𝒞𝒽𝒶𝓅𝓉𝑒𝓇 𝑒𝓁𝑒𝓋𝑒𝓃

282 15 6
                                    

Jude tomaba respiraciones profundas cada diez segundos.

Después de su breve visita a sus hermanas en el mundo mortal, Jude regresó a su hogar. La Bomba la recibió y le avisó que Cardan ya se encontraba en el palacio. Jude corrió a sus aposentos y cambió su atuendo por uno más apropiado para la reina de Elfhame: un largo vestido azul con oro tejido a este, una pequeña tiara de hojas de oro que caía por su frente y replicó su peinado de cuernos (al paso de los años aprendió hacérselo por sí sola).

Jude estaba lista, físicamente y mentalmente para cuando Cardan entró por las puertas de roble. Ella no tenía ni idea cómo, después de tanto tiempo, el rey de Elfhame le quitaba el aliento. Tal vez se debía a que estaba por anunciarle que un bebé estaba en camino... de igual forma, su corazón comenzó a palpitar muy rápido.

Cardan le regaló una de sus preciosas sonrisas mientras avanzaba hacia ella.

- Esposa mía - saludó Cardan.

- Mi rey - saludó de vuelta Jude.

Cardan plantó un suave beso en la mejilla de Jude, tomando y acariciando sus manos. Su esposo se había vuelto aún más cariñoso de lo que era en el pasado y Jude no podía quejarse, lo amaba demasiado.

- Te ves hermosa todos los días, querida, pero esta noche en especial, te ves exquisita.

Jude sintió sus mejillas calentarse. No podían hacer otra cosa en ése momento, incluso si Jude quisiera, necesitaba decirle o Cardan lo descubriría por sí solo, y su corazón se rompería en mil pedazos.

- Cariño, antes de ir a cenar, y hacer otro tipo de... actividades, me gustaría que paseáramos por el palacio. ¿Qué te parece?

— Me parece excelente — concedió Cardan.

Pero antes de que pudieran salir por la puerta y Jude pudiera retrasar la conversación del bebé, Cardan hizo aparecer con un movimiento de su mano un ramo de flores rojizas; Jude las reconoció al instante y quiso que la tierra la tragara ahí mismo.

— Encontré estas flores por todo el Palacio y me parecieron preciosas, así que, te las ofrezco como regalo, mi reina.

Jude tomó las flores Anthurium con manos temblorosas.

Por el paseo, Cardan y Jude caminaban de lado a lado en un silencio abrumador, bueno, al menos en el caso de Jude. Su mente revoloteaba con miles de preguntas que aumentaban su ansiedad.

¿Estoy lista para ser madre?
¿Cardan estará listo?
¿Cómo reaccionará?
¿Se enfadará conmigo?
¿Y si me expulsa de Elfhame?
¿Tendré que vivir con Vivi y criar al bebé yo sola y...

— ¿Jude?

Los pensamientos intrusos fueron interrumpidos por la expresión preocupada de Cardan. Jude se dio cuenta que se encontraban ya en los jardines del Palacio. Solos completamente.

— Lo siento, es sólo que...

Jude no pudo continuar hablando, pero Cardan fue rápido y se acercó a ella tomando sus manos entre las de él.

— Puedes contarme lo que te esté trayendo problemas a tu hermosa cabeza, cariño.

Jude no pudo evitar sonreír.

— Puede que me mates al escuchar lo que te tengo que decir.

Cardan negó con la cabeza, su rostro en completa seriedad.

— Tú eres la portadora de la daga, amor mío, yo sólo porto una copa de vino. Estoy indefenso. Dime lo que tengas que decir.

Jude se permitió respirar profundamente una última vez y miró hacia abajo donde yacían las flores Anthurium entre las manos de Cardan y ella.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 02, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

The Half PrinceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora