Capitulo Catorce

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Alan

-Tenemos que hablar...- dijo en un leve susurro.

Me acerqué con el ceño fruncido y me arrodillé frente a ella.

-Que pasa?... Va algo mal?- digo en un tono de preocupación.

-Quiero hablar sobre nosotros. Que somos, Alan? Amigos con derecho? Porque estoy confundida y cada vez que intento abrirme contigo siento que buscas cualquier excusa para evitarme.- me respondió y fue como si un me enterraran un cuchillo en toda mi alma, porque sabía que llegaría este momento.
Pero no estaba listo para contarle todo, no ahora.

-Alex...- pero me interrumpió.

-Si no vas a contestar con la verdad, yo me largo.- hizo un movimiento para ponerse de pie, pero la retuve por la cintura.

-Tengo claro que te quiero muchísimo Mayden, que no me veo en el futuro sin tu sonrisa, que iluminas mis días inclusive más que el propio Sol. Pero no puedo mantener una relación ahora. No sin antes liberarme de mi pasado.

-Y que se supone que debo hacer con tu declaración? Decirte que yo también te quiero, confesarte mis sentimientos pero al salir de aquí sentirme utilizada porque no somos nada? Cuéntame tu pasado. Sea lo que sea no te juzgaré, lo prometo. Solo confía en mí.

-Lo hago, pero no estoy listo para enfrentar esa verdad.- en la que el asesinato de tú Madre está incluido quise agregar.

-Bien, cuando estés listo... solo llámame.- depositó un beso sobre mi mejilla y salió de la habitación.

Al escuchar el sonido de la puerta principal supe que ya se había marchado, déjandome solo con mis demonios internos que anhelaban contarle que yo era Kerem, su Kerem. Que me había cambiado el nombre para poder volver a buscarla. Pero también existía ese miedo de la otra parte de la historia.

Esa parte donde están los Asesinatos, lágrimas y un largo sufrimiento con el que aún cargo.

Y hablando de asesinatos...

-Alan!- chilló una voz al otro lado de la llamada.

-No grites Layla, que me quedo sin tímpano joder.- a lo que respondió con un gruñido- Qué pasa? Tu no estabas muerta?.

-Muy gracioso, pues no. Tu querido Amigo me trajo a las Islas Canarias.

-Pero como coño han llegado ustedes allí?- pregunto confundido por la situación. Desde cuando Layla me llamaba?.

-Larga historia, solo quiero que le avises a Alex que estoy bien. Si la llamo yo no te imaginas lo que me espera.

-Te espera una larga charla porque la tenías preocupada, no pienso ayudarte.

-Venga Alan, que conozco tu secreto. Cuando quiera se lo cuento y problema resuelto.

-Que secreto?- pregunté mientras intentaba tragar el nudo que se me había formado en la garganta. No podía ser posible.

-Lucas me lo contó. Pero tranquilo, que se guardar secretos colega.- en ese momento quería matar a Lucas, quería no. Iba a hacerlo.- Ah, y no culpes al pobre que se le ha escapado dormido.- soltó una risilla.

-Entonces solo me llamas para Chantajearme?.

-Dicho así suena un poco raro, pero tú simplemente hazle llegar el mensaje a Alex y yo no abriré mi boca. Pinky Promise.- bufé.

-Mira que ya no tienes seis años Layla.

-Pero tenemos el trato si o no?

-Vale, le hago llegar tu mensaje.- dije un poco nervioso por la situación.

-Y otra cosa, si pregunta detalles tu solo dile que no sabes nada. No dirás nada sobre dónde estoy ni nada por el estilo.- lo que me daba curiosidad era... porqué no podía saber Mayden eso?.

-Bien, Layla. Adiós.

-Adiositoooo.

No. Puede. Ser.

Ese gilipollas le contó.

Lo voy a matar.

Os lo juro.

Ahora mi estabilidad depende de que la ahora pelirroja no abra la boca.

Porque si lo hace... estaré acabado.

Me decidí por tomar una ducha y acostarme a dormir.

- Eres un monstruo! Como pudiste hacer eso Papá!?

-Véte de aquí niñato, no tengo que darte explicaciones de porqué hago las cosas.

-La mataste!

-La ayudé a desaparecer de un mundo al que odiaba.

-Lo odiaba por personas como tú.

No terminé bien la última palabra cuando sentí sus manos sobre mi cuello. Sentía miedo. Miedo de acabar como aquella mujer. Una de tantas.

No era justo.

-O te largas ya mismo o juro que enviaré al internado y no volverás a ver a esa tonta niñita.

Quise gritarle que no era una tonta niñita, que May era muchísimo más que eso, pero corrí hacia las escaleras y encendí la televisión de mi cuarto para distraerme e intentando no derramar más lágrimas.

Supongo que encender fue el mayor error. Ahí aparecían todas las victimas cuyo asesino era anónimo, y yo sabía quien era. Pero si hablaba me iba a matar, me iba a matar, lo iba a hacer, ME VA A MATAR!

Desperté con la respiración entrecortada, intentando calmarme.

Repitiéndome a mi mismo "es una pesadilla, es una pesadilla, es una pesadilla".

Cada pesadilla es igual, así pasan todas mis noches. Excepto cuando ella está.

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⏰ Última actualización: Aug 19, 2021 ⏰

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