Aquel que bajo una descuidada apariencia, escondía una bella silueta...
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Se sentía mareado y totalmente asustado... El hombre frente a él daba más miedo que atracción, parecía uno de aquellos villanos de la antigua comedia que venían y raptaban a las jóvenes doncellas en aprietos.
Pero al escuchar su horrorizado grito, el hombre levantó sus manos que eran cubiertas por unos guantes de cuerina negros, sus ojos que anteriormente detonaban frialdad, shora parecían más asustados que él.
── Mademoiselle, Mademoiselle disculpe, no era mi intención asustarlo de esa manera...
El joven de hebras terracotas estaba pegado a la pared, el peine que anteriormente iba a utilizar para peinarse lo había tirado a la cabeza del alto hombre, quien se quejó levemente por el dolor que aquel cepillo le causó. De igual manera, prosiguió hablando.
── Se lo juro, mi señor, no quería asustarle, para nada, sólo deseaba hablarle sobre su canto de ayer...
El hombre hablaba con formalidad y respeto, algo que hizo que Wirt deje de estar tan tenso, pero aún tenía por opción la edición a tapa dura de "La Odisea" en su librero, por si hacía falta la fuerza bruta que él con su débil cuerpo, no poseía.
── Yo, le propongo un trato... Su voz, es algo que no siempre se presenta en este teatro, mucho menos con Madame Noroeste quien no deja que alguien más tome su lugar...
Explicaba, alejándose de la poca luz que dejaba entrar el ventanal, su voz era profunda, el joven Wirt pudo notar que seguramente aquel hombre entonaría una cantidad inmensa de óperas en un tono de ultratumba, allí, él pudo notar que el hombre no era feo, pero antes que atraerle la mitad de su descubierto rostro, le daría miedo.
── Es que usted tiene una voz maravillosa... Como la de un ángel, exquisita de tono y color..─ le decía, mientras que se enterraba en la oscuridad que el pasillito hacia la salida le ofrecía. ─ Excepto.. Y perdóneme, no quisiera ofenderlo aún más.. Es que está sin educar y claro, si usted... No educa su voz, por muy bella que sea, nunca alcanzará la altura a la que sé que está destinado...─
── Disculpe, ¿Pero qué altura podría tener un simple sirviente y costurero como yo?
── Toda la que usted desee, si me dejara enseñarlo, si me dejara ser su maestro... Pues quitando del lado el hecho de que no quiero que me reconozcan, soy un músico...
Aquellas palabras sorprendieron al joven doncell de ojos esmeralda, el cual miró confundido al hombre, ¿Quién querría enseñarle a un joven que se la pasaba hablando solo, lavando y sirviendo a sus superiores? Mucho más le impresionaba que un hombre de alta casta le propusiera eso a alguien como él.
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El Fantasma de la Ópera ┊⇻ ❝「 The Beast × Wirt 」❞
RomanceDonde antes no hubo amor, ¿Cómo no habría de deleitarse con el suave tratar de aquel bello joven? quien a comparación de él, parecía un ángel... un Ángel de la Música. ┊... En un famoso teatro donde en cada acto los espectadores no se decepcionan...