres tu —lo miré con molestia—. No te das cuenta que Mikasa está preocupada por ti al igual que nosotros ¿Qué te hace pensar que te dejaremos así como así? Estamos juntos en este problema. Eren, deja de ser un imbécil y déjanos buscar alguna solución

Escuché como alguien preguntó cuál iba a ser el plan de ataque ¿Aún no piensas atacarnos?

—¡Esperen! —interrumpí la pequeña pelea que tenían Eren y Mikasa—. Creo que tengo una solución. Armin —volteé hacia él y agarrar su mano—.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 19, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Cariño • Hange ZoeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora