Su Plan

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Allí se encontraba Malfoy, sentado en aquel sillón enfrente de la puerta, viendo venir hacia el como si la serpiente que invocó anteriormente los guiará a; Ron, Hermione y Harry Potter, este último parecía no querer estar allí, miraba a los lados y se encogía de hombros incómodo, ninguno se percató de la maldición de Draco hasta que la chica intento hablar, para dirigirse al rubio apuntando lo con su varita, nada surgió de su boca por más que la moviera y lo mismo sucedía con Ronald, el único al que se le escucho fue al chico de pelo azabache, que confuso y asustado apuntó su varita hacia Malfoy, dirigiéndose a él con un tono cada vez más serio, cada palabra arrancada de su boca se tornaba más afilada para con el sangre pura.

-¿Que mierdas has hecho Malfoy?-

El chico solo se levantó con su habitual maléfica sonrisa, se dirigió hacia él a pasos lentos y al llegar posó la mano en su varita para así mencionar.

-Eso no te sirve de nada aquí Potter, ¿Te crees que no he tomado medidas? Ahora vas a jugar a mi juego, si tú ganas podrás matarme y quitarme de en medio, pero si yo gano...

-Me matarás- Interrumpió sentenciando el mago.

Realmente no, no era lo que Malfoy iba a decir, Draco tenía otras ideas, si el ganaba le haría desaparecer pero no haciéndole daño, le enviaría a otro país, tenía dinero y contactos para hacerlo, le quería poner a salvo del señor tenebroso, aunque era San Potter todo le salía bien, no quiso un duelo por qué muy a su pesar Harry era más poderoso que él pero incluso en un juego mental, estaba casi seguro de que le ganaría y con ello terminaría con su vida, tampoco le parecía un mal precio por saber que estaría a salvó y cumpliendo su misión.  Simplemente asintió a las palabras de su rival y extendió la mano para dejar ver un ajedrez mágico, estaban en una guerra, como lo que simbolizaba el propio ajedrez, la estrategia lo era todo.

Caminaron hacia aquellas dos sillas de madera, enfrente estaba la mesa de roble, encima el tablero, Draco como buen anfitrión le dejó escoger.

-¿Blancas o Negras?-

-Blancas- Dijo Harry con seriedad sin quitarle ojo al rubio, aún no se fiaba que fuera tan fácil.

-Bien, pues blancas empiezan- Su tono era neutral, sus ojos analizaban al contrario mientras le veía concentrarse y por un momento se perdió en aquellas esmeraldas.

Regreso a la realidad cuando escucho como movía el caballo, sonrió de lado y simplemente movió el peón ¿Acaso intentaba hacerle el mate más fácil?¿Pretendía humillarlo? Siempre era así no, oportunidad que tenía, oportunidad que utilizaba para hacerle sentir mal.

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Harry estaba con sus amigos en el tren, era ya cuarto año, recordaba perfectamente el puñetazo de Granger y como se fue dejándo una buena marca en su mejilla unos días, iba a encontrarse con sus amigos cuando Nott cruzó delante suyo, parecía traer una bomba fétida y estar decidido a lanzarla hacía el compartimento donde estaban las tres Marías, Draco no se lo pensó ni un segundo, con disimulo movió la varita y haciéndose con la bola tras un "wingardium leviosa" la tiro por una de las ventanas del tren, por suerte su amigo no se dio cuenta que fue él.  De nuevo había salvado a ese mal agradecido y de nuevo le caería algúna por qué nada más pasar Ron hizo un pequeño chistecito sobre su madre lo cual enfureció al muchacho, le miró fríamente pero al ver que hasta Harry se estaba riendo de él simplemente se fue de allí con rapidez, su paso era rápido y no se fijo en que chocó con la espalda recta de Zabini, su compañero le miró de reojo tras el choque de cuerpos y al ver su expresión le empujó a un vacío vagón y cerró con un encantamiento.

Draco no se lo espero, cayo en un asiento y fue a rechistar con rapidez pero al ver el color de su piel supo quien fue, se levantó con cierta rapidez, no quería perder la compostura.

TraiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora