Burn out. [Rafe Cameron] OBX

12

Rafe Cameron.

—No se si quiero hacer esto, Skyler.—La miré inseguro al ver las grandes olas que se acercaban a la costa.

Los días habían pasado desde nuestro encuentro en el restaurante y desde allí nos habíamos visto un par de veces a escondidas.

Comenzaba a necesitar ver a la morena y eso me ponía los pelos de punta. ¿Desde cuando necesitaba de la presencia de alguien?

Hoy por la mañana recibí un mensaje para ir a surfear, lo cual acepte ya que habíamos quedado en ello hace tiempo. Pero ahora solo comenzaba a arrepentirme.

—Vamos, Rafe. No seas llorón.—Tomó mi mano guiándome hacia el agua, ella tenía su tabla con una mano mientras que con la otra tiraba de mi.

No pude evitar observarla con aquella bikini blanca, hacia resaltar su bronceado y su figura notablemente. Realmente Skyler sabía como llamar la atención sin siquiera intentarlo.

—¿Seguirás mirando mi trasero o prefieres comenzar a caminar? —Preguntó en tono de burla mientras yo intentaba excusarme.

—Yo...—No sabía que decirle, ahora de seguro piensa que soy un maldito acosador.—Ni siquiera me gastaré en mentirte.—Me rendí y escuche su carcajada, su sonrisa se extendía por su rostro mientras sus ojos se achinaban.

—Eres impresionante.—Rodó los ojos.

Con los pies en el agua comenzamos a adentrarnos al inmenso océano.

—Bien, esto es bastante sencillo.—Ambos estábamos recostados en nuestras tablas. Mientras ella parecía estar emocionada yo tenía el corazón en la garganta del temor que sentía.—Vamos a remar hasta atrapar la ola, una vez que estemos en ella nos vamos a poner de pie, recuerda tener flexionadas las rodillas y no hacer movimientos bruscos para evitar la caída fácil.

—Suena fácil pero dudo que lo sea.—Hice una mueca admirando la ola que comenzaba a formarse.

—¡Vamos! —Gritó haciendo que ambos comenzaremos a remar acostados en la tabla. Mientras mis brazos se movían para alcanzar la ola podía sentir la adrenalina correr por mi sistema. No era tan malo como creía.—¡Levántate! —Exclamó al ritmo que le hacía caso.

Con todo el equilibrio intente ponerme de pie recordando lo que ella había dicho. De pronto estaba sobre la ola manteniéndome.

—¡Bien Rafe! —Sonrió contenta, pero antes de sue pudiera responderle perdí el equilibrio cayendo en la espuma blanca que había formado la ola al romperse.

Tape mi cabeza bajo el agua por miedo a que la tabla fuera a golpearme. Pensé en lo que había sucedido, al parecer no lo estaba haciendo tan bien, solo pude mantenerme unos pocos minutos.

Salí a la superficie tomando una bocanada de aire. Parpadeé varias veces para sacar el agua de mis ojos ya que ardía por la sal del océano.

—¿Estas bien? —La morena se acerco con una expresión preocupada nadando a mi. Aún con su tabla enganchada a su pie para no perderla.

Asentí ante su pregunta.

—Estoy bien, tranquila.—Sonreí de lado al ver su preocupación.—Creo que estuve bien.—Bromeé haciendo que ella soltara una carcajada.

—Yo creo que si.—Ironizó mirándome con una sonrisa.

Quedo flotando junto a mi mientras nos elevábamos con cada ola que venía. Ninguno parecía querer subirse a la tabla nuevamente. Solo nos contemplábamos.

Su cabello mojado caía descuidadamente por su rostro, sus labios estaban algo agrietados por el agua del océano y sus largas pestañas hacían de su rostro él mas bonito.