Volviendo a Cero.

Capítulo 18

Entre tu y yo, solo quiero...

El colchón se calentaba conforme más le daba el sol, su cuerpo se movía de un lado a otro buscando la mínima frescura pero el calor de la enorme estrella ya había cubierto todas las partes buenas que alcanzaban la punta de sus pies.

La puerta se abrió un par de centímetros mostrando a penas un ojo verde mirar el dormitorio con uno que otro póster. Luego de una efímera ojeada, decidió entrar con la bandeja de desayuno, se detuvo en el umbral de la puerta por otro rato y con una sonrisa dejó la bandeja en el escritorio desordenado de la morena.

—Luz... - llamó dulcemente la chica sentándose en el filo de la cama.

Su única respuesta fue que su amiga se diera la vuelta dándole la espalda.

—Oye... - aún nada. — Lu es hora de que te despiertes. - habló despacio. Se acercó a su amiga viéndose tentada a acariciar su rostro. —Lu...

—Mmm cinco minutos más - pidió adormecida haciendo sonreír a Park, alejó su mano que estaba apuntó de tomar el rostro moreno.

—Tu bien sabes que esos cinco minutos son mentira. - dijo.

Dándole espacio para que gire, Luz miró a su mejor amiga desde la comodidad de su almohada. Willow acarició y peinó con sus dedos el desordenado cabello de su querido amor mientras que la castaña se veía tentada a dormirse de nuevo.

—Ah no, levántate floja. - dijo Park apartándose para luego hacerle cosquillas.

—Hahaha noo ¡basta! ¡WILL! Ahahahaha - carcajeó a más no poder la artista.

—¿Te levantaras de la cama? - preguntó sin detenerse.

—Hahaha siii...solo...hahaha sueltame ya.

Despierta y sentada al borde del colchón, dio un enorme estirón antes de ponerse de pie y tomar el desayuno.

—Estaré fuera de casa, cualquier cosa llámame.

Aún con el sueño en su cabeza, logró escuchar la puerta principal cerrarse y soltó un ligero suspiro acompañado con silencio.

Se quitó su pijama y se puso su ropa normal, era un lindo día libre y quería aprovechar eso todo lo posible.

El timbre sonó una vez extrañando a la morena ¿era Willow? Bajó las escaleras con cuidado aún con los cabellos desordenados y antes de abrir la puerta, vio por aquel agujero.

—Hey - saludó al abrir la puerta mostrando una cabellera rubia.

—Que tal, veo que te has peleado con el peine. - rió el chico.

De inmediato la morena le dio un golpe haciendo que ría más.

—Que te trae por aquí Hunter.

—Necesito un consejo. - rasco su nuca.

—Precisamente para qué. - preguntó con interés Noceda sin quitar la vista de su amigo.

—Uh...tengo una cita. - informó con las mejillas coloradas.

Los labios de Luz formó un oh llevándose las manos al rostro en señal de sorpresa, vaya que no se lo esperaba.