Burn out. [Rafe Cameron] OBX

04

Retrocedí intentando huir pero parecía que mis pies pesaban toneladas, jamás me preparé para una situación así. Sentí el ruido de hojas crujir y rápidamente me quede quieta. Si él podía verme estaba realmente muerta.

Observe como se acercó unos pasos, seguía sin poder verle el rostro, ¿el me habrá visto a mi? Era la única pregunta en mi mente. ¿Y si luego me busca?

Los nervios me invadían nuevamente, estaba temblando mas fuerte que antes y no sabía que hacer.

De repente unas manos me empujaron hacia atras tapando mi boca. Sentí como mi corazón comenzó a latir mas fuerte por el miedo.

—Shhh.—Me miró fijamente intentando que me calmara. ¿Que hacía Rafe Cameron aquí?

Mi rostro estaba pegado a su pecho y mi espalda queda contra el gran árbol que nos cubría, intentaba encuadrar cada punto de la situación pero solo lograba perderme más.

Intenté hablar pero el miedo me consumió.

—Rafe...—Murmuré a punto de estallar en lagrimas.

El volvió a tapar mi boca con su mano para que no siguiera hablando.

—Estaremos bien.—Susurró casi inaudible. Creo que era probablemente la primera vez en mi vida que estaba agradecida de ver al rey de los kooks.

Cerré los ojos intentando contenerme nuevamente pero el temor seguía intacto.

La imagen de aquel cadaver se repetía constantemente en mi mente. Comenzaba a faltarme el aire y aunque Rafe estuviera allí no conseguía sentirme mejor. Sabía que estaba mas segura con él, o al menos eso quería creer.

Él asomo se cabeza para ver al hombre misterioso, con cuidado me empujo hacia atrás de él, cubriéndome con su espalda.

—Ahora.—Tomó mi mano fuertemente y me hizo correr detrás de él. Le seguí el paso sin problema, probablemente era la adrenalina la que me hacia correr mas rápido de lo que pensé que podía.

Perdimos al hombre de vista pero aún seguimos corriendo. Vi su auto negro estacionado y me sentí aliviada. Ni por un minuto pensé en volver por mi bicicleta ni mucho menos replantearme el subir al auto de Rafe Cameron.

Una vez sentada en el asiento del copiloto pude soltar todo el aire que venía guardando, sentí por un momento que todo estaba bien. Pero al recordar todo lo vívido en los últimos minutos volví a angustiarme como nunca antes.

—Rafe, yo... yo necesito... necesitamos ir a la comisaría, necesito...—Balbuceé intentando entender mis propios pensamiento y lo que quería decirle, pero solo encontraba en mi misma un nudo de sentimientos negativos.

—Tranquila Sky.—Tomo mi rostro entre sus manos haciendo que lo mirara fijo.—Debes calmarte.—Sus ojos me transmitían confianza y ni siquiera sabía porque, era un maldito Kook.

Cerré los ojos para calmarme, al volver a abrirlos volví a cruzarme con su mirada.

—¿Que haremos? —Pregunté en un murmuro.

—Iremos a la policía, avisaremos donde ocurrió y ellos se encargarán.—Respondió en un tono suave.

Asentí y miré al frente intentando esquivar mis pensamientos. El auto se puso en marcha y el camino hacía la policía fue silencioso.