CAPÍTULO 3

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DIA DE LA EXPOSICIÓN

Finalmente, el día de la exposición ha llegado. Me despierto temprano, ansiosa por prepararme para la gran noche. Llamo a mi estilista para que me ayude a crear un look perfecto.

Dos horas después, estoy lista. Mi vestido de diseñador es una obra de arte, con pedrería en el corsé que resalta mis curvas y una falda suelta que cae hasta mis pies. El color palo rosa es elegante y sofisticado, y mi cabello dorado brilla en una coleta larga. Mi maquillaje es delicado, pero mis labios son el centro de atención.

Papá y mamá me esperan en la sala, vestidos con elegancia. Papá lleva un smoking negro que le sienta perfecto, y mamá luce un vestido largo de pedrería gris que la hace brillar.

Cuando llegamos a la exposición, hay un montón de periodistas y fotógrafos esperando para entrevistar a los artistas y representantes. Me piden fotos, y acepto posando con mis padres. La adrenalina es alta, y estoy lista para disfrutar de esta noche especial.

La galería es un sueño, un mundo de belleza y arte que me envuelve. La escalera de oro y esmeraldas me lleva al segundo nivel, donde la sala mayor bulle con la élite del mundo del arte. Montalver me guía hacia mi destino, y de repente, mi corazón se detiene.

Allí está. Mi cuadro, mi obra maestra. La mirada dulce de Liam me mira desde la pared, y siento una descarga eléctrica que recorre todo mi cuerpo. Su sonrisa es un rayo de sol que ilumina la habitación.

Mi alma late con emoción mientras me acerco al cuadro. Me siento orgullosa de haber capturado su esencia, su belleza. Cada persona que pasa a ver mi exposición, se quedan asombrados, por el ser más hermoso que haya plasmado en mis cuadros

La habitación se desvanece, y solo quedamos Liam y yo. El tiempo se detiene, y yo siento que estoy flotando en un mar de emoción.

Se acercan un par de señoritas, admirando mi obra con ojos brillantes de curiosidad.

—Me encanta tus fotografías, felicitaciones—dice una de ellas, su voz llena de emoción.—¿Existe?— pregunta, mirando fijamente el cuadro con una mezcla de asombro y admiración.

—¿El modelo existe o es creado por IA?— pregunta la otra, su voz llena de intriga.

—Si, existe— les aclaro con una sonrisa, sintiendo un escalofrío en la espalda al recordar la mirada de Liam.

—Ooh, es muy bello—susurra una de ellas, su voz llena de emoción. —Parece un dios, o como dicen por ahí, tallado por los mismos dioses.

Ambas se ríen y siguen curioseando, sus ojos brillantes de excitación.

—¿De dónde es?—pregunta una.

Solo sonrío y les digo—Un modelo internacional—sintiendo un cosquilleo en el estómago al pensar en Liam.

—Pero nunca lo hemos visto—dice la otra.—¿Cuál es su nombre? Para seguirlo en Instagram"

—Disculpen, me están llamando— les digo, y me voy hacia mamá, que está tan insistente en que me acerque, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo.

Me alejo sonriendo, sabiendo que no revelaré el secreto de Liam. Al menos, no por ahora.

—¿Qué pasa?—pregunto cuando llego a su lado, sintiendo una oleada de tensión en el aire.

—Salím va a venir a darte su apoyo en tu exposición—dice mi madre, su voz llena de una advertencia implícita.—Espero que no le hagas algún desplante.

—Ok—es lo único que digo, sintiendo una punzada de resentimiento hacia mi madre por su falta de confianza en mí.

Me doy la vuelta para seguir recibiendo las felicitaciones de todos los que se acercan, pero mi corazón late con ansiedad al pensar en la llegada de Salím.

Sigo resolviendo dudas de algunas que no tienen vergüenza y se vienen a preguntar si podría pasar el contacto del modelo, ya que quieren trabajar con él. Cosa que no les doy, ya que me excuso que la agencia de modelos se encarga de eso.

Mi tarde va de maravilla hasta que veo a Salím acercándose, su presencia es como una sombra que se cierne sobre mí. Siempre tan elegante con un traje negro que le hace verse más sombrío de lo que es. Si lo fotografíara, lo asemejaría con un ángel oscuro, un ángel del inframundo.

Es alto, delgado, cabello y ojos negros como ébano, piel bronceada. Su mirada es intensa, como si pudiera ver dentro de mí. Siento un escalofrío en la espalda al verlo acercarse, mi corazón late con una mezcla de miedo y fascinación.

—Tu belleza es deslumbrante, amor—dice Salím, acercándose a mí con una sonrisa seductora.—Y esos ojos son una maravilla—Me toma la mano y me da un beso en ella, su contacto me hace sentir un escalofrío.

—No hay obra de arte que opaque tu hermosa figura—añade, mirándome con admiración.

—Gracias—es lo único que digo, intentando mantener la calma en medio de la tormenta de emociones que me está desatando.

Salím me rodea la cintura con su brazo y posa para las fotos, sonriendo para los fotógrafos. Estoy atrapada en su abrazo, sintiendo su calor y su proximidad.

—Estoy orgulloso de ti—me habla al oído, su aliento cálido me hace estremecer.

Las fotografías no se hacen esperar, ya que es el segundo ser más importante del país después de su papá. La prensa no desaprovecha la ocasión en fotografiarnos, siempre nos involucran pero nada confirmado y eso es lo que buscan: un buen titular.

Me siento como una marioneta en manos de Salím, pero no puedo negar que cuando se propone, puede ser el hombre mas seductor y alagador que exista, sabe lo que tiene, por eso mismo la lista de admiradoras es larga, muchas desean aunque sea una mirada de él.
 










ATRAPADA EN EL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora