Capítulo 13

374 58 7
                                    

» Diez centímetros «

Ya bastante tenía que soportar con el odioso de Matt, le había robado su oportunidad de demostrar cuanto había progresado, ¡el único proyecto que era un verdadero desafío! Arrebatado por ese hombre mal hablado, quería llegar a casa y encerrarse e su habitación, entre su rabia había ignorado un mensaje de Amity, no tenía ánimos de ver a la pelimenta y sin excusa alguna, solo no leyó el mensaje. Ya bastante tenía con que ella le produjera bastantes dudas y sentimientos confusos.

—¡Ahora qué! - exclamó al sentir la vibración de su celular en el bolsillo de su pantalón -

Colgó la llamada sin ver el nombre y tomó el primer taxi que vio. Llegó a casa y tal como quería, se encerró en su habitación subiendo el volumen de la música a tope.

Sentía que todos sus esfuerzos habían sido en vano ¡pero ya lo verían! No se rendiría ante un patán como él, el próximo proyecto de verdadero valor, sería de ella ¡y cuidadito con lo que vendría!

—¿Luz? Ya he llegado, ¿Estas aquí? - habló la de anteojos -

Ante el prominente ruido en una de las habitaciones de arriba, sonrió, subió las impecables escaleras y camino por el pasillo hasta detenerse frente a la habitación de la castaña.

—Luz - llamó. Pero ya se esperaba que no la escuchara -

Tocó la puerta una y otra vez hasta que la morena llegara a escuchar. Sus esfuerzos fueron en vano y decidió sacar la llave de emergencia de la habitación, incrustó la llave en el picaporte.

—¡Hey!

—Me tenías como loca llamando a la puerta. - soltó luego de haber apagado la música -

—Tenías la llave, la hubieras usado. - dijo. Se acercó para que la música volviera a sonar -

—¿Pasó algo? - preguntó -

—No te hagas la que no sabes Will, porque se que no es así - dijo fastidiada -

Caminó a su cama sentándose en el filo de esta, la ojiverde se sienta a su lado colocando una de sus manos encima de las de su amiga.

—Vamos, escupe lo - la miró -

Suspiró y se dejó llevar en las palabras, maldiciones y de más fueron soltadas por la morena con un rostro rojo de enojo y tal vez de tristeza, ni ella misma se entendía.

—Terminará en desastre, lo sé. ¡En desastre! - finalizó -

Deseándole el mal no lograras nada Lu.

—¡No le deseo el mal! Solo me irrita el hecho que me lo restriegue en la cara. - se cruzó de brazos -

Jaja bueno... - acarició su cabello. — ¿quieres que te preparé mi fabulosa pasta? - sonrió -

—Me encantaría - imitó la acción -

Se quedaron mirando unos momentos, la mano de Park seguía en el cabello castaño y rebelde de la morena quien no apartaba la mirada de su amiga. La mano de la azabache bajó cuidadosamente para apoyarse en el colchón y se fue acercando de manera lenta pero peligrosa a la boca de la chica mientras sus ojos verdes y brillantes miraban fijamente esos labios tan deseables, lindos y regordetes de Luz Noceda.

Volviendo a Cero. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora