Ejecución

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¿Salvarle, morir? Qué leches estaba diciendo ahora ese rubio, pero ¿Acaso no quería matarlo? La sorpresa de Harry no se hizo esperar cuando escucho esas palabras y la reacción de su enemigo dejaba el claro que no era algo que quisiera decir pero ¿Que significaba eso? Esta vez era él quien tenía entre las cuerdas al rubio por lo que sacando el frasco dejó ver su etiqueta "Veritaserum" Eso recalcaba en un fondo blanco las letras rojas que allí se encontraban. Escucho las maldiciones de Draco pero eso no era lo que necesitaba aclarar, ahora su mente estaba más confusa que antes ¿A que se refería?  Tenía que averiguarlo.

-Draco ¿Que significa eso? -Pregunto mirándolo pero el chico tenía la boca tapada negando con la cabeza, esto iba a ser más difícil de lo planeado.

-Vale, hagámoslo fácil. ¿Por qué quieres morir?-

El hombre respiro hondo y se relajó, eso era algo muy dentro de sí, que prefería no decir pero no era algo que fuera a poner en duda la lealtad de su familia.

-Por que una vida sin tu estúpida voz recriminado cada paso no tendría sentido-

-¿Eh? -Susurro cada vez más confuso el azabache.

-No pienso repetirte lo Potter- Afirmó el muchacho que comenzaba a entonar los ojos con un ligero rubor en sus mejillas.

-Va,vale- titubeó duditativo, pestañeando varias veces ejerció de nuevo el don del habla. -¿Y por qué me ibas a salvar? ¿Acaso no me odias?-

Su voz cada vez era más infantil, confusa e interrogativa, definitivamente Harry quería saber y Draco por su parte no tenía otra opción que decir, retenerse antes casi le hace explotar el pecho y mientras solo fuese fatídico para él, no involucraría a su familia, sus padres estarían a salvó de la ira del señor tenebroso.

-Por que quiero y no, no te odió imbécil, que nunca te hayas dado cuenta no es mi culpa.-

-Haber, que yo me enteré. No me odias y quieres salvarme, pero me has dicho que me matarías si me ganabas.-

-Eso lo has dicho tú-

-¿Entonces que vas a hacer si me ganas?-

-Borrarte de la existencia-

-!Pues matarme!- Gritó el muchacho mientras se levantaba y señalaba al chico como si él mismo fueran sus propias palabras.

Draco solo negó, pero no diría más si no le obligaba aquel suero, no podía negar que soltarlo era más que beneficioso para su salud mental pero no iba tampoco a ser ahora un libro abierto.

-¿Como que no? ¿Entonces que pretendes?-

-Desmayar te, borrar tus recuerdos y mandarte lejos con unos amigos, allí estarás bien y nunca volverás a ser el niño elegido, estarás a salvo -

Harry se sentó con rapidez bajo la cabeza cada vez más y más perplejo, Draco realmente lo tenía todo pensado para salvarle de Voldemort, pero ¿Como? o mejor dicho ¿Por qué? Si esa era la pregunta. Alzó su rostro y se quitó un segundo las gafas, se pasó la otra mano por los ojos, como intentando ver la realidad y entonces le miró, ese chico de ojos grises con reflejos azules le miraba como si nada esperando que hiciera su jugada en el ajedrez. Se armó de valor tras un momento hizo su última jugada dándole jaque mate al rubio, entonces solo vio una sonrisa sincera en su rostro y momentos después se pronunció la pregunta definitiva.

-¿Por qué Draco Malfoy? ¿Por que quieres salvarme? No entiendo nada.-

No podía creer que pudiera decirlo, Draco estaba tan feliz y a la vez tan asustado, negó tapándose la boca pero el juego había terminado y a Harry no le quedaba paciencia, se levantó y gritándole aquellas interrogantes le destapó la boca, viendo que realmente estaba apretando con fuerza su boca para no decir nada, cansado de tanto secretismo le cogió de los hombros y comenzó a exigir una respuesta, a cada movimiento su boca se iba aflojando pero no, no podía dejarlo escapar y termino mordiéndose el labio inferior con fuerza. Su pecho iba a reventar le dolía el corazón, los pulmones, el no decir la verdad le estaba quemando por dentro, literalmente pues sentía sus venas arder, pero no podía dejarlo escapar, después de eso nada sería como antes, nada volvería a mirarse igual. Las lágrimas de Draco se derramaban en sus mejillas por el dolor que estaba sintiendo pero aún así negaba con la cabeza, era su secreto y si hiciera falta se lo llevaría a la tumba.

-¿Acaso es un plan de Voldemort?-

Una nueva pregunta le salvó la vida, a eso si podía contestar, entre pequeños jadeos de dolor negó con la cabeza y contesto con un hilo de voz un simple.

-No-

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-¿Draco estás de acuerdo con esto?- Le dijo su amigo Blaise cuatro horas antes de que todo comenzará.

-Sí- Contesto el rubio en su cocina mientras terminaba de hacer el hechizo para lavar los platos.

-Explicame otra vez como conseguiste echar a tus padres de casa- Dijo la voz de Theodor mientras bajaba por las escaleras con la caja fuerte de lucios en las manos.

-¿Otra vez? Fue fácil, solo tuve que decir que Voldemort los requería para una tarea especial y que me lo había dicho Snape. Cuando se trata de el señor oscuro pierden el culo, bueno mi padre, pero mamá siempre va detrás de él.

Los dos chicos asistieron y a la vez suspiraron, ese plan de Draco tenía lagunas, ninguno de los dos estaba de acuerdo pero cuando a ese rubio se le metía algo en la cabeza, no había manera de quitárselo.

-Draco, ¿Por qué tienes que ser tú? No puede sacrificarse otro?-

-No, recuerdas lo que investigamos del gran Grindewal ¿Verdad?-

-Sí, pero tú no eres él. No tienes que hacer eso. Solo por ese tío-

-Y si no soy yo ¿Quien Nott? No hay nadie que sepa de ésto, tenéis que llevaros lo a Francia según suceda, este hechizo es así de peligroso.

-¡Maldita sea Draco, quiérete un poco! ¿Vas a desperdiciar tu vida por ese tío?- El muchacho realmente se veía exasperado.

-Ese tío es el único que hace que me levanté todas las mañanas Theo, siento joderte las ilusiones pero, sí lo haré y lo haría mil veces más.- Expulsó el muchacho abriendo la caja fuerte y cogiendo el guardapelo, guardándolo en sus pantalones y suspirando por qué aunque no lo admitiera tenía miedo.

-Gracias por todo chicos, os veré más tarde- Dijo como despedida, cuando los muchachos se fueron a esperar la señal prometida.

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Al menos ahora tenía Harry cerca, y ahora que podía hablar sin delatar se y aunque a duras penas podía ser entendible, agarró su varita con suavidad, se la puso en el pecho al chico quien intento zafarse pero Draco le tenía bien cogido, por las piernas y los hombros.

-Harry, me da igual si me crees o no, relajate no te voy a hacer daño- Susurro como pudo y empezó a conjurar, nadie se esperaba lo que estaba pasando allí, pero os lo recuerdo, no estaban solos y al oír los gritos salieron Ron y Hermione de su búsqueda directos hacia Harry.

TraiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora