Camaleón

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Desde abajo podía ver el inexpresivo gesto de Shigaraki. Hace unos días me hubiera quejado de lo frío que estaba el suelo o de lo oscura que estaba la habitación pero ahora esos problemas ya no importaban. Incluso ahora podía atesorar el silencio que él me brindaba para poder ordenar mis pensamientos bajo el ingreso de la tenue luz del pasadizo por la rejilla de la puerta.

Al sentarme me dolió el cuerpo por haber dormido en el piso en mala posición y solté un quejido que llamó la atención de Shigaraki al escuchar sus pasos instalarse justo a mi costado. Cómo acto reflejo mis brazos trataron de proteger todo mi cuerpo de él y por primera vez siento terror de estar en ese lugar del que no sabía "cuando" o "qué" hacer para salir. 

Porque ya no había un "quién", ya que ese "quién" me dejó abandonada sin saber si dará a conocer el paradero donde me encontraba para que hagan algo respecto a la liga de villanos, personas que con el tiempo fui conociendo y cuyas personalidades eran tan retorcidas hasta el punto de hacerte creer que de no ser tú, con un don tan complejo de controlar, algun otro no habría soportado tantos maltratos y hubiera preferido huir desde el primer día.

Y a lo mejor no estaría vivo para contarlo.

—¿Tienes miedo?—pregunta mientras observo de reojo su sombra para anticipar sus movimientos

Tenía miedo. Estaba completamente sola ahora mismo. Mis esperanzas se fueron con Hawks desde el día que dijo que no significada nada para él luego de aceptarlo como mi mejor amigo a pesar de no habérselo dicho. El recordar las palabras hacen que se me forme un nudo en la garganta y mis ojos, que pense que estaban secos de tanto llorar, vuelvan a derramar lagrimas de tristeza frente a una persona que jamás pensé que iba a verme en tal estado.

—No hagas eso, es fastidioso.—una de sus manos comienza a restregar la piel de su cuello y admiro cómo poco a poco va dejando marcas rosáceas en su pálida tez. 

Trato de detener el llanto pero es casi díficil de contener mis emociones. Dejo que salgan a flote por medio de débiles sonidos involuntarios a causa del dolor que guardaba en mi interior hasta que siento cómo si mi pecho fuera a explotar causando que sea complicado respirar.

Shigaraki acelera el ritmo de su movimiento al notar que hago caso omiso a su petición causando que retroceda de nuevo al escucharlo emitir sonidos de molestia.

—Maldición, eres molesta—camina en dirección a la puerta y voltea al tocar la manija—sigueme, iremos abajo.

Me pongo de pie y lo sigo despacio a unos metros de distancia. No se oyen sonidos desde ningun cuarto por lo que intuyo que es de noche y deben de estar tomando un descanso. Despues de todo, aunque son villanos, también son personas. Duermen, comen y crecen.

Al llegar a la escaleras recuerdas la caída de Toga y puedes notar algunas gotas de sangre en los escalones. ¿Acaso me estará llevando abajo para hacerme algo por haber herido a su compañera?

—¿Qué esperas?— pregunta al detenerse en el escalón que me quede observando

—Y-ya voy

Al bajar las escaleras de madera, una barra en forma de "L" ocupa la mitad del primer piso y un televisor de tamaño promedio se ubica en un extremo, encima de la última parte de la barra, que se extiende hasta la mitad de la pared frente a los peldaños por los que  descendieron.

Shigaraki recorre la zona de servicio de la barra y saca dos copas de cristal

— Sientate—ordena sirviendo una bebida en ambos copas

—Disculpa, no bebo

Él arrastra un asiento que chirría de manera desagradable contra el suelo ignorando mi comentario y se sienta junto a mi. Su postura es encorvada y no intercambia palabras conmigo ni bebe hasta que vuelve a rascarse de manera compulsiva el cuello y los hombros provocando que hilos de sangre comiencen a brotar de sus heridas. 

—¿N-no duele?—pregunto mientras tomo el primer sorbo de mi copa.

Los nervios y el miedo me hicieron hablar, sin embargo no le da la gana de responder. La intención de hablar con él estaba en el pasado. Mis esperanzas de ser espía y sonsacar información de él disminuían con el tiempo. Aunque de entre todos los que me había topado, él era con el que menos había interactuado en los últimos dos días. 

—No.—Shigaraki apoya sus dos manos sobre la barra y posa su atención hacia el monitor de la esquina, el cuál yace apagado.

¿Esperaba ver las noticias?

El segundo y tercer trago me producieron un ardor en la garganta, como si me quemara por dentro, pero en estos momentos es preferible sentir calor que terror en medio del silencio que vuelve a hacerse presente en la habitación.

—¿Esto...—señalo con el dedo la bebida— es alcohol?

—No lo sé.

—¿Me serviste algo sin saber que és?

—Solo elegí uno al azar, si no lo quieres tomar, arrojalo por ahí—sus ojos van hacia a un fregadero pequeño en un rincón casi difícil de ver con lo oscuro que es el bar

—¿P-puedo ver la botella?

—Si. Pero te advierto que si intentas hacer algo como la otra vez, no me contendré.

Al bajar del taburete casi me tropiezo al ver el piso un poco más alto de lo usual y me río de mi mísma. Estaba totalmente fuera de sí. Un maldito loco de cabello celeste me tenía en sus manos gracias a que mi don estaba temporalmente fuera de servicio. 

Me dirigí a la zona de servicio de la barra y tome la botella para ver el nombre de la etiqueta. Se veía las letras borrosas y el entrecerrar los ojos no ayudaba pero podía asegurar que era una bebida con un porcentaje de alcohol muy alto. Tan alto que tenía el poder de darme el poder de seguir insistiendo y entablar una conversación con él.

—¿Po-podrías decirme que dice aquí?—acerco el recipiente a Shigaraki y lo aparta de un codazo luego de darle un rápido vistazo—¿No sabes leer?

—No.

—No ¿qué?, ¿No dirás que dice o no sabes leer?..

—Si ya acabaste con tu cena puedes irte a dormir.—se acabo de un solo trago el contenido de su copa y al levantarse se cayó de bruces como un palo de escoba contra el suelo. Rígido e inexpresivo. 

De no haber estado con alcohol en mi sistema a lo mejor no me habría reído de su semblante de confusión al sentarse sobre el suelo y acariciarse la cabeza como un niño pequeño.

—Shigaraki Tomuro. Taomura.Tomura.

—¿Hm?

—¿Ese es tu nóómbre?

—Si.

Parece que no sabía leer. Una de las botellas con boca más amplia estaba con una nota firmada con el nombre de Shigaraki Tomura. Era la cena de hoy. El contenido era espeso, estaba caliente y por el color podías intuir que era a base de arroz.

Ignoré el nivel de peligro de la persona que me acompañaba en ese frío bar y me aproxime a ayudarlo a levantarlo. Me apartó por supuesto. Inconsciente de su fuerza, otro codazo me empujó al suelo pero por efectos de la bebida no sentí dolor. La sombra de su mano me hizo levantar la mirada hacia él y la tome sin dudarlo dos veces.

¿En qué momento había presenciado una escena así?

Al ayudarme a ponerme pie, Shigaraki posa su otra mano sobre mi cabeza y comienzo a sentir somnolencia. Escucho un "vamos arriba" salir de su boca y lo sigo tras los escalones mientras mi cuerpo va sucumbiendo a los efectos del alcohol.

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⏰ Última actualización: Sep 13, 2021 ⏰

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