P.O.V: Magnus Bane
Después de salir de casa, caminé la manzana que me separaba de la discoteca. Llegué media hora antes de que abrieran ya que había una chiquilla que estaba estudiando en la universidad haría unas fotos para una promoción en mi discoteca. Al llegar fui directo a mi despacho donde entró mi querida asistente, intentando provocarme con un buen movimiento de caderas, lo que por supuesto no le funcionó, y se fue medio enfadada.
Unos minutos después llamó mi asistente a la puerta, diciendo que una tal 'Raquel García' había venido a verme. La chiquilla esa, supuse. Dije -¡Adelante!- y entró una joven hermosa, de cabello morado y ojos del mismo color, lo cual era poco común.
-Ho-Hola, señor Bane. Venía a hacer el reportaje para el anuncio- tartamudeó la chica.
-Bienvenida, Raquel. Siéntate. ¿Tenías ya alguna idea de lo que quieres hacer?- me costó formar las palabras, por culpa de su belleza -Tenía unas pocas . Tengo algunas en las que necesito que el lugar esté vacío y otras con gente en las cuales se puede ver la diversión. También pueden participar algunos camareros para ver bebidas ... etc. Y con eso podríamos conseguir que la gente acudiera a esta discoteca - Dijo Raquel, ya con más confianza.
-Me parece perfecto. El sitio es todo tuyo. Abrimos en veinte minutos y si necesitas algo puedes pedírmelo a mí o a mi asistente- solo se me ocurrió decir eso, porque sé que si llego a decir cualquier otra cosa, acabaría diciendo algo indecente.
La noche pasó tranquila, al menos para mí. Raquel llegó en un momento, preguntándome si podía descansar. Se la veía cansada así que le dije que sí, que bajara y se divirtiera un poco.
P.O.V: Raquel
Bajé por las escaleras, metiendo mi cámara en la funda. La música estaba bastante bien, y durante un rato me distraje bailando. El problema llegó cuando me estrellé contra la espalda de alguien. En una situación normal, nos hubiéramos pedido perdón. Pero no era una situación normal. Tuve que estrellarme contra Peter, uno de mis acosadores.
Peter se giró, a punto de disculparse. En cuanto se dio cuenta de que era yo, me miró con desdén y dijo -¡Anda, si es la pobretona de la beca! ¿Qué hace una chica sin dinero como tú en un lugar de ricos como este?- -Trabajar- murmuré. -¿Eres una camarera? ¿Tan mal de dinero andas que tienes que trabajar aquí?- dijo con una risa. -N-no. No soy una camarera- dije. Siempre se me dio mal defenderme. -¿Así que limpias? Ni de camarera te querían. No me extraña, con lo horrenda que eres, seguro que los clientes salen corriendo al verte. ¿Quién querría a alguien con esos ojos? ¡Por favor!- Peter dijo. Noté como los ojos se me llenaban de lágrimas. -Déjame en paz, por favor- murmuré. -¿Qué? Habla más alto, que no te oigo- dijo Peter. Me giré para irme, e ignorarlo, pero no me salió bien, porque mientras me iba me gritó -¡Vuelve al lugar de dónde saliste, rata de laboratorio! ¡Es lo único para lo que sirves!
No pude evitar las lágrimas mientras corría hacia el baño.
P.O.V: Magnus Bane
Estaba en mi despacho viendo las fotos y los vídeos que ha hecho Raquel y la verdad es que me dejó asombrado lo buena fotografa que era. Ya tenía hecho casi todo el anuncio en muy poco tiempo por eso en cuanto me pidió un descanso no dudé en dárselo. Estaba claro que no solo era una chica de un metro sesenta muy tímida, sino que detrás de eso se escondía una mente muy talentosa.
Justo cuando iba a terminar de ver las últimas fotos que había hecho Raquel escuché unos gritos -¡Anda, si es la pobretona de la beca! ¿Qué hace una chica sin dinero como tú en un lugar de ricos como este?-esa voz parecía la de un chico -Trabajar-murmuró Raquel . -¿Eres una camarera? ¿Tan mal de dinero andas que tienes que trabajar aquí?- dijo el chico con un tono de risa y superioridad. -N-no. No soy una camarera-dijo Raquel, parecía ser que no se le daba muy bien defenderse . -¿Así que limpias? Ni de camarera te querían. No me extraña, con lo horrenda que eres, seguro que los clientes salen corriendo al verte. ¿Quién querría a alguien con esos ojos? ¡Por favor!- ¿Horrorosa? ¡Si es preciosa!-Déjame en paz, por favor- volvió a decir Raquel -¿Qué? Habla más alto, que no te oigo- dijo aquel chico oí unos pasos darse la vuelta. Probablemente Raquel intentaba irse pero por lo que escuché no le salió muy bien ya que el chico se puso a gritarle -¡Vuelve al lugar de dónde saliste, rata de laboratorio! ¡Es lo único para lo que sirves! - ¿Rata de laboratorio? ¿Lo único para lo que sirve?¡Se va a enterar el chico ese!
Salí de mi despacho en cuanto lo escuché llamarla horrorosa y pude ver como Raquel salía corriendo e identificar al chico que le había hecho tanto daño.
fui hasta donde estaba él y le dije : -No me gusta que griten a mis empleadas - a lo que el chico respondió -Lo..lo siento -menudo cobarde pensé -¡Seguridad! - grité a los que cuatro guardaespaldas aparecieron al momento - ¡Llevaros a este chico fuera de aquí ahora mismo! -.
Los guardaespaldas se llevaron al chico, del cual ni me molesté en aprender el nombre. Seguidamente me fui al baño a buscar a Raquel y la encontré en el baño llorando.
Nota de autora:
Este capítulo es bastante más largo a los demás, pero espero que lo hayáis disfrutado.
Por si hay alguna duda, la imagen del encabezado es el pelo de Raquel (Lo hemos sacado de Internet.
Pasaros por el perfil de mi amiga @lucia_4567890 porque ella también ha publicado esta misma historia en su perfil

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Mis chicos
CasualeUna historia trepidante en la que el matrimonio de Malec se ve completado por la llegada de una joven mundana, sin conocimientos del mundo de las sombras. Esta historia la estamos escribiendo @lucia_4567890 y yo. ¡Nos los estamos pasando muy bien as...