CAPITULO 31

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En los meses siguientes Diego y Noe avanzaron más y más en su relación de pareja, no paraban de quedar aunque fuera solo para hablar o para estudiar lo que fuera.

Él ganó las regionales y las autonómicas así como las nacionales, consiguiendo así su sexta nacional en el deporte de las artes marciales mixtas. Estaban por llegar las internacionales y Diego ya estaba en el aeropuerto al que cortésmente, José se había ofrecido a llevarlo y Noe no perdería la oportunidad de acompañarlo dado que no se verían en una semana.

Una vez en la terminal, Diego abrazó con ganas a Noe ya que estaría el mayor tiempo separado de ella, al menos a tantos kilómetros de distancia, cosa que lo estaba matando lentamente por dentro.

- Te prometo que vendré con un trofeo y algún regalo de Londres para ti mi princesa.- Le dijo al oído suavemente mientras comenzaban a llamar por los altavoces para el vuelo que él tenía que tomar.

- Con que vengas con el trofeo y con las suficientes energías para abrazarme será el mejor regalo de todos-respondió Noe con tristeza en sus ojos- no voy a perderme ningún movimiento tuyo en la competición cariño, cuídate muchísimo ¡y que sepas que te amo! -dijo dándole un beso ligero en sus labios junto con un fuerte abrazo.

- Yo también te amo princesa, y no dudes que me sobrarán las energías para abrazarte y besarte hasta que me pese el alma.- Le dijo sonriendo y abrazándola de nuevo antes de irse por la terminal en la que tenía que embarcar.

Horas después llegó a Londres y de ahí un coche de la federación de deportes lo recogió tras recoger sus maletas. En el vehículo con más que tiempo de sobra le escribió un mensaje a su princesa para que esta supiera que ya había llegado al país extranjero para él en el que competiría y en el que muchos otros de reunían ese año para ver quién era el mejor del mundo.

Cuando Diego le escribió a Noe, ella se encontraba en su habitación hablando por Skype con Andrea. Su cara se iluminó al saber que Diego ya había llegado.

- Estaba esperando con ansia tu mensaje, ¿a dónde iras ahora mi amor?

- Al hotel, estoy en el coche de la federación. el viaje ha sido horrible ya que un enano tipo pitufo estaba molestando en el avión, pero todo bien. Me toca entrenar cuando llegue al hotel, espero no verme con ningunos de los que viene de Estados Unidos.- Le escribió antes de tener que bajar para entrar al hotel y registrarse pues tenía que bajar corriendo al gimnasio de las internacionales.

- Agüita mi amor...espero que sean contrincantes no muy duros, voy a hacer fuerza desde aquí para que así sea, en cuanto estés en la competición recuerda avisármelo para yo encender la tele, ¡mi padre y mis hermanos estaremos ansiosos de verlo!

- La segunda fase y la última es el sábado a las 10 de la mañana, la primera fase es el miércoles por la tarde, a eso de las 7, hora de nuestro país por supuesto.- Le escribió ya que estaba en la habitación dejando las cosas.- Yo en cuanto termine de entrenar me echare a dormir, mañana te llamaré por la mañana, al menos estamos de vacaciones... me sentiría muy mal si no pudiera llevarte a casa.

- ¡Perfecto! Es una buena hora para verlo junto con la familia, y espero tu llamada que conste.

- Te llamaré prometido, dale saludos a Andrea de mi parte supongo que estás con ella o hablando con ella de alguna manera, también dile a Pedro que no se pierda la fase del miércoles porque después del combate si me clasifico hay entrevista.

Tras ese mensaje se fue a entrenar en el gimnasio ya que no podía perder forma física para poder clasificarse en la primera fase del combate el cual no sería fácil ni mucho menos.

Lunas de GofioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora