la primavera volvió a llegar.
¿que sentido tiene si ella no va a estar a su lado?
si no va a escuchar su ruidosa y animada voz cada día.
si poco a poco olvidaba la sensación tan cálida que solo producía el tacto de sus manos.
Una cálida sonrisa ll...
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Arima Kousei
Hoy tenías un recital.
Aun nos quedaban dos días en la cabaña pero no podias faltar a tus deberes.
Romeo y julieta en un ballet, la belleza de su danza era inmensa. como sin hablar, solo utilizando lenguaje corporal podías expresar tanto y a la vez hacerme sentir tan emocionado.
En dado momento el chico pelirrojo que hacía de romeo iba a chocar sus labios con los tuyos trayendo varios pensamientos a mi mente.
¿tendrían que practicar el beso en los ensayos?
¿te gustaba aquella sencacion?
¿tenian algo?
¿como podias estar tan comoda en momentos así?
Apreté mis puños sobre los posabrazos de la silla, mis nudillos se tornaban de un intenso color blanco antes de cambiar a un tenue color rojo. Tan fuerte presione que sin darme cuenta casi lastimo mis manos.
¿que me pasa? No debería sentir tanta impotencia, es solo una amiga ¿no?
Justo cuando sus labios estubieron a punto de rozar los tuyos se apagaron las luces y segundos despues se volvieron a encender mostrando a aquel chico tendido en el suelo mientras tu finjias despertar y desconcertarte en un baile dramático.
¿se habran besado?
Sacudí mi cabeza intentando apartar aquellos pensamientos de mi mente.
Concentrate Kousei, estás aquí para aprender una forma distinta de expresar con la música clasica...
Pero otra parte rebelde de mi también cree que está aquí por y para ella.
- felicidades - comenté al verla salir de los camerinos - estuviste increble.
- muchas gracias - me dijiste mientras sonreías a ojos cerrados. - estoy muy cansada ¡y tengo hambre! ¿quieres ir a comer algo conmigo? Ya sabes ¡a celebrar!
Y como negarme. Tu sonrisa, tus ojos, todo de ti me parecía magico. Tu animada voz volvió a resonar en mis oidos azarandome por completo.
- ¿kousei? - musitaste preocupada - ¿por que me miras raro? ¡no me digas que tengo algo en los dientes! Uyy - te volteaste y sacaste un espejo para asegurarte de estar presentable.
No pude evitar soltar una pequeña carcajada.
- ¿Eh? - cuestionaste nuevamente - ¡¿te estas riendo de mi?!
- ¡p-para nada! - respondí inmediatamente provocando que ahora tu te ahogaras en carcajadas.
- p-para nada - seguiste riendo mientras te burlabas - v-vamos a c-comer ¿s-si? AJAJAJAJAAJAJA.
- Esto no es para nada gracioso ______ - rodé los ojos - v-vimis
- ya, ya. Lo siento, pero debes admitir que si es un poco gracioso.
- no voy a admitir nada, vamos a comer ¡muero de hambre! - exclamé intentando parecerme un poco a ti.
- ey, ey mijo. Con calma. A usted no le caen mis frases.
- y a ti no te queda lo bromista - contraataqué.
- bueno, supongo que es normal. A ti no se te da bien crecer... Mira que poco has crecido, pequeño. - reiste por lo bajo.
- mira quien habla de pequeño
- bueno, soy una chica... Es normal. Mi cuerpo se preocupa mas por desarrollar otras zonas pero el tuyo debería estar estirandote como jirafa.
¿como haces para decir cosas tan absurdamente tiernas?
- bueno, supongo que lo de extraño no solo me queda con lo de músico.
- ambos concordamos en ello.
Cada momento que paso contigo es maravilloso... Ya dime ¿como lo haces?
¿como haces para derretir el hielo del que nunca creí deshacerme?
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