Mini Extra

6.8K 875 84
                                    


Sus manos temblaban de manera casi hipnótica, aún así sostenía el objeto fuertemente mientras descendía atestando contra el cuerpo ya sin vida del hombre, 24 puñaladas, James las había contado cada una deleitándose al ver como la vida de aquel despreciable ser era arrancada por él tal y como lo había prometido hace un par de meses atrás. 

Un toque en la puerta lo distrae, sabe quien es y sonríe por ello.

Deja el cuchillo a un lado del cadáver mientras se quita de los guantes de cuero ensangrentado, los guarda en su bolsillo con cuidado y va hasta la puerta entre abierta.

— Ya puedes entrar, él ya no es una amenaza, cariño.

La puerta es abierta por completo en ese momento, el pequeño cuerpo de Severus esta allí, se da el tiempo de mirarle de pies a cabeza casi buscando por alguna herida de gravedad que no puede encontrar. Su mano pálida acaricia su mejilla mullida por un golpe que Tobías le había dado al principio de su encuentro, no duele pero aún así Potter agradece el suave toque con el que es consolado.

— Tienes su sangre, no me gusta. — murmura el más bajo.

— Me limpiare una vez estemos lejos de aquí, lo prometo.

Severus asiente de acuerdo, se planta en la punta de sus pies y deja un pequeño beso en su mejilla lastimada, James lo adora y por un segundo olvida lo que ha hecho por aquel chico de Slytherin que tanto odiaba hace no más de un año, envuelve su brazo en la cintura del pelinegro como tantas otras veces lo ha hecho y se inclina para depositar un beso en sus labios, es corto e inocente nada comparado a otros que han compartido aún así las mariposas revuelven en su estomago le hacen sonreír contra los delgados labios de su chico, Severus también las siente aun que en su caso es más similar a un huracán.

— Gracias, James.

 — Te lo prometí aquella noche, ¿recuerdas? — Severus asiente. — No volveré a fallarte, Sev.

— Lo sé.

 La sonrisa que el Slytherin le regala le hace saber que todo a valido la pena, poco le importa estar cubierto de la sangre del progenitor de Severus, no siente la culpa y mucho menos el peso de una muerte, esta satisfecho por lo que ha logrado y ahora solo debe largarse con Severus lo más lejos posible.

Nadie podría sospechar de ellos, la firma mágica de ambos no esta presente en el lugar y Severus se ha encargado que ninguna huella sea encontrada por la manera muggle.

— Es hora de irnos, Sev.

El más pequeño le da un último vistazo a la habitación, el cuerpo de su padre esta en medio de ella con un gran charco de su propia sangre a su alrededor, sus ojos abiertos no tienen vida y su ropa esta hecha un desastre. Su boca entreabierta deja ver sus horribles dientes y Severus quiere vomitar antela imagen.

— Vámonos.

James no se gira por última vez, no le importa ver la cara de aquel hombre simplemente quiere largarse hasta un lugar en donde su novio pueda estar en paz, así que cuando Severus confirma su partida Potter no duda en tomarle la mano y salir de aquella casa en el que tantos años había sido torturado su chico.

Ahora Severus es libre y todo gracias a James.


SecretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora