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Caí de rodillas en cuánto me di cuenta donde me encontraba y negué repetidamente con la cabeza sin querer aceptar que su nombre se encontraba escrito en una piedra por sobre dos fechas que, ahora, solo estaban en la memoria de quiénes pudieron conocerlo antes del trágico día que escogió para terminar con su propia vida.

«Joven es encontrado sin vida en dormitorio, se estima que la causa fue suicidio.»

—No te has ido... —solloce.

Pero la realidad era otra.

Nunca más podría ver aquella hermosa sonrisa que tanto adoraba y la cuál encontraba única.

Nunca más podría ver sus oscuros ojos cuyo interior guardaba tanto brillo que no me dejaba ver el vacío en ellos.

Nunca podré escucharlo decir que le gustaba mi voz otra vez.

Nunca pude despedirme de él.

—Por favor, no me hagas esto...

Pero ya lo había hecho; se había marchado por completo.

—No quiero decirte adiós...

Ahora entendía porque aquellas miradas...

Nunca llegaste por mí esta mañana.

Nunca estuviste a mi lado en clases.

Nunca me acompañaste con la señorita Bong.

Nunca estuviste a mi lado en la biblioteca.

Nunca tomaste mi mano, por eso se sentía tan fría. Nunca más podré volver a tomarla.

—Quédate...

Pero ya se había marchado.

First Last Day | M;YGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora