Un joven que ya no poseía la capacidad, la capacidad de presenciar nuevamente la luz de la libertad.
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El oscuro agujero en el que estaba ahora ya lo esperaba venir, las catacumbas subterráneas de la Ópera no podrían parecer un palacio dorado aunque allá arriba así lo era.
Su cuerpo estumesido yacía en una cama, sentía el suave colchón bajo él junto a la almohada más suave que alguna vez pudo probar...
Se sintió a morir cuando empezó a abrir sus ojos, los tenía tan hinchados y rojos que le era casi imposible que no le doliese aun con la poca luz del lugar. Trató de moverse, teniendo resultados dolorosos e instantáneos, ¿Dónde se encontraba? Lo último que podía recordar exactamente era el camerino de su maestro, el alto espejo y una mirada azul penetrante que lo llevó a través de los pasillos desolados e iluminados por los candelabros que según recordaba parecían moverse.
Allí, el joven muchacho cayó en cuenta, ¡Había sido raptado! Inmediatamente trató de reincorporarse en aquella cama, sus ojos verdes radiaban al igual que su rostro con una expresión aterrada y confundida, ¿Cómo fue tan estúpido? Miró a su alrededor, había sido colocado en unos aposentos amplios al estilo industrial, con cortinas medievales sin ninguna ventana, alfombras, sillones y una mesa con sillas.
Las paredes de madera repletas de retratos encuadrados, excelentísimas pinturas que llevaban el rostro rasgado o totalmente rayado.
Sus manos temblaban y casi no tenía fuerzas para nada, lo único que notaba ahora mismo era la melódica sonata que era tocada en lo que parecía ser un órgano, allí Wirt se aterró más, pues en todo el Teatro de la Ópera habían cientos de instrumentos, excepto siquiera un solo órgano... Probablemente ahora ya no él ya no esté en la Ópera, sino cien kilómetros a lo lejos del lugar. La mera idea le aterraba.
Sin más, se levantó, juró haber visto en aquella pequeña reojeada que le dio a la habitación una puerta negra, la cual destacaba entre los colores vintage del lugar. Sus piernas temblaban de forma inevitable, pero con esfuerzo el joven muchacho de ojos verdes logró llegar hacia la imponencia de madera oscura, teniendo la suerte de que esta estuviera abierta y no llaveada con quién sabe cuántas cerraduras.
La abrió con cuidado, allí las fuertes notas tocadas por el órgano rezonaron aún más, prohibiendo que el ambiente dejase notar el leve rechinar de los ya viejos metales que tenía la puerta, Wirt poco pudo ver en aquellos nuevos aposentos, pero los dos únicos candelabros de tres velas que allí habían sobre un enorme organo de tubos que ocupaba casi la mitad de la extensa pared le sirvieron para notar que allí sentado y tocando se encontraba un hombre de raída capa que en su parte superior llevaba lo que parecía ser piel de oso o de algún lobo, el largo cabello negro recogido de forma vaga en una coleta baja, junto a la siniestra máscara blanca e inexpresiva que ya desde hace un mes frecuentaba sus más oscuras pesadillas...
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El Fantasma de la Ópera ┊⇻ ❝「 The Beast × Wirt 」❞
RomanceDonde antes no hubo amor, ¿Cómo no habría de deleitarse con el suave tratar de aquel bello joven? quien a comparación de él, parecía un ángel... un Ángel de la Música. ┊... En un famoso teatro donde en cada acto los espectadores no se decepcionan...