Yixing siempre deseó ser un Chef.
A pesar de las negativas por parte de la gente del pueblo, la llegada de la madre de su hermano y su escape fallido a otro país; Zhang Yixing pisa Corea para hacer realidad su sueño.
Sin embargo, no puede sacar a l...
—¡Por favor, Yixing! —rogó como diez veces en toda la noche JunMyeon—. ¡Debes cocinar tú, yo no puedo ni hacerme un huevito en mi casa!
—No puedo, JunMyeon. Ya has escuchado al Chef LeeTeuk, solo puedo estar cerca y si muevo un dedo para acercarme a la olla, me corre.
—Pero.
—JunMyeon, gracias por haber dicho que fui yo quien cocinó. Pero sabes que en la cocina nadie quiere a un extranjero cerca —JunMyeon hizo un puchero, Yixing sonrió por aquel gesto—. No quiero que nos corran, por eso no puedo cocinar por ti. Lo siento.
—Entonces no cocines —sugirió JunMyeon—. Solo dime qué hacer y lo haré, lo prometo. Puedes pasarme los ingredientes e irme diciendo cómo. ¿Eso no cuenta como cocinar o si?
JunMyeon sonreía por su increíble idea, estaba seguro que así ambos salvarían su trasero.
—No sé...
—¡Por favor! —suplicó cantarín JunMyeon—. Puedo darte hospedaje en mi departamento mientras me enseñas algunos trucos para entender tus movimientos, puedo darte comida, aunque sería congelada porque soy pésimo para cocinar. ¡Puedo ser muy bueno escuchando!
Yixing rió ante la voz cantarina de JunMyeon, si bien quería salir de la casa en donde estaba, porque ya se consideraba un estorbo. No sabía si vivir con JunMyeon a cambio de instruirlo en la recreación de la sopa, sería buena idea. Siguió caminando con la voz suave de JunMyeon a su espalda, repitiendo constantemente un "por favor, por favor". Ese chico no conocía la negación.
Antes de llegar al departamento de JunMyeon, al cual inconscientemente ambos se dirigieron. Yixing suspiró resignado, no le quitaba nada hacerlo. Estaría cerca de la cocina y aunque no fuera directamente, sonaba a una loca e increíble idea. Ambos pararon en la entrada del edificio, aún con JunMyeon repitiendo el por favor.
—Está bien —soltó de repente Yixing, haciendo callar a JunMyeon y sacándole una linda sonrisa—. Lo haré, pero después de eso dile al Chef que seré tu ayudante, ¿de acuerdo?
JunMyeon asintió eufórico y aún con su tonta sonrisa en el rostro.
Ambos se despidieron y Yixing caminó al extremo contrario de la ciudad, debía dejar de seguir inconscientemente a ese chico.
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—Muy bien JunMyeon, tienes toda la semana para darme una sopa digna de servir —sonrió forzado LeeTeuk—. Por ahora diremos que no se servirá la sopa ya que era un experimento de sabor.
Los presentes asintieron y JunMyeon solo tragó demasiado duro que casi termina tosiendo como desquiciado. LeeTeuk le dedicó una expresión rara y después barrió con la mirada a Yixing. No estaba muy de acuerdo con que JunMyeon tuviera un ayudante. Sin embargo accedió, al final de cuentas ese chino estuvo en el momento en que se recreó aquella sopa.