1ª Parte
*Desde el punto de vista de Lilia*
En su día, estuve trabajando como doncella de la guardia en el palacio de la concubina en la capital de Asura; es la posición que le daba a las sirvientas que además se encargaban de la protección en el castillo. Y es que por lo general, las doncellas de la guardia actuaban como simples sirvientas, pero cuando era necesario, portaban sus armas para proteger a su señor.
Lilia realizaba fielmente su labor, su trabajo como sirvienta nunca recibió queja; como guerrera, sin embargo, era sencillamente mediocre, motivo por el cual recibió una herida en la pierna por un asesino que atentó contra la recién nacida princesa; en un descuido, la espada corta del oponente consiguió herirla.
La hoja de esa espada estaba recubierta de un veneno diseñado específicamente para acabar con la vida de la realeza, para el que no existía antídoto ni curación mágica conocidos que pudieran contrarrestarlo. La herida fue tratada con urgencia, y Lilia sobrevivió gracias al esfuerzo de los médicos que experimentaron con varios métodos hasta curarla; esto consiguió salvarla, pero el veneno le dejó secuelas.
Estas secuelas no le causaban ningún problema en su día a día, pero jamás podría correr o saltar con su antigua fuerza, motivo que llevó a que la despidieran sin dilación.
No es nada fuera de lo habitual.
Lilia daba por sentado que si no era capaz de ejercer su cometido, perdería su trabajo. Y aún tras no recibir ninguna compensación monetaria, se consideraba afortunada por no haber sido silenciada en secreto por el simple hecho de haber trabajado en el palacio de la concubina.
Aunque el miedo a que lo hicieran ahora, me hizo marchar de la capital; porque además, nunca supieron quién fue la persona tras el intento de asesinato, por lo que, habiendo entendido cómo hacían las cosas en el palacio, llegué a la conclusión de que existía la posibilidad de ser el próximo objetivo.
Todo sea dicho, también era probable que me hubieran incitado a marcharme con el único propósito de exponer al culpable.
Y es que siempre me había preguntado porqué alguien sin fama, renombre, ni familia, había sido aceptada para trabajar en el palacio. Pero ahora por fin encontré la respuesta, tan sólo querían contratar a una sirvienta capaz, que fuera fácil de descartar sin llamar la atención.
Por mi propia seguridad y sin importar cómo, tenía que alejarme lo más rápido posible de la capital. Porque aunque el mismísimo rey la estuviera usando como cebo, no tenía razón para ayudarle ni exponerme más, viendo cómo no me habían dado ni órdenes, además que tampoco sentía la lealtad necesaria como para completar ese supuesto cometido arriesgando mi vida.
Tras varios transbordos, llegué a Fedora, una provincia principalmente agrícola en la frontera más alejada de la capital del reino. Esta provincia, sin contar Roa, su capital fortificada, poseía únicamente extensos campos de trigo; en resumen, era un lugar tranquilo.
mi intención era encontrar trabajo en esta región, pero con mi pierna herida me era imposible conseguir un trabajo que requiriera fuerza física; una de mis opciones era trabajar como maestra de espada, pero prefería trabajar como sirvienta, porque el sueldo es mayor después de todo.
Fedora es una región en la que hay un número relativamente alto de espadachines, sobretodo comparados con el número de sirvientes entrenados exhaustivamente para encargarse de las tareas del hogar, y el salario será mayor en los trabajos con menos aspirantes.
Aunque sería peligroso trabajar para el gobernador de Fedora o cualquier noble con un estatus similar.
La lógica detras de esa idea era que la gente de ese estrato social sin lugar a dudas tendría trato con el rey, y si descubrieran que trabajé anteriormente en el palacio de la concubina, cabría la posibilidad de que decidieran utilizarme como una herramienta para las intrigas de palacio.
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Mushoku Tensei En Español: Volume 01
FantasyUn Otaku de 34 años de edad es expulsado de su casa por su familia por ser un «NEET». Poco atractivo y sin dinero, descubre que llegó a un callejón sin salida, es ahí cuando se lamenta de no haberse esforzado mucho más. Arrepintiéndose de todos sus...