Capítulo 6

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Tony caminaba descalzo sobre cálida arena, las olas y viento como sonido de fondo.

Su camisa ya abierta fue hacia a los lados debido a una ráfaga de viento, miró el cielo anaranjado con nubes cargadas y pensó, realmente sin ninguna certeza, que una tormenta se acercaba.

Steve venía a varios metros detrás de él, así que se detuvo para esperarlo, después de todo, el rubio era quien había pedido que caminaran en la playa y sabía no le gustaba hacerlo solo. Bueno, en general a Steve no le gustaba estar solo, a Tony no le solían importar mucho cosas como esa, y no deberían importarle.

El rubio lo alcanzó con facilidad, Steve usaba uno de esos conjuntos completamente blancos y sueltos que por alguna razón lo hacían ver como un ángel. Sus preciosos ojos estaban fijos en Tony.

Alejó la mirada y retomó su caminata.

Caminaron en silencio hasta que el cielo se oscurecio, en un silencio sereno, un poco ajeno a lo que había sido su comportamiento desde que llegaron. Sin desenfreno o lujuria cruda, sin bromas o charlas superficiales, sin conversaciones pasivo agresivas.

El cómodo silencio se vio interrumpido por la voz de Steve.

—Tony… ¿alguna vez te has enamorado?

Puso los ojos en blanco y fingió considerar seriamente la pregunta, para no concentrarse en la razón por la que la había hecho, para no concentrarse en como lo hacía sentir.

—Creo que me he enamorado muchas veces, pero amado nunca... Y es fácil confundirse.

—… ¿Es así?

—Aprendí hace tiempo que yo sirvo para follar, pero no para las relaciones —soltó, mirándolo a los ojos—. ¿Y tú? —decidió preguntar, sintiendo como si la tensión se deslizara como una manta pesada sobre ambos—. Habías mencionado a una chica antes.

—Gail —suspiró nostálgico—. Ella era mi prometida, íbamos a casarnos cuando la guerra terminará —Steve se detuvo, así que Tony también lo hizo—, a ella nunca le gustó la idea del suero, ella se preocupaba mucho, nos amábamos mucho…

Fingió no saber.

—¿Qué paso con ella?

—Vive, se casó con mi mejor amigo Bucky. Ellos tienen una hermosa familia.

Tony no sabía que decir ante eso, el tono con el que Steve había hablado resultaba agridulce. Si antes había sido casi doloroso de escuchar, ahora lo era por completo.

—Me alegro por ellos —continuó Steve, como si nunca hubiera esperado una respuesta.

—¿De verdad?

—Por supuesto —declaró mirándolo, como si no entendiera su duda.

—Vaya, yo no podría decir eso.

—No lo creo.

—No me conoces, Steve.

No hubo respuesta. Tony volvió a retomar su camino, necesitaba alejarse. Ahora.

El viento cobró un poco más de fuerza a su alrededor.

—Tony.

—¿Qué? —Mantuvo sus pies en movimiento.

—Bucky tiene cáncer. Él esta en un tratamiento, y leí sobre eso, la medicina es grandiosa hoy en día.

Avanzó con más velocidad.

—¿Y? —espetó, sabiendo a donde se dirigía, pero sin querer escucharlo.

—Solo digo que… sería obvio intentarlo. ¿Por qué no lo haces?

Sentirse bienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora