Misión libertad

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"Nací una noche de tormenta eléctrica", dijo mi padre. "Así nacían los grandes hombres de la libertad, como Martín Lutero, destinados a traer luz en medio de las tinieblas. Mi corazón no ha conocido noches más oscuras que estas, donde los monstruos cobran vida. Lo peor es formar parte de sus filas y querer gritar desde el alma: 'No soy como ellos'. Tenemos el mismo uniforme, las mismas armas, compartimos el mismo campo, pero luchamos causas distintas. En mi pecho arde el fuego de la libertad, como una semilla sembrada en buena tierra, y también estoy dispuesto a dar mi vida. No me juzguen por mi edad ni por mi físico; mi fuerza es la sabiduría en mi interior. Mi nombre es Brad... Capitán Benjamín Brad. Tengo 15 años y formo parte del ejército de la resistencia, luchando contra los cazadores de Cristofer en la primera línea."

Entre un número determinado de presas, decidí seguir al anciano como centinela. "¡Soy el más joven!" grité. "¡Esa es mi presa!" "Tráeme su cabeza", dijo mi tío. "Soy hijo de un héroe y sobrino de un cobarde", pensé. La noche era clara y, como una posta, acompañé al prisionero de cerca hasta que ese hombre de capa café apareció una vez más como una visión mesiánica, rescatando a uno más. Me dispuse a volver tranquilo, pero vi la silueta de un perro sobre la figura del abuelo. Desenfundé mi arma, apunté en milésimas de segundos, justo cuando el animal suspendido en el aire abría sus fauces sobre su víctima. Con un certero disparo, el perro cayó pesado sobre mi protegido, y pude volver con los otros fingiendo ser un monstruo, el mejor entrenado para cazar. "Maté al lobo", les dije, "ahora falta el zorro que se roba nuestras presas."

El anciano de la cuerda fue el mejor. Logró hacer trampas provisorias, distraer a los cazadores y a los perros, hasta llegar a la seguridad de las copas de los árboles. Ese día procuré cuidar a los viejos. Con el paso de las semanas, apareció este hombre vestido de presa vieja, pero joven, valiente, temerario y sagaz, caminando decidido hacia la muerte, como a contracorriente, atrayendo a los perros y esquivando los proyectiles. Entonces resolví seguirlo hasta el límite del desierto de la muerte, donde ningún cazador puede penetrar, ya que los que lo han intentado han muerto junto con los perros.

Mi tío nunca honró el juramento de mi padre. Tuve que luchar para mantenerme sin ser marcado, haciendo trueque con el hermano de mi progenitor, que es un corrupto, y tuvo que responder a mi silencio, evitando que yo fuera chipado. Pensaba unirme a la resistencia con mi padre en las montañas, pero él murió dando la vida por los que buscan refugio. Ahora yo sigo su legado desde las líneas enemigas, protegiendo a los más débiles hasta la seguridad en el bosque profundo. Ambos llevamos la libertad y el refugio en nuestra sangre. Ahora me inspira este sujeto que apareció sentado como un ánima una noche sobre una colina.

"Juro que intenté salvarla. Corrí como el mejor atleta y la cubrí de los proyectiles. Pensé que era una anciana, pero nunca había visto correr a una abuelita así, lo que me intrigó. Tropezó tantas veces en el camino, se perdió otras cuantas, en algún momento perdió la esperanza. La seguí como un cazador implacable, disparé al aire muchas veces, intentando guiarla al desierto. Finalmente lo logré, pero nunca supe si logró sobrevivir. Incluso aterrorizada y cansada, su rostro era hermoso. La última vez que la vi fue bajo la luna inerte en el desierto, gimiendo, llorando o quizás agonizando. Deseé cruzar con todas mis fuerzas, pero si lo hacía, alguien podría notar que crucé a la zona de la muerte y no tendría cómo explicar eso. Sus probabilidades de sobrevivir sola eran bastante escasas."

La observé intentando protegerla con mi mirada, hasta que llegó mi tío y me dijo: "Buen trabajo, seguro morirá. Está donde tiene que estar, la basura."

