Volviendo a Cero.

Capítulo 16

» Como perro y gato «

Nunca había sentido tan sola la casa como lo sentía ahora, solo había pasado un día y medio desde que la morena había desaparecido por completo de sus vidas con tan solo unas simples palabras; acompañada por la ojiambar, tomaba lentamente su café en la taza mientras el tick tack del reloj de pared era el único sonido en la sala.

No sabían quién de las dos tenía la culpa, Willow por hablar de más...o Amity por afirmar con seguridad que había ganado confirmando las palabras de Park.

Se sentían como unas tontas y aunque se miraban de vez en cuando, el sepulcral silencio no parecía terminar. No fue hasta que el tocar de la puerta principal atrajo sus miradas a un mismo punto y la de abrigo amarillo fue la primera que se levantó seguida de Amity quien la siguió hasta la entrada esperando que fuera la castaña quien llegaba a la casa.

Cuando abrió y lo primero que vieron fueron unos cabellos castaños un tanto desordenados, sus ojitos parecían brillar esperanzados, pero al visualizar unos anteojos rojos y un par de arrugas, se dieron cuenta que era otra persona.

—Señora Noceda. - habló con sorpresa la chica de ojos verdes.

No pudo seguir hablando ni invitarla a pasar, pues una muy buena bofetada fue lo que se escuchó en la entrada, la mejilla de Park resaltaba por la marca de los cinco dedos adultos de la mujer.

—¡Ah! Lo lamento actúe sin pensar. - habló la madre con total pena. — Eda se a comunicado conmigo y me a contado todo, ¿se puede saber en qué estabas pensando Willow? - preguntó frustrada.

Sus ojos se abrieron de par en par cuando notaron a Amity Blight atrás de la de lentes, con una expresión temerosa y escondida como si supiera que también recibiría una cachetada.

—Amity Blight. - mencionó. La piel de la chica se encrespó ferozmente ante la voz de la mujer. —¿puedo pasar cariño? - le preguntó a Willow con una leve sonrisa.

Despejó el camino y la peliverde retrocedió varios pasos, Camila Noceda sólo observaba neutral mente a la chica mientras caminaba hacia ella con una mano dentro de su bolso buscando algo.

—Creo que deberías tener esto. - sacó una fotografía en muy buen estado.

Era una foto de Amity y Luz en la universidad, donde la ojiambar besaba la mejilla de su chica con mucho cariño mientras miraba con reojo la cámara.

—Willow me a contado que terminaste de mala manera a mi hija. - ese no era un muy buen comienzo. — pero quiero pensar que llegaste a amar a Luz. - suspiró. — ahora quiero que ustedes dos me digan como demonios hicieron llorar a mi hija en un ratito. - se cruzó de brazos.