Burn out. [Rafe Cameron] OBX

01

—¡Skyler! —Gritó el rubio al verme entrar a la casa.

—¡JJ! —Lo abracé.—¡Tanto tiempo! —Bromeé sabiendo que nos habíamos visto hace unas horas.

—Se nota que adoran el drama.—Kiara los ojos.

Giré hacia ella con una sonrisa.

—¿Tu no deberías estar salvando tortugas?—Me tire al sofa junto a ella.

—Idiota.—Murmuró riendo.—¿Como estuvo tu día? —Preguntó curiosa. Kie era realmente amable y era como la madre del grupo. Simplemente perfecta.

—Estuvo bien, evite a mi padre todo el día y luego fui por unas olas.—Antes de que pudiera decir algo más fui interrumpida por JJ.

—¿¡Sin mi!? —Su grito me hizo soltar una carcajada.—¿¡Fuiste a surfear sin mi!? —Pregunto nuevamente a los gritos.

Kie comenzó a reír.

—Por dios JJ, no puedes gritar de esa forma.—Reí.—Si te consuela fueron pésimas olas. Pero mañana podemos ir.—Le guiñé el ojo.

—Si me entero que vas sola estarás en problemas.—Achino sus ojos y desapareció de nuestra vista. Probablemente estaba preparándose un sandwich en la cocina.

Mi amiga se acomodó en el sofá para mirarme con su más seria expresión.

—¿Como van las cosas con tu padre? —

—Pues la verdad muy mal. Intento evitarlo a toda costa pero a veces se pone agresivo y me busca.—Suspiré cansada de la misma mierda de siempre.

Desde que mi madre abandonó a mi padre todo cambio en casa. De repente era yo la culpable de todos sus problemas.

Mi madre se fue del pueblo cuando yo tenia apenas doce años. A partir de allí todo comenzó a ser un infierno, mi padre comenzó a gastar sus ahorros en droga y alcohol. Comencé a ser un estorbo en su vida y la causante de sus miserias.

Al principio eran gritos y culpas, a medida que fui creciendo comenzaron a ser golpes. Intente irme de casa hace un tiempo, pero no me fue posible, era tan solo una menor de edad ¿adonde se suponía que debía ir?

John B y Kiara me ofrecían quedarme con ellos pero realmente no quería ser un estorbo. Por eso mismo comencé a pasar tiempo fuera de casa y solo volvía para dormir, aunque la mayoría de las veces dormíamos todos juntos en lo de John B, ya que Kiara tenia problemas con sus padres muy seguido y Pope también. Ni hablar de JJ, el prácticamente vive con su mejor amigo.

—Lo siento tanto, Skyler.—Kiara apoyó una mano en mi hombro.—Sabes que puedes venir conmigo a casa.

—Tranquila, Kie. Ya se solucionará todo.—La abracé.

Ella era la mejor escuchando, lo supe desde el momento que la conocí. Ambas teníamos doce años, recuerdo llegar llorando a clases porque no había podido terminar mi proyecto escolar. Ella escucho todo lo que tenia que decir y me ayudo a armar uno con las piezas del suyo, desde ese momento nos volvimos inseparables.

—Hola chicos.—Saludó John B entrando a su propia casa. Siempre pasábamos tiempo aquí ya que no había ningún adulto.

El pecoso se tiro sobre mi como una morsa haciendo que me quede sin aire.

—John... B. Necesito respirar.—Murmuré intentando quitármelo de encima.

—Que quejosa eres Sky.—Se movió hacia un lado tirandose sobre Kie.

Kie lo empujo tan fuerte que cayó al suelo, ambas comenzamos a reír mientras nuestro amigo estaba en el suelo.

—Que agresivas.—Se quejó mientras fruncía el ceño.—Y yo que venía a darles cariño.

—Oh, hola hermano.—JJ apareció con un sandwich.—Ten. Te lo mereces por ser maltratado por estas mujeres.—Partió su sandwich a la mitad y se lo dió a su mejor amigo.

Nosotras reímos por lo que dijo, aveces eran como niños.

—Gracias, JJ.—John B lo abrazó mientras comía.

—¿Alguien sabe cuando vendrá Pope? —Pregunte curiosa por el quinto integrante del grupo.

—Su padre no lo debe haber dejado salir. ¿Que tal si lo buscamos? —Propuso el rubio.

Todos asentimos, no podíamos tener una juntada de pogues sin Pope.

—Vamos.—

Los cuatro caminamos hacia el bote que estaba fuera de la casa de John B, no sin antes tomar unas cuantas cervezas del refrigerador.

Kie tomó el mando del bote y emprendimos camino por las aguas de Outer Banks.

Bebimos cervezas mientras JJ cantaba una canción que jamás había escuchado en mi vida.

Kiara detuvo el bote frente a la casa de Pope, quien estaba ayudando a su padre con unas cajas.

—¡Hola chicos! —Gritó el morocho al notar nuestra presencia.

—¡Pope, sube! —Gritó John B.

Nuestro amigo miro a su padre y él no tenia cara de agradarle la idea.

—Lo siento chicos, necesito que Pope ayude con las tareas de la casa.—Su padre pensó que su hijo le haría caso pero fue todo lo contrario ya que dejo las cajas a un lado y corrió hacia el bote.

—¡Apenas vuelva termino con las cajas! —Avisó como si eso fuera a calmar a su padre. Todos reímos sabiendo la situación.

—¡Hasta pronto Señor Heyward! —Salude con la mano apenas el bote arranco su vuelta hacia la casa de John B.

(...)

Estábamos sentado en el bote viendo el atardecer.

—¿Que les parece festejar el comienzo del verano con una fiesta? —Preguntó JJ.

Inmediatamente una sonrisa apareció en el rostro de John B.

Con Kie y Pope nos miramos, una fiesta con estos chicos significaba descontrol total.

Era verano, había que disfrutar cada día.

—Nos apuntamos.—Dijimos los tres a lo que todos sonreímos.

Bajamos del bote entre empujones y risas. JJ me cargo sobre su hombro para fastidiarme aún más.

—O me bajas o te golpearé.—Advertí golpeando su trasero.

—Esta bien cupcake.—Me dejo en el suelo nuevamente. —No era necesario recurrir a la violencia.—Rodó los ojos de forma graciosa.

Cupcake era su apodo para mi, lo ha sido desde que nos conocíamos. Con JJ la relación era muy estrecha y especial, era la persona que más me comprendía ya que ambos vivíamos lo mismo, el infierno que nos provocaban nuestro padres.

Ambos llevábamos aquello con bromas y quitándole importancia, pero entre nosotros sabíamos cuanto dolía toda esa situación.

Enredé mi brazo con el suyo mientras hablábamos de cosas sin importancia.

Desde acá podía escuchar al resto del grupo hablando de la organización de la fiesta para esta noche y sus reglas.

No kooks.
Mucho alcohol.

No había mas reglas. Aquellas eran las únicas dos esenciales.

Aquí vamos fiesta de inicio de verano.