Fui recriminado por llorar, pero se entremezclaron los sentimientos con la pena y la impotencia del día en que mi madre fue asesinada por no aceptar el dispositivo de Bio-Link y resistirse al arresto, que quizás la habría traído a morir aquí, donde nadie merece estar. Mi tío dijo que yo no tenía madre, y les respondí: "Solo los monstruos olvidan a sus padres." Me miró con cara de odio. "¿Cuál es la diferencia, Benjamín? No has recibido la marca, pero asesinas como nosotros, como yo y tu padre." "Tío, usted es semilla de muerte. No se compare con mi padre, que fue, es y será semilla de vida." "El día que caces a uno de estos animales frente a mis ojos estarás listo para recibir el regalo de Cristofer y te preguntarás cómo pudiste evitarlo tanto tiempo." "Lo haré justo frente a tus ojos, tío, porque la vida se abre camino aún en este valle enfermo de la muerte."

Luchar en soledad desgasta, pero yo no estoy solo. Cuando llego a la intersección donde se cruzan el buen y el mal camino, miro a mis padres y sé cuál es la mejor decisión, porque su voluntad de vivir y rescatar a los que sufren fue la inspiración de toda su vida. Esa semilla bien sembrada y cultivada en mí brota con la fuerza de ríos de agua viva que corren por mis venas y me impulsan a luchar contra la corriente del lado de los valientes.

Hay decisiones que solo podemos tomar los hombres, y ahí estaban las opciones frente a mí: el tigre, mi tío y el hombre de la capa. No soy como ellos, por eso vacilé en mi decisión. "Puedes creerlo, Benjamín, un animal ha estado robando nuestras presas. Por eso, esta vez soltaremos al tigre, que será más efectivo que los perros." Escasos segundos fueron suficientes para ver caer al valiente hombre abatido por mi tío. Increíblemente, se puso de pie, malherido, provocando al tigre que olió su sangre. "Es tu momento", me dijo el hermano de mi padre. Entonces apunté contra la presa herida. Mi tío sonrió diciendo: "¿Viste que eres como nosotros, Benjamín Brad?" Lo miré a los ojos y, sacando la mira de ese valiente caballero herido, apunté directo contra mi propia sangre: ese monstruo traidor, corrupto y cobarde que no era nada mío en conciencia. Ahora mi familia son los que cumplen la voluntad de mis padres. Solté un grito de dolor como cientos de seres humanos que había asesinado sin remordimientos.

Por fin, inconsciente y sangrando debajo del animal salvaje, saludé el valor y el heroísmo junto al cual salvamos vidas como un equipo reunido por una fuerza superior que quiso encontrarnos en una misión de rescate donde no había esperanzas. El mismo no podía creer que estaba vivo aún y me dijo que también era una presa sobreviviente. "¿Y tú, cómo lograste sobrevivir?" me preguntó. "Yo soy un cazador", le dije, "pero no soy como ellos."

El desierto estaba iluminado como una visión celestial y, por primera vez, tuve la gran satisfacción de cruzar a la línea de exclusión. Sentí que me unía a mi padre en el refugio con mi amigo a cuestas, empapados de sangre. Sin tiempo, los encontré reunidos alrededor de una fogata. No sabía si eran sus lágrimas o su sangre tibia, pero lloraba porque no pudo lograr rescatar a los siete. Entonces él me miró y supe su nombre: "Jonathan, ya está aquí. Todos miramos..." Y él dijo: "El muchacho... Benjamín, el primer cazador permitido en la zona de supresión." Supe que mi amigo estaría bien cuando él le dio la mano.

También supe que ella vivió y su nombre es Daniela, quien se ve tan hermosa como una flor escogida entre tantos hombres. El mundo se detuvo. Mi corazón latió al ritmo del fuego y nuestras miradas se cruzaron por primera vez. Su mirada era incrédula. Era la primera vez que un cazador llegaba a la zona de exclusión, estaba dentro de un equipo que él llamó "La Resistencia".

El día ha comenzado

Pasó la noche y volvió el sol, sobre los lagos,

Sé levantó de las colinas, de los cielos.

Todo está bien.

Dios está aquí.

La luz del fuego, aclara la vista

y las estrellas, embellecen el cielo.

Brillando luminosa, desde lejos.

Acercándose, viene la mañana.

Agradecimientos gozo y alabanzas

Para los días de reencuentros que vendrán

Debajo del sol,

Debajo de las estrellas

Debajo del cielo en el bosque profundo.

Así vamos.

Esto sabemos.

Logos está en medio nuestro.

La semilla sembrada en las montañas

Germinó en el desierto".

Capitán

Benjamín Brad

El Capitán de los que buscan refugio y héroe de los campos de cacería humanos

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⏰ Última actualización: Aug 04 ⏰

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