El Fantasma de la Ópera ┊⇻ ❝「 The Beast × Wirt 」❞

Parte dos: "Piensa en mí"

Un alma pura sin rechistar, una solitaria sombra de luz con tantos puntos negros alrededor...

Piensa en mí: canción en la parte de arriba, será utilizada en una parte de la lectura.

Dedicado a: YoVengoPorFanfics

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    Los pasillos del Teatro de la Ópera jamás quedaban en silencio, mucho menos aquellas semanas, en donde el mejor sastre de toda Francia que hospedaba en el famoso lugar, había desaparecido.

Un gran talento ¡Desperdiciado y recordado!:

el maestro de las telas;

Ethan Southme, lleva ya casi un mes de desaparecido.

  Fueron los titulares que aparecieron en los periódicos esas cuatro semanas, en cada día las inspecciones no paraban, los de alta casta y nobleza buscaban por cielo y mar al hombre con quien tanto tiempo habían trabajado.

  Los únicos indiferentes en el tema eran los jóvenes actores y bailarines del Teatro de la Ópera, quienes podían respirar en paz teniendo ahora una mujer de la casi tercera edad manejando los glamurosos trajes de obras, que ahora eran perfectos, sin mostrar de más el cuerpo y mucho menos incomodar a los muchachos, quienes vestían con gusto las prendas que ahora estaban hechas por pasión a la costura y no para ver los cuerpos jóvenes que tenían.

  Pero ahora, todo el personal estaba reunido en el salón principal del teatro, mirando atentos y murmurantes, Dipper se encontraba allí tomando el brazo de una señorita idéntica a él, la señorita Mabel Pines, de casta intermedia. Frente a toda la multitud se encontraban tres señores, los gemelos y señores Pines junto al regente del lugar, Gabriel Woodcutter.

── Muy bien, muy bien, señoritos y señores... O señoras.─ comenzó a hablar un cansado Monsiur Woodcutter, quien llevaba unas grandes ojeras bajo sus ojos. ─ Como ya habrán escuchado los rumores, de que muy pronto será mi jubilación, les informo que es verdad.

  Los bullicios nuevamente se hicieron presentes en el lugar con gran acústica.

── Y será hoy.─ con meras palabras les hizo callar a todos, miraban perplejos al que una vez fue el hombre más apasionado en su trabajo, quien decía que dejaría aquel lugar solamente cuando muriera.

  El más sorprendido fue Monsiur Stanley, quien se volteó de forma rápida hacia su antiguo familiar por matrimonio de su gemelo... Jamás había creído capaz a aquel hombre, abandonar lo que más amaba y por lo que tanto luchó aquellos años.
─ pensaba tener que volver a pedir silencio, pero esto es mejor. Bien, señoritos y señores, no puedo quedarme un momento más en este lugar, pero les aseguro que visitaré el Teatro de la Ópera muy a menudo.

  Los murmullos volvieron a reaparecer de forma lenta y continua, hasta que la voz de una señora de la tercera edad, preguntó: ¿y quién quedará a cargo?

  Muchos le siguieron la corriente de forma brusca, la mayoría del personal estimaba demasiado al hombre de alto sombrero, y aunque lo negaran rotundamente los de baja casta también se incluían, al menos la mayoría.

── Bien, a eso quería ir, muchas gracias Madame Susurros...─ volteó su mirada de la sofisticada señora hasta el que alguna vez fue su más querido personal. ─ La persona que quedará a cargo... Será Madame Grenda Fundshauser.