Hank x Connor- 30 Dias de OTP

Durmiendo

Después de un largo día de trabajo el Teniente Anderson o Hank como la mayoría de personas lo llaman, estaba dirigiéndose a la casa que compartida con su pareja, un Androide de nombre Connor. Nunca había pensado en enamorarse después de que Cole su único hijo muriese, antes de que Connor apareciera en su vida se sentía como una mancha de mugre en la vida de sus conocidos, por lo cual solo se encerró en su mundo y no hizo nada mas que no fuera embriagase y tratar de matarse. Las ganas nunca le faltaron, pero el miedo de no saber que habría del otro lado de la linea de vida, lo aterraba, miedo a no saber si lo que le esperaba al otro lado seria peor de lo que estaba viviendo. Después apareció Sumo que era un hermoso San Bernardo que le hizo olvidar un poco su dolor, escucho en alguno de los bares en los que iba que un perro es buena compañía para todo tipo de personas y por eso Sumo entro en el oscuro y podrido corazón de su dueño.

Y para el final más importante Connor, el "pedazo de plástico" que le hizo palpitar otra vez, el modelo de un hombre, nunca pensó en eso, en realidad era inusitado el hecho que le atrajera un Androide, de un muchacho. De pequeño, se encontraba jugando en el parque cerca de su casa, corría por el césped, jugaban a las atrapadas y el decidió esconderse en un pasaje sin salida, pero llegando al lugar "secreto" sus orbes azules se posaron dos adolescentes hombres que se encontraban intercambiando saliva, el mayor estaba tocando las piernas del que se encontraba contra la pared y bajo los besos al cuello, suspiros pesados se escuchaban, Hank se limito a mirar las acciones, el castaño lo miro y solo levanto su mano a la boca, colocando el dedo indice a su boca.  -Shhh...- y siguió con lo suyo. Malditos calenturientos se decía Hank en el presente, volviendo a la anécdota, después del sonido se fue corriendo con un sonrojo un tanto notable en sus mejillas, mas tarde en su hogar, mientras su madre hacia la cena, decidió indagar sobre lo que paso en el mismo día. -Mami, te puedo preguntar algo?- le dijo un poco nervioso por lo que iba a decir. -Que pasa Hank?- ... -Es malo que dos hombres se quieran?- la madre de Hank paro lo que estaba haciendo y miro al pequeño de ojos azules. -No cariño, no esta mal, pero por que me lo preguntas? te gusta un niñito?- respondió la mamá de Hank sonriendo amablemente, no estaba enojada, ni con algún tipo de resentimiento, eso es bueno.- No mami, solo es una pregunta-...-Escuchame Hank, que dos hombres se quieran, no es malo...amor es amor, por donde lo veas y si tu sientes cariño por alguien es bueno ¿si?-...-Si mamá-...-Pase lo que pase, siempre te voy a amar no importa a quien quieras, siempre serás mi niño-, gracias mamá.

-Teniente!- grito Connor en el marco de la puerta, levantando la mano, entusiasmado. Era una de las mejores imágenes de su vida, la persona que quería con todo su corazón, recibiéndolo después de un trabajo pesado, con una hermosa sonrisa. Caminaba con más prisa levantando su mano en forma de saludo, acercándose cada vez mas a su novio. Lo recibió con un beso en los labios mientras se abrazaban, se separaron y Hank entro a la casa, estaba reluciente...-Y Sumo?- hablo mirando a Connor después de mirar a todos los lados. -Estaba aquí hace un rato...creo que esta en su cuarto Teniente- apenas escucho que estaba en su cuarto corrió y vio como el perro se estaba orinando en la cama del mayor, en cuanto vio a Connor se bajo y poso su cabecita en su pie mientras lo miraba. El mayor solo observaba su cama mojada con jugo de piña encima, miro a Connor buscando respuesta, pero vio que le estaba dando mimos al perro. -Connor- el androide paro de rascarle la barriga al canino y miro a su pareja un tanto molesto. -Teniente?-...-Le estas dando mimos al animal que se acaba de mear en mi maldita cama- se miraron por un tiempo -Lo se teniente, pero...no es la culpa de Sumo...-Hank agarro el hombro de Connor. -Donde carajos voy a dormir?-...-Si desea duerme en mi cuarto- desde que Hank decidió que Connor se quedaría con el y no regresaría a Cyberlife, le hizo su habitación en el cuarto que estaba al lado del suyo, lo quería cerca. -No Connor, en donde adormirías tu?-...-En el sofá-...-No eres un perro Connor, sin ofender Sumo- miro al canino, este solo dio un bufido mostrándose disgustado por el comentario de su dueño, después se fue a la sala dejando a la pareja sola. -Creo que se molesto-...-Aun queda pendiente en donde mierda voy a dormir Connor-...-Ya se lo dije, duerma en mi habitación y yo dormiré en la sala con Sumo- Hank agarro de las mejillas a Connor, enredándose en un beso un tanto inocente.-Connor, eres muy delicado para estar durmiendo en un mueble- El pequeño Androide solo miraba a Hank con un tierno sonrojo violeta en sus mejillas.-No te preocupes, ya se donde dormir- le dijo -Descansa ya es tarde- el pequeño recibo un beso en la frente.

Hank tomo las sabanas limpias del cajón en donde las guardaba y se fue al sillón a acomodar su cama temporal, después se fue a hacer su cena, la termino y se durmió después de comerla.

Ya eran las 2 am, cuando sintió un peso encima, abrió los ojos rápidamente y vio como Connor estaba acostado encima de el.-Connor...que haces?-hablo somnoliento pasando las manos por la delgada cintura de su pareja, pasando por el omoplato de Connor por debajo de la camiseta de Connor, su piel es demasiado perfecta. -No puedo dormir pensando en que esta incomodo aquí-...-No estoy incomodo mi vida, tranquilo, vuelve a dormir-...-No, me voy a quedar aquí- Ha Hank le estaba ganando el sueño y mas el aroma que desprendia Connor, era como un elixir para el mayor. -Como quieras, no me molesta- después de esa frase se voltio llevando a Connor con el, se acurruco en el pecho del menor y ambos descansaron plácidamente.

-Buenos Dias teniente- dijo el pequeño cuando noto que el mayor abría sus ojos, tomo una bocanada de aire injiriendo todo lo que podía del perfume de su amado. -Sin duda...hay que dormir juntos desde hoy-...-Como desees Hank-.