La noche estaba estrellada, y se sentía una tranquilidad inusual viniendo de una ciudad tan poblada y ruidosa como lo era Nueva York. Era un buen momento para dar una caminata por las calles y relajarse un poco, y así es como lo sentía Peter Parker mientras se dirigía a su apartamento.
Había estado toda la tarde en la casa de su mejor amigo Ned haciendo un maratón de las películas de Star Wars mientras armaban el lego de la Estrella de la Muerte ya que realmente no habían tenido tiempo de hacer eso juntos después de que Peter lo dejara accidentalmente olvidado cuando habían acordado armarla semanas atrás, pero ahora, tal vez no por las mejores circunstancias, disponía del mayor tiempo libre que había tenido en aproximadamente siete meses desde que toda su vida había cambiado por completo al ser mordido por la araña radioactiva que le había dado los poderes que lo llevaron a convertirse en Spider-Man.
Justo en ese momento recordó una de sus proezas como el amigable vecino arácnido cuando pasaba al lado de un árbol donde en sus primeros días como el trepamuros había dejado amarrado a un hombre que pretendía entrar a robar a una casa, en el tronco logró ver incluso la pequeña marca que dejó cuando intentó darle un golpe al ratero, que por suerte falló ya que para ese momento tenía menos experiencia controlando su fuerza y no quería imaginar cómo habría podido dejar al hombre de haberle asertado, pero en su defensa, él sólo golpeaba cuando lo golpeaban primero o la situación era peligrosa al grado de tener un arma involucrada.
Pasó el árbol y siguió su camino en completo silencio ya que la calle por donde iba no estaba transitada ni caminaba nadie más por ahí, justa razón por la que cuando escuchó un grito a lo lejos fue completamente perceptible, más de lo normal tomando en cuenta ya su sentido de la audición aumentada. El grito volvió a repetirse seguido de otros, pertenecientes a una mujer, y sin dudarlo Peter giró a su izquierda hacia un callejón que si bien tenía salida era bastante largo, y entonces vio a una señora de mediana edad con dos hombres tapados con máscaras y vestidos de negro delante de ella, uno de ellos sosteniendo un cuchillo.
-Cállese, denos la bolsa y no habrá problemas- dijo con voz dura el hombre que sostenía el arma, quien era bastante más alto que Peter y de complexión gruesa, contrario a su compañero que era delgado y un poco más bajo.
-Po-por favor, no m-me lastimen- respondió la señora paralizada por el miedo y temblando ligeramente.
Peter estaba detrás de unos botes de basura por lo que ninguno de los tres lo había visto aún, además de que estaba bastante oscuro, y entonces comenzó a analizar sus opciones, cierto que se suponía que no debía meterse en ese tipo de "asuntos" por el momento, pero en esa ocasión no había sido él quien lo había buscado si no que se había topado con la escena por casualidad, y al escuchar otro quejido de la mujer se dio cuenta que fue una suerte porque no era correcto lo que le estaba pasando y mucho menos lo sería que él no hiciera nada, así que sin pensarlo más caminó hasta dejar de ser tapado por los botes de basura y quedar a la vista de los dos delincuentes y su víctima.
-Mmm, disculpen- dijo amigablemente para atraer la atención.
Los dos hombres ya se habían acercado más a la mujer que seguía sosteniendo su bolsa con fuerza, pero al escuchar la voz de Peter retrocedieron para ver a quien se atrevía a interrumpirlos.
-¡¿Qué es lo que quieres?!- le preguntó el hombre más delgado, desafiante.
-Te lo advierto chico, si intentas hacer algo te atravesaré con esto- amenazó el tipo armado enseguida, apuntándolo con el cuchillo.
-Al menos esta vez se estarían metiendo con alguien que tiene más probabilidades de defenderse, ¿no lo creen?- dijo Peter alzando un poco los hombros, y usando un tono un tanto relajado y risueño, característico de él como Spider-Man pero menos energético ya que no sentía la adrenalina al estar balanceándose o trepando en las paredes, y por supuesto al no tener el traje no quería dar una actitud completamente a como solía ser a fin de seguir manteniendo su identidad secreta, así que lo que hiciera debería de ser con el tipo de aptitudes que podía tener un chico normal de su edad.
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Iron Man y Spider-Man. Siempre junto a ti
FanfictionLas promesas pueden darte la fuerza para que te aferres a algo o quebrantarte para lograr que te rindas, todo depende de si son cumplidas o no. Tres semanas después de haber recibido el traje de vuelta en su habitación, luego de rechazar unirse a lo...