CAPITULO 1

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Empiezan las clases y ninguno se percata de la presencia del otro

La chica está comprando un sándwich integral y una avena, paga al de la barra con una sonrisa de oreja a oreja, acto seguido se sienta sola en una de las mesas que están en la esquina de la cafetería

Él entra en la cafetería para pedirse el bocadillo de siempre y una botella de agua.

Tras pagar al de la barra con el que parece llevarse extrañamente bien se acerca a la mesa en la que ella está pues es el único sitio libre de la cafetería.

- ¿Te importa? Los demás sitios están ocupados.- Le dice tomándola por sorpresa.

La chica se asombra bastante por su inesperada presencia, y le sonríe abiertamente.

- Claro que no me importa, siéntate

Ella deja al descubierto sus grandes dientes mientras le hace una pregunta casi de forma instantánea cuando él se sienta:

- Que te aproveche

Él sin miramientos se sentó dejando la comida delante de él antes de agarrar su mochila y sacar un libro sobre física avanzada.

- Gracias... Ooh igualmente.- le dijo antes de enfocarse en el libro y en comerse el bocadillo como si no hubiera comido en días.

Tras unos minutos miro a la chica y con curiosidad preguntó.

- ¿Eres nueva no? Creo que nunca te había visto.

-lo soy- respondió con agrado- me cambié de instituto porque tuve problemas en el anterior con unas chicas, tu si llevas mucho tiempo aquí, ¿verdad?

- Bueno... Desde primero de la ESO.- dijo a la vez que abría la botella de agua.

De repente se bebe la botella entera sin respirar antes de volver a mirarla.

- Así que problemas... Adivino... Mmm... ¿Acoso escolar?

Ella guardó silencio durante un par de segundos, con la mirada un poco más seria le respondió:

- Sí, unas chicas que pensé que eran mis amigas acabaron haciéndome bulliyng, no solo ellas, sino que había una profe que también me lo hacía a mi

- Si es que la gente no puede ser más desagradable, no entiendo esa mierda de hacer sentir a otros peor solo por sentirse mejores en su mierda de vida.- dijo con un gesto de desdén.

Ella entonces sonrió ante esa respuesta y admitió aquel acertado comentario:

- Hay de todo.

Ella observó el libro de física del chico, preguntó rápidamente como queriendo cambiar de tema:

- Te gusta mucho la física por lo que veo

El sonrió de medio lado por el comentario de la chica: No especialmente, esto es más bien para contentar al viejo, está como loco para que vaya por física en la universidad. Personalmente prefiero química o biología.- dijo encogiéndose de hombros.

- ¿Y tú? ¿Alguna asignatura que te guste especialmente?- preguntó curioso.

- ¡Inglés!-respondió con entusiasmo al momento- también me encanta el alemán, aunque no lo den aquí, lo estudio por mi cuenta.

Cuando terminó de beberse la avena añadió:

- Seguro tu padre entenderá que prefieres estudiar lo otro

- Entonces supongo que eres buena con los idiomas, yo me quedé atascado en el ruso.- le dijo medio riéndose.

- Ojalá fuera cierto y mi padre entendiera, es más terco que un rinoceronte.- esta vez se acomodó quedando medio recostado.- es físico nuclear así que quiere que sea como él y eso. Pero basta, cuéntame de ti, ¿algún hobbie? ¿Futuras metas?

Lunas de GofioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora